Hipocresía: dos ejemplos de lo políticamente incorrecto
Aborrezco lo políticamente correcto.
Siempre me ha parecido un ejercicio cínico, tramposo, destinado a enmascarar la imposibilidad o la falta de voluntad de arreglar un problema.
El invento nos llegó de los Estados Unidos, herencia anglosajona de hipocresía y ñoñería: ¿Tenemos un problema de segregación racial? Pues dejaremos de llamar negros a los negros. Desde ahora son afroamericanos. Podremos seguir matándolos a tiros sin mayores problemas, pero abandonemos los términos "ofensivos" (Por qué negro es ofensivo y blanco no, sólo se explica si "negro" se asocia a esclavitud, pobreza, marginalidad, etc.)
Allá por los años 60, los tecnócratas importaron la idea entusiasmados y así las criadas pasaron a ser empleadas del hogar, los porteros empleados de fincas urbanas, los peritos, ingenieros técnicos, y los maestros, profesores de EGB. Sólo les faltó llamar a los Párrocos, Obispos Técnicos de Grado Medio. (El pueblo, más sabio que sus gobernantes, reservó el término "maestro" para los que de verdad ejercían un magisterio indiscutido y para los grandes de la tauromaquia). Por supuesto, no se subieron los sueldos de empleadas del hogar y demás compañeros rebautizados.
Como ahora: cualquier mindundi metido a político dirá siempre compañeros y compañeras, lo que aparte de ser una patada al idioma no comporta, ni mucho menos, igualdad salarial.
En resumen: hipocresía + cursilería = políticamente correcto.
1).- El espinoso asunto de la financiación de los Partidos Políticos.
Cómo lo estamos haciendo
En el sistema español linda con la legalidad aportar fondos privados para la financiación de los Partidos. El principio que sustenta esta rigurosidad estriba en que, por una parte, podría pensarse que quien paga manda y que, por tanto, detrás de la financiación privada hay siempre intereses bastardos. Por otra, se da por supuesto que los Partidos de la derecha siempre disfrutarán de mayores y más abundantes recursos. (Curiosamente, esa idea la defiende la derecha con sospechosa vehemencia)
Veamos:
1).- Una cosa es financiación privada y otra muy distinta, descontrol en cuanto a las fuentes de financiación (luego volveremos sobre este tema).
2).- Dar por supuesto que riqueza y generosidad son términos sinónimos, contradice la esencia misma de los procesos de acumulación de capital.
3).- Muchos pocos superan a veces a pocos muchos. Hay ejemplos suficientes.
4).- La publicación de una Ley no garantiza por sí misma el cumplimiento de lo prescrito.
Lo que está fuera de toda duda es que la regulación actual se ha incumplido de forma sistemática y generalizada, dando, por otra parte, lugar a fenómenos colaterales aún más dañinos que el mero incumplimiento de la Ley: si la práctica está prohibida, el incumplimiento ha de ser clandestino, lo que imposibilita no sólo el control público, sino, en ocasiones, también el del propio Partido sobre sus finanzas.
¿Hay alternativas?
No soy de los partidarios, por su inutilidad, de inventar la bicicleta. Es más cómodo acudir a la tienda y comprarla. Dicho de otra manera ¿Cómo se hace en otros países?
Hace algunos años, asistí en Panamá a un desayuno electoral. Estaba yo en el país por razones profesionales y fui invitado al citado desayuno previa información de que mi cubierto, visto el volumen de negocio que se nos suponía en Panamá, sería de 10.000 $. Ante mi cara de sorpresa, mi invitante me aclaró que se me daría un recibo oficial de la aportación y de que su importe podría deducirlo fiscalmente de los beneficios que la empresa, por cuya cuenta yo viajaba, pudiera obtener en los próximos 5 años. "La contabilidad de estos eventos y de cuantas aportaciones se realicen a los Partidos, son públicas. Aquí partimos de la premisa de que el ciudadano tiene derecho a ayudar a quien mejor defiende sus propias ideas".
O sea: En vez de voluntarismo, realismo. En vez de clandestinidad, transparencia. El ejemplo, por descontado, no es exclusivo de la República de Panamá.
No obstante, en aras de lo políticamente correcto ("nuestro Partido no tiene nada que ocultar; toda nuestra actuación está dentro de la Ley") nadie en España se atreve a proponer el cambio, porque no quiere correr el riesgo de que le acusen de vaya usted a saber qué, ni acaso quiera dejar de tener acceso a fuentes de financiación ¿digamos que dudosas, o pasamos de lo políticamente correcto y las llamamos fraudulentas en corto y por derecho?
2) Un segundo asunto: el lamentable accidente en Marruecos de tres espeleólogos.
Mis condolencias sinceras para las familias de los fallecidos. Lo digo absolutamente en serio y no como una especie de coartada ante lo que va a seguir.
Hechos que parecen probados:
- Tres experimentados espeleólogos españoles, se desplazan a Marruecos, a un cañón, parece ser que el más peligroso del Atlas para desarrollar las actividades propias de su deporte.
- El viaje es de carácter privado.
- A consecuencias de un accidente, uno de los expedicionarios muere en el acto, y otro más fallece cinco días después, sin que se le pudieran prestar los auxilios necesarios para rescatarle con vida.
- Se solicitó autorización a las autoridades marroquíes para que la operación de rescate pudiera llevarla a cabo un equipo español, pero el permiso se demoró tanto, que cuando se quiso actuar, fue tarde y nada se pudo hacer por salvar la vida del segundo de los accidentados.
- El Ministerio del Interior español, envía un avión oficial para la repatriación de los cadáveres y del superviviente.
- El Ministro de Exteriores se comporta de acuerdo con su cargo y no deja entrever si ha habido o no responsabilidades, ni, si las hubo, a quién hay que exigírselas.
- El Ministro del Interior, recibe a pie de avión al superviviente.
Cosas que se me ocurren:
- La Asociación a la que pertenecían los espeleólogos, que califica el hecho de asesinato, por cuenta de Marruecos, se entiende, ¿Había estudiado el plan a seguir en caso de que algo saliera mal. Por ejemplo asegurarse de que podrían contar con ayuda española, ya que iban a Marruecos, no a Suiza o a Austria?
- Los afectados eran expertos en este tipo de actividades. ¿Es que nadie cayó en la cuenta no sólo de las dificultades técnicas de la operación sino del entorno en el que iban a moverse? Marruecos es lo que es, tiene su propio orden de prioridades y es, sin duda, un país soberano. Este tipo de situaciones, o se arreglan de antemano o puede pasar lo que uno menos quiere.
- Quedamos en que era un viaje privado. Si a alguno de ustedes les da por visitar Etiopía y en el curso del viaje sufre una apendicitis ¿Cree que es responsabilidad del Gobierno Español mandarle un avión medicalizado para su repatriación, y obligación del Gobierno etíope autorizar la entrada del aparato, médicos y enfermeros? Y si, impensable pero posible, hubiera llegado avión, médicos y toda la parafernalia ¿sería sensato cargar el coste de la operación al Erario Público, si se trataba de un viaje privado?
- ¿Los servicios exteriores del Gobierno -Ministerio de AA.EE., Embajada, Consulado, etc. han hecho todo lo debido y en el momento adecuado, o no?
- El suceso ha tenido una enorme cobertura mediática y por si fuera poco, estamos en plena vorágine preelectoral. Si no fuera así ¿Están ustedes seguros de que el Ministro del Interior en persona, desatendiendo otras funciones más propias de su cargo, habría acudido a recibir al superviviente y a los cadáveres de sus infortunados compañeros?
En resumen, una vez más, hipocresía de las Autoridades y desmesura generalizada en cuanto al enjuiciamento de los hechos. Sólo falta que alguien cuelgue en las redes el slogan "Todos somos espeleólogos".
Y, por último, tengo la impresión de que ni mis opiniones sobre la financiación de los Partidos, ni lo que pienso sobre el terrible accidente del Atlas, me van a granjear demasiadas amistades. ¡Qué le vamos a hacer! gajes de ser políticamente incorrecto.
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