martes, 24 de marzo de 2015

Andalucía votó
 
Y los ciudadanos emitieron su veredicto.
 
No vale la pena reproducir los resultados exactos; basta con decir que por primera vez en muchos años, tal vez la única que yo recuerde, al caer la noche electoral los líderes de los Partidos no se han considerado todos ganadores.
 
Es verdad que Susana Díaz afirma que ha ganado las elecciones, y es cierto, aunque con los matices que ella misma reconoce. En cuanto a los demás, sólo Ciudadanos se siente feliz con sus 9 escaños, los mismos que tiene en el Parlamento Catalán, la primera vez que concurre a unos comicios fuera de su territorio fundacional.
 
En ocasiones como ésta, antes de analizar resultados, buscar explicaciones, perderse en justificaciones, sacar conclusiones para las próximas contiendas, hay algo que no debe olvidarse: si el proceso ha sido impecable, y lo ha sido, los resultados han sido los que han querido los votantes y ellos han tenido sus razones, más allá de las predicciones de las encuestas, e, incluso, de lo que esperaban los propios Partidos.
 
Y los políticos hablaron.
 
El PSOE, por boca de Susana Díaz,  después de considerarse ganadora -lo ha sido-, recuerda que querían la mayoría absoluta y no la han conseguido. De hecho, aunque no lo diga, sabe que el PSOE, pese a los resultados, ha perdido votos.
 
A renglón seguido añade que no pactará con nadie, que su pacto es con los andaluces -buena frase- y que gobernará (o lo intentará, añado yo) en minoría. No es el primer caso, y por lo que luego diré, a mí me parece que lo que hace la líder del PSOE es adelantarse a los acontecimientos y asumir que los pactos, por unas u otras razones, son poco menos que imposibles.
 
Las declaraciones del Partido Popular, ofrecen un ramillete de opiniones divergentes, sabrosas unas, razonables otras, insólitas las de más allá, y hasta incomprensibles en alguna ocasión. Rajoy, como de costumbre está tan callado como si su Partido no hubiera salido del proceso sin plumas y cacareando. Es su manera de hablar: no decir nada. Cierto insultador profesional ha dicho que Rajoy está muerto pero no se atreven a decírselo
 
El Sr. Merino (Creo que ha sido él) declaró en la misma noche electoral, que Susana Díez había perdido las Elecciones porque no había obtenido mayoría absoluta. Premio Membrillo para el declarante.
 
Dª Esperanza Aguirre, Condesa de Bornos y Grande de España, achaca la debacle a que el candidato andaluz había sido elegido a dedo para la candidatura. Alguien le ha recordado que ella también ha sido nominada para las Elecciones a la Alcaldía de Madrid por el mismo procedimiento, tan habitual en su Partido, por otra parte. ¿Está presintiendo que a ella le puede pasar lo mismo, o es que hay dedos de más de una categoría?.
 
El Sr. García Margallo, Ministro de Asuntos Exteriores, parece ser el único (al menos de los que he oído) que ha dicho cosas sensatas: "Hemos perdido, y los resultados han sido muy malos". Otros, barruntan que los votos perdidos se han ido a Ciudadanos, o a Podemos. Hasta hay quien ha dicho que la culpa la tiene la abstención, y estos aciertan: si todos los que se quedaron en casa, todos, hubieran votado al PP, éste habría ganado por goleada. Claro que lo mismo podría decir cualquier otro Partido.
 
Y dejo para el final, la perla entre las perlas: la declaración del Sr. Floriano: "No somos perfectos. Si lo fuéramos, seríamos de izquierdas". Lo leí tres veces, y eso fue lo que dijo. No lo entiendo. ¿Es un submarino de la izquierda, pretendía hacer una gracia, o hay una facción dadaísta en el PP?
 
Ciudadanos, a través de Albert Rivera, se muestra exultante y con razón, y anuncia que no pactará con el Partido Socialista. Incluso, para "descolgar el teléfono", pone sus condiciones: expulsión previa de las filas del PSOE de Chaves y Griñán, listas electorales abiertas y Primarias en todos los procesos electorales. Por lo que luego diré, me parece una postura inteligente, largo placista y rentable.
 
A Podemosa su candidata y a cuantos se les ha oído en estos días, se les percibe cariacontecidos y un tanto desencantados. Esperaban más. Esperaban barrer al PP, desarbolar al PSOE y liquidar a Izquierda Unida. Esperaban gobernar. Tal vez haya llegado el momento de que empiecen a saber que no es lo mismo sumar descontentos que recoger votos.
 
Izquierda Unida, comedidos en las formas, lamen sus heridas y abrirán un proceso de final imprevisible. Siempre existirá su forma de ver la política, de analizar la realidad y de proponer soluciones. Todo lo demás, el modelo de organización, la elaboración de los mensajes, el modo de hacerse oír, tendrán que reelaborarlo. Una vez más, volver a empezar.
 
Unión, Progreso y Democracia o Dª Rosa Díez, que viene a ser lo mismo, creo que no está contenta con el resultado, pero no se le ha pasado por la cabeza dimitir ni por asomo. Que su Partido acabe por poder reunirse en Asamblea en una cafetería, parece importarle poco. No he oído ni una sola referencia al posible castigo sufrido por negarse a la unión con Ciudadanos, pero la autocrítica no parece que haya sido nunca su fuerte.
 
Yo también puedo hablar.
 
¿Ha ganado el PSOE o ha perdido el PP? Si el Partido Socialista ha perdido algunos miles de votos y, pese a todo ha dejado tan atrás al PP, es que la distancia entre ambos la marca la pérdida de apoyo del PP. ¿Y eso por qué?
 
-  Mi primera conclusión es que, por extraño que parezca, la corrupción en España no está penalizada electoralmente. Gürtel + Bárcenas equivale a ERE's + Cursos de Formación. Es doloroso que así sea, pero infinidad de votantes siguen fieles a sus siglas, por muchas fechorías que se conozcan de ellas. Piensan que peor son los otros.
 
-  Luego, si eso es así, y además el PP no ha tenido nunca responsabilidades políticas en  La Junta de Andalucía, es evidente que la penalización electoral viene de la política nacional: recortes de derechos sociales, privatizaciones, sanidad pública y educación agredidas, cargas de la crisis distribuidas de forma sangrante a favor de unos pocos y en detrimento de muchos. Y, además, ha mentido por sistema, y, lo que es peor, nos han tomado por tontos una y otra vez y no lo somos. Lo que ocurre es que sólo nos dejan hablar cuando votamos. El Partido Popular debe saber que, si eso es así, la marea podría no haber hecho más que empezar. ¿Podrán arreglarlo? ¿Cómo, dando marcha atrás? Imposible, me parece.
 
- Otras razones periféricas, como atribuir el descalabro a que el PP ha incumplido algunas de sus más notorias promesas, Ley del Aborto por ejemplo, son tan boreales que sólo caben en comentarios de La Razón.
 
¿De dónde han salido los votos? Olvidemos la abstención, porque ha sido menor que en las pasadas Elecciones Autonómicas. Además, por definición, si hay algo lindante con lo imposible, es interpretar los silencios.
 
El Partido Socialista, ha mantenido el núcleo duro de sus votantes incólume. Es posible que por la izquierda haya perdido algunas decenas de miles voto que se haya ido a Podemos, pero podría haberlos compensado en parte por algún ex votante Popular que sin saber muy bien qué era Ciudadanos, haya acudido a siglas conocidas. El saldo en votos es ligeramente negativo aunque su rendimiento en escaños haya permanecido en la misma cifra.
 
El Partido Popular, se ha desangrado a favor de Ciudadanos y como decía, de algunos que hayan cambiado su voto al PSOE. Dudo mucho que Podemos haya sacado tajada de la debacle popular, porque la distancia entre ambas formaciones en todos los aspectos es tan grande, que de haber habido casos, han de ser estadísticamente simbólicos.
 
Podemos ha cometido algunos errores de bulto en la campaña: anunciar que de ganar sometería a referéndum la celebración de la Semana Santa tal como ahora la conocemos, sólo podría habérsele ocurrido a un demente. Pero, sobre todo, en mi opinión, Podemos, tiene dos problemas: uno, que sus dirigentes no están resultando tan ejemplares como parecían, y otro que, como ya dije, es más fácil sumar descontentos con el estado actual de las cosas (y las Europeas es un buen momento para expresarlo) que convertir a los descontentos con los demás en votantes de uno mismo. Si, además, aparecen signos de divisiones y desacuerdos internos, la tendencia a la baja podría continuar.
 
Pese a todo, ser la tercera fuerza sólo se consigue a costa de los demás: de Izquierda Unida, es evidente, porque es la formación ideológicamente más afín, por mucho que Podemos hable a veces de interclasismo o de "transversalismo".
 
Ciudadanos, el gran vencedor, ha succionado la inmensa mayoría de los votos perdidos por los Populares, y puede haber recibido algunos miles de ex votantes socialistas. Su líder no insulta, es comedido, habla bien, y tiene visión a largo plazo: estas Elecciones no pueden hacerle perder de vista que en lo que queda de año, se le espera en otras tres citas. ¿Para qué dejarse ahora engatusar con dos o tres Consejerías, él que blasona de estar por encima de cualquier escándalo? El tiempo puede ofrecerle en bandeja los despojos de UPyD, sin tener que sufrir a su líder, y tiempo es lo que necesita para curtirse en peleas más duras, que vendrán.
 
¿Qué puede hacer ahora Susana Díaz?
 
Sólo una cosa: intentar gobernar en solitario. Será elegida cuando corresponda y a partir de ahí pactar con el PP algo así como "La Gran Coalición" sería un suicidio político de cara a las próximas citas electorales; un acuerdo con Podemos, sería soportar el abrazo del oso que dudo le consintieran sus propias bases y, por lo que se refiere a Ciudadanos, este Partido ya ha dicho lo que tenía que decir: no habrá pacto, salvo condiciones incumplibles. Ni qué decir tiene que la vía Izquierda Unida, sería una incongruencia con los motivos alegados para adelantar las Elecciones, y, lo que es peor, seguirían sin darle la mayoría absoluta.
 
Ha llegado el momento de los políticos con cintura capaces de apoyar hoy propuestas de quien mañana, en ocasión diferente, no podrá ser tu compañero de aventuras.
 
¿Y después, qué nos espera?
 
Pasará la crisis, las aguas volverán a sus cauces, aunque algunas conquistas que tardaron un par de siglos en conseguirse no las volvamos a ver en varias generaciones, y en España gobernará quien domine el centro. Por sí mismo, o pactando con quien en él sea fuerte. Pero ésa es otra Historia
 
Y sin que se  tome como un final a favor de quien dijo la frase, no me resisto a no citar lo que oí hace dos días a Albert Rivera: el día que comprendamos que los votantes de Ciudadanos, del PP y del PSOE no somos enemigos sino miembros de un mismo colectivo con problemas comunes, estaremos en condiciones de resolverlos" (más o menos, que tampoco aseguro su literalidad). Por mi parte añado a los votantes de los restantes Partidos que pongan la democracia por delante de sus proclamas. 
 
 
 
 
 
 

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