martes, 30 de julio de 2013

Peajes malagueños para tiempos de crisis.

    De un tiempo a esta parte, Málaga puede considerarse una ciudad de fácil acceso. Ave, Aeropuerto, autovías y más recientemente, autopista. No tanto, pero algo parecido puede decirse de Marbella, en especial, por lo que se refiere a autopistas y autovías.

    Sólo dos problemas: 

    Las velocidades de unas y otras vías. Si usted quiere utilizar las autovías, se encontrará con que desde que se inauguraron los tramos de peaje, la velocidad máxima autorizada en las autovías se ha reducido a 80 km por hora en los tramos coincidentes. ¿sería que antes no eran peligrosos, o que se trata de martirizar a quienes no quieren pasar por caja?

    El incremento de los precios de los peajes.




Una imagen evita muchas explicaciones. 
He aquí como colaboran las concesionarias
de las dos autopistas de que hablamos a 
aliviar las penurias de la crisis.

¿Qué pensarán hacer si, como es de suponer, sigue descendiendo 
el número de usuarios?   
Podrían organizar colectas en las playas, 
o tal vez seguir subiendo los precios hasta que
el último y solitario viajero se encuentre con
un peaje a pagar de 17. 513 €, porque, entiéndanlo,
no pretenderán que la crisis la pague el concesionario
¿Verdad? Pues eso



Medio siglo después

He vuelto a Ciudad Rodrigo.

  No es exacto. Medio siglo es demasiado tiempo como para no haber vuelto nunca a mi lugar de nacimiento. No han sido 50 años, pero ha faltado muy poco.

  Y, por fin, este último fin de semana, Blanca y yo hemos pasado un par de días en la vieja Miróbriga, por obra y gracia de la invitación de Carmina y de Santi, dos amigos que ya lo eran cuando partí de mi tierra.

  Marché en aquel tiempo en el que creía que todo era posible. Era joven, pero no lo sabía, y pensaba que disponía de poco tiempo para llevar a cabo cuanto quería. Era muy pronto para saber que todo, o casi todo, pasa primero en tu mente, y que muchas de las cosas que buscaba lejos las tenía a mi alcance, sin salir de Ciuudad Rodrigo.

  

Alcázar de Enrique II de Trastamara, sede 
del Parador Nacional de Turismo.

    El paso del tiempo difuminó los contornos, emborronó los recuerdos que apenas dejaron espacio para imágenes que por una u otra razón resistieron mejor que las demás el paso de los años: el aula donde aprendí a leer (la misma que pocos años antes había tenido como alumno a Fernando Arrabal), las correrías por la muralla, por los fosos, por plazas y callejas de uno de los más privilegiados recintos amurallados de España (¿por qué no del mundo?), el prodigioso Río Águeda, que cuando chico comparaba con el Mississippi, y, más tarde los primeros amores, las primeras decepciones, que en la distancia se convierten en nostalgia de un tiempo irrepetible 

  


Una perspectiva del sistema defensivo de la ciudad.


    Y es ahora, al volver, cuando redescubres las perspectivas urbanas que recuperas del disco duro de tu memoria, cuando reencuentras a los viejos amigos, escudriñando en sus caras los rasgos que tuvieron años atrás. No importa cómo los haya respetado o maltratado el tiempo. Hombres y mujeres, llega un momento en el que dejan de cumplir años para ellos y para los amigos, que siguen llamándolos con los apelativos abreviados, los apellidos prestados, los diminutivos de antaño, porque para todos nosotros el tiempo, si nos lo proponemos, hay un día en que deja de correr.




Los grandes templos de Ciudad Rodrigo: la Catedral y la Iglesia del Sagrario,
conocida por todos como "Cerralvo".

    Decía Mark Twain que en la vida de todo muchacho llega un momento en el que siente la imperiosa necesidad de buscar un tesoro. También a mí me llegó y busqué ese fabuloso conjunto de joyas y monedas que podrían haber escondido los cristianos del S. XIII o los defensores de la plaza frente a los franceses. Ahora lo he encontrado: el tesoro es lo que recuerdas de las gentes que te quieren y a las que quieres. 




Otra perspectiva de la Catedral, vista desde la muralla a la altura de la Puerta de Amayuelas.

  Sólo han sido dos días. Apenas el tiempo suficiente para recorrer los enclaves que marcaron mi adolescencia, para volver a retomar el diálogo con quienes representaron algo en el difícil tránsito de la pubertad a la edad adulta, para recuperar añosos recuerdos. Al cabo, Blanca y yo emprendimos al regreso, cansados, faltos de sueño, y sin embargo satisfechos de cuanto habíamos vivido en tan poco tiempo.



Ciudad Rodrigo visto desde la orilla del Águeda.

    Así, pues, gracias, Carmina; gracias, Santi, por vuestra invitación, por vuestras atenciones, por seguir ahí, tan cerca al cabo de los años.

    Y gracias, Blanca, por acompañarme en este viaje en el tiempo más que en el espacio. Tú sabías que para mí era importante

jueves, 11 de julio de 2013

¿QUÉ NOTA MEDIA PUEDE EXIGIRSE A UN BECARIO?

¿Y si empezáramos por el principio?

  Me sorprendió el debate ocupado en otros menesteres, y me maravilló la varsatilidad del Ministro que de la noche a la mañana cambió de criterio, sin que a la ciudadanía se le explicara por qué habría que exigir al becario 6'5 de nota media o por qué con el 5'5 es suficiente. No obstante, el verdadero alarde de funambulismo fue el de la masa de Rectores defendiendo tesis "bajistas", más pendientes, supongo, de clientelismos claustrales que de criterios de excelencia universitaria.

  Puedo estar equivocado, pero me parece que el problema está mal planteado, que es uno de los caminos más seguros para no encontrar la solución correcta. Creo que la nota media exigible al becario es un dato accidental al que hay que llegar después de haber resuelto cuestiones más graves sobre las que nadie parace dispuesto a hablar. Los unos, tal vez para que no los tachen de "recortadores", los otros porque es posible que estén pensando más en intereses corporativos que en los males que torturan a toda el sistema educativo español; los de más allá porque a defensores de la enseñanza universitaria, universal y gratuita no les gana nadie.

 Algunas verdades que suelen olvidarse.

  -  Estoy convencido de que no hay, ni debe haberlo, ni puede haberlo, un derecho subjetivo a ostentar la condición de universitario. Ni en España ni en países más ricos, ni más pobres, ni más equitativos, ni más desalmados. La enseñanza universitaria se ha reservado siempre para una élite intelectual llamada a vertebrar la sociedad que la produce. El problema no radica en admitir ese principio selectivo, sino en confundir la élitee intelectual con la económica y socialmente ya instalada, convirtiendo el acceso a la Universidad en un coto reservado a los hijos de las clases poderosas. Corregir este hecho, tiene que ver con las becas, desde luego, pero no necesariamente con la nota media exigible a los becarios. Eso lo vermos más tarde. 

    Dicho de otra manera, no es que los hijos de los pobres tengan derecho a continuar en la Universidad porque sus padres no tengan medios, sino que los hijos de los ricos deberían ser excluidos de ella si no dan la talla, por mucho que estuviera dispuesto a pagar su padre, que siempre será una pequeña parte de lo que nos cuesta la educación de su hijo. 

  -  El total de Graduados, Licenciados, Doctores, Ingenieros, Arquitectos, etc., etc., debe de guardar una proporción lo más ajustada posible a las necesidades reales del país.

  De no ser así, nuestros Centros de Enseñanza Superior se convertirían -ya lo están siendo- en formadores de los Médicos, Ingenieros, Arquitectos, Filólogos de los paises más ricos que, paradójicamente, abaratarían sus costes de formación con cargo a nuestros impuestos.

  -  En esta misma línea ¿cuántas Universidades y Escuelas Superiores necesita un país como España? ¿Más, igual o menos que California? Una Universidad no puede ser el capricho de un gobernante, ni el lujo de una Comunidad Autónoma, ni el timbre de honor de un Municipio. Tiene una función que cumplir, es una institución muy cara y debe aprovecharse al máximo. Por cierto: en los últimos años, el número de Centros Superiores de Enseñanza se ha cuadruplicado en España. Al mismo tiempo, las Universidades españolas han dejado de aparecer en las listas, más o menos discutibles, de Centros de presitigio mundial. ¿Seguro que estábamos en condiciones de dotarlas de cuadros docentes solventes, o todo ha sido una chapuza más?

  -  ¿Por qué hay naciones como la nuestra en las que no tener un título universitario se percibe como una carencia socialmente penalizada? El día que corrijamos este problema habremos avanzado bastante en la solución del fracaso escolar, porque muchos de quienes no tienen capacidad para ser Ingenieros Espaciales, podrían ser magníficos Mecánicos de Aeronaves Siderales, tan reconocidos social y económicamente como los demás. Mientras tanto, seguiremos haciendo trampas en el solitario y reduciendo la exigencia académica para aumentar el número de parados con título universitario

¿Quién paga la Enseñanza Superior?

    La aparente dicotomía enseñanza becada, enseñanza pagada, es falsa. Toda la Enseñanza Pública está fortísimamente subvencionada. Las tasas universitarias sólo cubren una ridícula parte del total, luego, ya se tenga beca o no, el universitario estudia con cargo a los impuestos que abonamos los ciudadanos.

Y como esto es así, puede que haya llegado el momento de volver a escribir algunas verdades (perdón: algunas cosas que para mí son verdades).

  -  Si la Universidad está subvencionada, no podemos dar lugar a despilfarros: debemos saber cuantos Centros necesitamos, cuántos estudiantes debe haber dentro, qué les podemos exigir a todos, los becados y los que no lo son, para seguir en el mundo universitario. No es de recibo que alguien pretenda defender su derecho a terminar una carrera en siete, ocho o diez años, sea rico o pobre su padre. El acceso a la Enseñanza Superior y la continuidad en  ella debe estar reservado a quien tenga capacidad y ganas de aprender. Ni podemos permitir que se pierda un talento porque su familia carezca de medios, ni que cientos de zánganos malbaraten nuestros impuestos, sean becarios o no. Espero que nadie se escandalice. Durante el período universitario, la obligación del alumno es estudiar ¿No es así? Otros muchachos de su edad trabajan y si no cumplen con sus obligaciones laborales son despedidos y eso es algo que se ve normal. ¿Por qué no aplicar la misma vara de medir a los privilegiados que disfrutan de las mayores oportunidades, pagadas, además por sus conciudadanos?

  -  Debemos estar avisados de que hay todo un mundo de intereses creados a favor el mantenimiento del statu quo: políticos de medio pelo que sacan pecho en las inauguraciones de curso; cuerpos docentes endogámicos nada dispuestos al esfuerzo propio y a "exigir la exigencia"; padres más dispuestos a partirle la cara al profesor que suspendió a su hijo, que a saber qué hace su retoño; funcionarios preocupados por alcanzar los estándares eutopeos de éxito aunque sea convirtiendo en Doctores a analfabetos funcionales, etc. etc. Cambiar las cosas no será fácil.

  - Dentro de estas premisas, por tanto, los niveles de exigencia han de ser altos, porque sólo los mejores tienen derecho a vivir de nuestros impuestos. Y, por eso, los que lo hacen en mayor medida, no deberían extrañarse de que se les ponga el listón a una altura mayor.

  -  Tampoco es de recibo que ciertos docentes, casi siempre aunque no sólo de Escuelas Técnicas Superiores, alardeen de que su asignatura es prácticamente imposible de aprobar a la primera. Si, como es de suponer, la carrera está correctamente programada, (ya ven que soy bien pensado) las asignaturas deben poder aprobarse todas al primer intento. La única explicación posible  de lo contrario es que son peores profesores que sus colegas, y, además, colaboradores necesarios del despilfarro económico. Tal vez haya otra explicación, pero no quiero que nadie piense que estoy llamando sádico a quien se ocupa de formar a nuestras jóvenes generaciones Y ya de puestos ¿Alguien se ha preocupado de establecer criterios que permitan evaluar si nuestros docentes dan la talla? Porque serán exigentes, pero la Universidad en la que enseñan está cada día más lejos de la excelencia.

Entonces ¿qué nota media debemos exigir?

    ¿Y qué más da? Eliminemos la posibilidad de repetir curso se tenga beca o no, apartemos del sistema a los docentes incompetentes; Cerremos (sí, cerremos) los Centros que no sean necesarios, Reeduquemos a la ciudadanía en el respeto a los profesionales que no hayan pasado por la Universidad y en una reunión de media hora, los Rectores que quedaran entonces y el Ministro que hubiera ese año se pondrían de acuerdo. 


viernes, 5 de julio de 2013

Cosas que pasan

El viaje de Evo Morales.
 
 
   Para que nadie me tome el número cambiado: no me gusta Evo Morales; no me gustan ni Maduro, ni la Kirchner, ni cualquier otro aspirante a Caudillo que no suelen ser sino demagogos tramposos, populistas sin demasiados escrúpulos a la hora de saltarse a la torera la legalidad, utilizando como coartada el recurso al imperialismo predador que chupa la sangre a sus pueblos. Y, para aclarar más aún lo que quiero decir, que quede muy claro que mi falta de aprecio por personajes como los citados, no radica en su ideología real o supuesta (hablar del izquierdismo de la mandataria argentina es un despropósito) sino en, como decía, su falta de escrúpulos a la hora de manipular las bajas pasiones de pueblos en general poco o nada informados y, llegado el caso, cuadrar sus maltrechas cuentas públicas con el expolio de propiedades extranjeras.
 
 
    Dicho eso, no quiero pasar por alto el asombroso espectáculo que hemos dado al Mundo y a la Historia algunos de los países europeos que blasonamos de ser el paradigma de la democracia y de la civilización.
 
  Veamos: parece ser que en la zona internacional del aeropuerto de Moscú, reside temporalmente un fulano que un día trabajara para los servicios secretos estadounidenses y que, otro día le dio por revelar al mundo algunas de las curiosas prácticas a las que se dedicaban él y sus congéneres: a espiar no sólo a sus enemigos, sino  también a sus amigos y aliados, ya fueran Gobiernos o meros  ciudadanos.
 
    Barak Obama, ese bluff cuyo acceso a la Presidencia algunos saludamos con esperanza, no sólo no se ha disculpado con sus espiados socios, sino que ha justificado su insólito proceder y ha declarado la guerra a su desleal empleado ¡acusándolo de espionaje! A partir de ahí, parece que el hombre está encontrando algún que otro problema para asilarse en lugar seguro.
 
    Putin, otro "demócrata", debe de pensar que mejor no dar facilidades, no vaya a ser que alguno de sus propios empleados siga el ejemplo y nos venga a contar qué se cuece en el Kremlin. Mr. Cameron, tampoco parece en las mejores condiciones de salir en defensa del derecho de asilo, porque, por lo visto, también tiene sus trapos sucios que mejor no airear. ¿Y los demás?
 
    Cambio de carril. El Señor Evo Morales, con el que podremos estar o no en sintonía, pero que es el primer mandatario de un Estado supuestamente soberano ha pasado un quinario para poder llegar a su casa en su avión presidencial. Retenido trece horas en Viena, imposibilitado de tomar tierra en media docena de países, también más o menos soberanos, con los que mantiene relaciones diplomáticas normales, ha puesto en bandeja a sus conmilitones la puesta en escena de uno de tantos espectáculos anti norteamericanos de los que disfrutan periódicamente.
 
    Vuelvo al hilo: o sea, que el amo del Imperio nos espía cuando y como quiere, lo justifica en base a la seguridad de su país, (cuyos ciudadanos, por cierto, parecen admitir sin rechistar la injerencia creciente de los poderes públicos en sus vidas privadas en aras de esa falacia de darles a elegir entre seguridad y libertad) y en vez de pedir disculpas ordena a sus virreyes provincianos que al enemigo ni agua y que ay de nosotros si nos da por ayudar a quien él sospeche que pueda estar echando una mano a su desleal espía. Todo esto que escribo no debe de ser sino el fruto de mi desbocada imaginación, porque Mr. Obama ya ha asegurado que él no ha indicado a nadie lo que tiene que hacer.
 
    Hubo un tiempo en el que Europa presumía de haber civilizado al mundo, y, España en concreto, de haber descubierto, desarrollado y difundido el Derecho de Gentes. Ese tiempo ya pasó. El presente es de quienes ejercen el poder sin demasiadas florituras, ya sea desde Washington, en medio de la Madre Rusia, o desde Beiging (antes llamado Pekín). Como era de esperar el Señor Obama es hoy un poco menos popular que hace una semana en el cono Sur de su Continente. Parecía difícil, pero lo ha conseguido.