martes, 24 de junio de 2014

La desfachatez como norma: la Reforma Fiscal.
 
Una mentira repetida el número suficiente de veces, se convierte en verdad (J. Goebbels).
 
Estoy dispuesto a admitir que alguien sea un estúpido, pero me saca de quicio que me tomen a mí por tonto, así que, Sr. Rajoy, Srª Cospedal, Sr. Montoro y demás Jerarcas, Subjerarcas, turiferarios, voceros y palmeros: La reforma Fiscal de la que alardean sube los impuestos a la clase media y a parte de la clase trabajadora, es decir, a la gran mayoría de los contribuyentes.
 
Ustedes lo saben, deberían saber que muchos lo sabemos también, y no tienen derecho a abusar de que sólo ustedes tengan el micrófono. Y dejen de presumir de que, además, sacan pecho y resisten a la presiones de Bruselas para rompernos el espinazo a golpe de impuestos. Cuando La Unión Europea truena, ustedes se bajan los pantalones.
 
En ética y en política hay algo que se acerca al mal en estado químicamente puro: hacer pasar el mal por bien. Antes o después termina por pagarse.
 
¿Bajada de impuestos para quién?
 
-  Para las grandes y medianas empresas que ven reducido el impuesto de Sociedades.
 
- Para los preceptores de rentas superiores a los 60.000 € al año, que por vía de la reducción de tramos cotizan menos que antes, aunque sus ingresos sean de dos millones de € al año. O sea: Un Ingeniero de 5.000 € al mes, tributará al mismo tipo que el Presidente de cualquiera de los grandes Bancos o que Messi, Ronaldo o Neymar.
 
- Para quienes tienen ingresos mínimos (y de eso no seré yo quien me queje).
 
- Para algún que otro caso excepcional, siempre que no se vean afectados por la restructuración del capítulo de exenciones, que es algo que hay que mirar con lupa, o por el efecto de los Impuestos Especiales, o por los caprichos de Ayuntamientos Turísticos o de CC.AA. con ideas propias respecto a sus fuentes de financiación.
 
¿Y los demás, pierden? Sólo tres ejemplos y una reflexión.
 
- Un pensionista con pensión máxima, es decir, alguien que tras 40 años de cotización percibe una pensión que reduce sus ingresos a la mitad, pagará más impuestos que antes de la reforma.
 
- Una muy pequeña empresa, verá incrementado el Impuesto de Sociedades para alinearlo con el Banco de Santander, Telefónica, Repsol o Enagás. Café para todos.
 
- Un trabajador que sea despedido, no sólo cobrará una indemnización de menos de la mitad de antes de la crisis, sino que en 9 de cada 10 casos, tributará por la indemnización.
 
- O me he vuelto sordo de repente, que todo puede ser, o es que nadie de los que citaba (Montoro, Rajoy, Cospedal y el resto de la banda) hablan de  medidas para eliminar o, al menos, reducir el fraude. ¿Por qué tendré la sensación de que los grandes defraudadores viajan en el mismo barco que los beneficiados por la Reforma Fiscal?. Debo de ser un mal pensado incorregible.
 
 
 
En resumen:
 
- Nuestros gobernantes siguen mintiendo con total impunidad.
 
- Esta reforma es otro ladrillo más en el muro que divide a quienes protege este Gobierno, de quienes soportan el coste de sus ocurrencias.
 
- Lo electoralista no es la reforma, sino la desvergüenza con que nos están tomando el pelo.
 
-  Si van a seguir por este camino "Virgencita, Virgencita, que me quede como estoy".

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