miércoles, 26 de marzo de 2014

"Lo profundo es el vacío. Senderos hacia...la nada"
 
La exposición de Manuel Hernández en Villajoyosa.
 
 
Manuel Hernández.
 
Manuel Hernández es un arquitecto que pinta o un pintor que es, además, arquitecto. Eso depende del punto de vista de cada uno, o del momento vital al que nos vayamos a referir. Por lo que a mí respecta, creo que estamos ante un humanista con profundos conocimientos teóricos y prácticos en ambos campos, estudioso de La Cultura, que cuando proyecta una construcción, o cuando se pone ante un lienzo, un cuaderno o un montón de materiales diversos, entiende la creación como un ejercicio de reflexión, piensa en la obra a ejecutar como un todo armónico y se eleva a los orígenes, las razones y el significado del Arte a través de la Historia.
 
No importa de qué obra se trate, Manuel Hernández la afronta como un proceso de introspección, para terminar por darle un sentido acorde, antes que nada, con su personalísima manera de estar en el mundo.
 
Hace algunas semanas, el 6 de marzo, tuve el placer de asistir a la enésima exposición de una pequeña parte de sus pinturas. Eligió Villajoyosa, lugar del que podría decirse que es su segunda patria chica, y allí, en El Centro de Arte Contemporáneo, expuso dos colecciones de sus obras. Tuvo el acierto de mostrarlas en dos salas tan distintas, como diferentes son el estilo, los materiales y las técnicas utilizadas en ambas. Diferencias que, al final no son sino variaciones sobre el mismo tema.
 
 
 
 Una perspectiva de Villajoyosa de entre las muchas que podría haber elegido
 
Manuel Hernández ilustró la presentación de sus obras con una brillantísima conferencia sobre el tema común  de la muestra, pese a la aparente diferencia entre las dos series de cuadros que expone: el vacío. ¡Lástima de no poder reproducirla aquí en su totalidad!, porque aseguro que escucharla fue el mejor modo de abrirnos la mente para comprender por qué, cómo y para qué pinta. La tituló de la misma manera que yo he hecho con esta entrada: "Lo profundo es el vacío. Senderos hacia... la nada".
 
Permitidme, no obstante, que hable antes de su parlamento que de su pintura, porque estoy seguro de que ello contribuirá a comprender mejor lo que luego diré.
 
El vacío es un concepto que no sólo no le resulta ajeno, sino que, por el contrario, está presente en toda su obra. Hace algunos meses tuve la ocasión de contemplar otra muestra de su particular interpretación del citado concepto, ante una serie de obras alejadas -también en apariencia- de lo que ahora he visto. Composiciones tridimensionales a partir de elementos sencillísimos, papel, colores entre los que dominaba el blanco, madera y poco más, le llevaron a resultados mágicos. Di cuenta en su momento de esta exposición en este mismo blog y ahí está disponible para quien tenga curiosidad de brujulear en la trayectoria de este artista singular. 
 
"Si no existiera el vacío, los cuerpos no tendrían donde estar ni donde moverse", decía Manuel al principio de su intervención. A partir de esta premisa nos fue llevando a través del tiempo, desde la Prehistoria -pinturas rupestres, petroglifos, monumentos megalíticos, especialmente los cromlechs-, hasta las vanguardias contemporáneas, deteniéndose en aquellos creadores de los que se declara admirador y, tal vez, seguidor consciente o inconsciente: Oteiza, con quien comparte la obsesión por el vacío, Klee, Miró y, cómo no, Rothko al que me ha ayudado a comprender.
 
Especial interés me suscitó su profundo análisis de la presencia del vacío (si se me admite el oxímoron) en una obra universal, "tal vez la más comentada de la Historia de la Pintura", Las Meninas de Velázquez, cuadro que a primera vista parece "lleno" de figuras, pero que, a partir de su conferencia, veré ya para siempre desde otra perspectiva: el uso inteligente, asombroso que el maestro hace del vacío.
 
Deambuló antes por el modo chino y japonés de concebir la pintura, y su relación con el sempiterno tema del vacío: la economía de medios, el porqué de la monocromía, de saber centrar la composición nada más que en lo esencial, lo que explica por qué hay tanto espacio libre en las obras orientales. La sujeción de este arte a conceptos y principios esenciales ("la existencia de todo individuo debe tender a una elevación del espíritu hacia el vacío trascendental, hacia la nada". "El vacío es silencio y para meditar es necesario el silencio"). Qué duda cabe: el silencio es, también, vacío. He vuelto a leer ahora el texto completo de la conferencia y me ha venido a la memoria la conocida frase de Sartre, "el hombre es un ser absurdo en camino hacia la nada", tan próximo y tan diferente a la visión taoísta de la vida.
 
Las pinturas del Salón Don Pedro.
 
Justo en la misma sala donde le escuchamos, expone Manuel una serie de dibujos de los que el artista comenta que los ha llevado a cabo en base a tres principios:
 
- Economía de medios, ya que sólo utiliza papel, tinta y pluma,
- Color monocromo, papel blanco y tinta negra, y
- La esencia de las cosas: "dibujo lo que veo y siento en el motivo".
 
 
 
 
Debo decir que ya conocía el cuadro, ("Sendero") pero que sólo a partir de lo que acababa de escucharle, entendí el sentido del vacío en un cuadro en apariencia tan saturado de detalles.
 
Mucho más fácil es, desde luego, percibir la ausencia de casi todo en esta segunda muestra de la serie que Manuel titula "Paisaje". A mí me parece sobrecogedor. El peso de la nada que reflejan los tres cuartos superiores del cuadro, abruman. Mis emociones ante esta composición me llevan muy cerca de lo que sentí la primera vez que entré en el Museo del Prado y me detuve, hace más de medio siglo, ante la cabeza del perro mirando al infinito que pintó Goya. 

La muestra en la Galería del EAC.

La segunda serie de pinturas, parecería que han supuesto un giro de 180º en las concepciones artísticas de Manuel Hernández. Nada de eso.



El salón donde se expone la serie de pinturas en pastel
 
 
Es un acierto haber separado el espacio físico de ambas colecciones y haber podido disponer de dos ambientes tan distintos. Tener que andar unos cuantos pasos para ir de una sala a la otra, predispone la mente a dejar en la memoria lo que se ha visto, antes de afrontar nuevas experiencias.
 
La sencillez desnuda, minimalista, limpia, abierta, del segundo espacio, enmarca a la perfección el carácter de esta otra colección: pasteles sobre papel, abstracción pura, desarrollando de nuevo, el tema común de la Exposición: el vacío.
 
Obras como las que incluyo a continuación, ilustran mejor que cualquier cosa que yo pueda decir, lo que Manuel ha pretendido con esta magnífica serie de cuadros, impresionantes en su aparente sencillez, y cuya textura -imposible de reproducir aquí- forma parte esencial de la propia obra.
 
 


 
 
Creo que este tríptico, cuyo parecido con los originales no es más que aproximado, por cuanto que en la fotografía se pierden los matices, el tono exacto de los leves cambios de color, los sutiles degradados, las texturas, las ganas irreprimibles de tocarlos para disfrutarlos en toda su plenitud, es la demostración de cuanto quiero decir: que estamos ante un artista singular, cuya sensibilidad corre pareja con su dominio de las más diversas técnicas, y cuyos conocimientos enciclopédicos de artes tan conectadas como pintura, escultura, arquitectura y literatura, están siempre al servicio de la creatividad y de la fidelidad a él mismo.
 
 

He dejado para el final esta obra que a mí me impresionó más que ninguna otra. Manuel Hernández, o eso me parece a mí, refleja en este cuadro algo de lo que habló mientras nos acompañaba detenidos ante alguno de sus cuadros. Él gusta, me decía, de pasar horas mirando desde su terraza la línea del horizonte, allá donde la mar se confunde a veces con el cielo. Allí donde el paisaje cambia constantemente. Allí donde, decía él, es más palpable el vacío.
 
 
 
Sin título

Es quizás en el ocaso, cuando algún perdido rayo del sol ya desaparecido brilla tenue sobre el mar, cuando uno puede imaginar de dónde obtiene Manuel la inspiración para lo que pinta. En un horizonte como el que he querido reflejar en esta pobre aproximación a la pintura.
 
 
 
Villajoyosa. El ocaso (que es otra forma de caminar hacia la nada)
 

 
En resumen: gracias, Manuel, por tener el privilegio de disfrutar de tanto en tanto de tu obra. Hasta pronto.
 
 
 
 
 
 
 


martes, 25 de marzo de 2014

Almas gemelas, unidas por el racismo.
 
 
Cada oveja con su pareja:
 
"Evitemos el mortal contagio, mantengamos firme la fe de nuestros antepasados y la seria religiosidad que nos distingue y purifiquemos nuestras costumbres, antes tan sanas y ejemplares, hoy tan infestadas y a punto de corromperse por la influencia de los venidos de fuera". (Sabino Arana, La Patria nº 29)
 
 
"El veneno de las razas extrañas, corroía el organismo de nuestra nacionalidad". (A. Hitler, Mein Kampf, Parte 1ª, Cap. I).
 
"Es preciso aislarnos de los maketos, de otro modo, en esta tierra que pisamos no es posible trabajar por la gloria de Dios". (S. Arana, Bizcaitarra nº 19).
 
"Los pecados contra la sangre y la raza, constituyen el pecado original de este mundo y el ocaso de la Humanidad vencida". (A. Hitler, op.cit. Parte 1ª, Cap. X)
 
"Les aterra oír que a los maketos se les debe despachar de los pueblos a pedradas. ¡Ah, la gente amiga de la paz! Es la más digna del odio de los patriotas". (S. Arana, Bizkaitarra 21)
 
"Así creo ahora actuar conforme a la voluntad del Supremo Creador: al defenderme del judío, lucho por la obra del Señor". (A. Hitler, op. cit. Parte 1ª, Cap. II)
 
"Gran número de ellos (los maketos) parecen testimonio irrecusable de la teoría de Darwin, pues más que a hombres semejan simios poco menos bestias que el gorila: no busquéis en sus rostros la expresión de la inteligencia humana, ni de virtud alguna; su mirada sólo revela idiotismo y brutalidad". (S. Arana, Bizcaitarra 27)
 
"Un Estado racista deberá consagrar el matrimonio como institución destinada a crear seres a imagen y semejanza del Señor y no monstruos mitad hombre, mitad mono". (A. Hitler, op. cit. Parte 2ª Cap. II)
 
"El bizkaino degenera en carácter si roza con el extraño; el español necesita de cuando en cuando una invasión extranjera que lo civilice". (S. Arana Bizcaitarra 29)
 
"La mezcla de sangres y la decadencia racial son las únicas causas de la desaparición de viejas culturas". (A. Hitler, op. cit. Parte 1ª Cap. XI)
 
"De ese roce del maketo con el bizkaino, sólo brotan en este país irreligiosidad e inmoralidad. Eso lo demuestran los hechos y se explica perfectamente". (S. Arana. Bizkaitrra 6)
 
"Toda mezcla de sangre aria con la de pueblos inferiores, tuvo como resultado, la ruina de la raza superior ".(Ídem).
 
"El bizkaino es de andar apuesto y varonil; el español, o no sabe andar, o, si es apuesto, es de tipo femenino.
La fisonomía del bizkaino es inteligente y noble; la del español inexpresiva y adusta.
El bizkaino es nervudo y ágil; el español es flojo y torpe.
El bizkaino es inteligente y hábil para toda clase de trabajos; el español es corto de inteligencia y carece de maña para los trabajos más sencillos.
El bizkaino es laborioso; el español es perezoso y vago". (S. Arana, Bizcaitarra 29).
 
Lo siento, pero no he encontrado en "Mein Kampf" frases con las que comparar estas perlas.
 
Algunos datos y conclusiones:
 
Sabino Arana (1865/1903), escribió lo que he transcrito entre 1893 y 1894. Hitler escribió "Mi lucha" en el presidio de Landsberg en octubre del 24. Es evidente que Sabino Arana no pudo copiar a Hitler.
 
Las consecuencias de la difusión de "Mein Kampf" fueron algo así como entre sesenta y setenta millones de muertos. ¿Qué habría pasado si los vascos y los maketos nos hubiéramos tomado en serio a Sabino Arana?
 
Me llama la atención la religiosidad aparente de ambos "ideólogos". El recurso a Dios parece ser el fundamento último de sus teorías. No hay que engañarse: este procedimiento les deja a cubierto de cualquier crítica. ¿Recuerdan aquello de "responsable ante Dios y ante la Historia"?
 
 
 
 
 
   

lunes, 24 de marzo de 2014

Adolfo Suárez
 
 
¿Por qué esta entrada?
 
Nunca voté ni a UCD, ni al CDS. Valga esta información para valorar en su justa medida cualquier cosa que diga a continuación. Sé que va a resultar difícil escribir algo que no hayan dicho ya voces más autorizadas, tal vez mejor informadas y, desde luego, con mayor categoría que la mía. Voces que, además, es de suponer que tuvieran escrito el obituario desde hace mucho tiempo.
 
Sin embargo, ahora que ya han pasado años suficientes desde que Adolfo Suárez abandonó la política, es el momento de escribir algunas de las cosas que, de haber tenido la ocasión, me habría gustado decirle a él.
 
Nuestra deuda, la de todos, con el ex Presidente.
 
Sí, la deuda, que todos la tenemos aunque haya muchos que hoy callen las barbaridades que han venido diciendo sobre él, porque no es el mejor momento, que ya se sabe que "no hay muerto malo".
 
Suárez no fue un traidor. Nunca se es cuando se actúa en conciencia. Fue un español que supo interpretar la imperiosa necesidad de que su país cambiara de rumbo. Lo hizo casi a la perfección, y no se interprete el "casi" como una crítica negativa o una sombra de duda sobre su actuación, sino como la evidencia de que  ninguna obra humana es perfecta.
 
Cometió errores, cómo no, muchos errores, pero a las personas ha de juzgárselas por el saldo final de su proceder, y éste es tan positivo que pocas veces en la Historia de España y quizás la del mundo pueda verse algún ejemplo de cómo lo imposible se hace realidad en un lapso de tiempo tan corto. Personajes de la talla y la fama de Gorbachov, por ejemplo, lo intentaron más tarde, y hoy sigue sin haber libertades en Rusia. Se dirá que nuestro presente no es demasiado halagüeño y no faltará quien se dedique a buscar las causas de la crisis en la política del primer Presidente elegido por Sufragio Universal, desde la Segunda República. Lo cierto es que nosotros somos ciudadanos y en Rusia se sigue encarcelando o eliminando a la disidencia.
 
Es verdad que no sólo fue Suárez el que logró llevar la Transición a buen término. Esa tarea necesitaba el concurso de miles de personas decididas a poner lo mejor de cada uno, siquiera fuera por un tiempo, al servicio del bien común, y del seguimiento decidido del pueblo en su conjunto, pero, si somos imparciales, creo que en su haber habría que abonar logros como los siguientes:
 
- Logró dinamitar el Régimen de Franco desde la legalidad franquista, en una tarea de convencimiento lindante con lo imposible.
 
- Sobre la base de hacer normal en política lo que era normal en la calle -la frase es suya- se arriesgó a legalizar al PCE, y, como el tiempo ha demostrado, España no desapareció.
 
- Hizo del consenso el método de trabajo en el juego político. El consenso, no la adhesión ciega a las propuestas del Gobierno. No es lo mismo dialogar que sentarse a la misma mesa, ni acordar que consensuar. Consenso implica defender posiciones que pueden no coincidir con las propias pero que, si contienen el mínimo imprescindible de nuestro propio punto de vista, se asumen y se defienden como propias. Es decir, consensuar es abandonar una parte de nuestras posiciones y actuar en consecuencia. 
 
- Aunque sea una consecuencia de lo anterior, fue el impulsor de los Pactos de la Moncloa. Yo estuve en uno de los grupos de trabajo y aún sigo maravillándome del modo en el que el Gobierno planteó la cuestión y de cómo todos defendimos después el contenido de los Pactos. ¿Cuántos sinsabores, cuánto dolor nos hubiéramos ahorrado si al comienzo de la crisis el Gobierno (ya hubiera sido el del PSOE o el posterior del PP) hubiera convocado a todos los Partidos del arco parlamentario a una segunda edición de los Pactos? Pero no, el PSOE salió del Gobierno negando primero y minimizando después la magnitud del problema, y el PP, vista su abrumadora mayoría, dejó bien claro que la única colaboración que entendía era la adhesión sin matices a sus propuestas. Y así nos está yendo. Él, por el contrario, nos dio la pauta y todos hicimos lo mismo: poner los intereses de nuestros Partidos por delante de los personales y los de España por delante de los de nuestro Partido.
 
- Él, Gutiérrez Mellado y Carrillo, pero él el primero, dieron un ejemplo imperecedero de qué es la dignidad y la valentía cuando tú tienes la razón y enfrente te amenaza la fuerza bruta.
 
- Y cuando llegó el momento se marchó sin ruido. A Suárez no le cuadra la conocida frase de Felipe González -"Los ex Presidentes somos como los jarrones chinos: objetos de gran valor que, al final no sabes dónde ponerlos, porque estorban en todas partes"- Se marchó y dejó de interferir en la vida pública. Es de agradecer. Bien mirado, lo mismo que de Suárez podría decirse de Calvo Sotelo o de Rodríguez Zapatero, o sea que sólo el autor de la frase y Aznar son jarrones chinos.
 
¿Y los errores? Tal vez en otra ocasión me dé por escribir sobre ellos. Hoy no es el día.
 
La caída de Suárez.
 
Hubo un tiempo en el que el deporte favorito de la clase política era apedrear a Suárez. Todos nos dedicamos a él con un entusiasmo digno de mejor causa. Hay quien dice que al menos el papel de la Oposición era el lógico. Es posible, pero no tanto como para que no hubiera tenido con el Presidente del Gobierno la misma cortesía, el mismo juego limpio que él tuvo con la Oposición cuando estaba en el Poder. Cierto que lo mismo podría decirse del PP cuando disparaba sobre González desde trincheras y azoteas, pero eso sólo quiere decir, que tampoco el PP estuvo a la altura de lo que habría podido esperarse.
 
En contra de lo que muchos creen, en Política no todo vale. El Poder en sí mismo no es más que una droga adictiva que llega a dominarte de tal manera que se está dispuesto a lo que sea con tal de llegar al Sillón Presidencial cuanto antes. Pero lo cierto es que lo fundamental es tener claro para qué se quiere el Poder, y ahí, en ese punto, es evidente que no vale todo.
 
Pese a todo, los máximos responsables de la caída de Adolfo Suárez se encontraban a su alrededor: los personajes, personajillos, grupos, banderías y camarillas que formaban la UCD. Suárez lideró un Partido cuya ideología era inexistente. Dentro de esa máquina electoral que también le funcionó al principio, había tales diferencias internas, que, como luego se vio, cuando la UCD saltó por los aires hubo militantes suficientes para repartir carnets a izquierda y derecha. Socialdemócratas que no lo eran, azules que seguían siéndolo, demócrata cristianos que en el mejor de los casos sólo eran una de las dos cosas, sólo estaban de acuerdo en que había que acabar con el Presidente, olvidando quién los había hecho llegar hasta donde estaban. Así les fue.
 
¿Y el Rey fue tan leal con Suárez como éste con aquél? La fotografía que tanto ha circulado estos días -el Rey con el brazo sobre los hombros del ex Presidente, andando los dos de espaldas a la cámara, como quienes se acercan al final de algo inexorable- es hermosa. No siempre fue así. Es posible que el Monarca, que tanto recibió de El Duque de Suárez, llegara a pensar que su utilidad había desaparecido. Allá él con su conciencia.
 
En resumen
 
Ha muerto un gran hombre, un gran político y un gran español. La vida no le trató nada bien, pero ha sabido morir, eso hemos oído, como vivió: con la sonrisa en los labios y sin molestar.
 
Si es verdad que la inmortalidad reside en la memoria colectiva, Adolfo Suárez debería tenerla garantizada. Es cosa nuestra hacernos cargo de esa deuda de gratitud. 
 


lunes, 3 de marzo de 2014

Cuidado con la inminente Ley de Seguridad Ciudadana

 
Cuidado con la inminente Ley de Seguridad Ciudadana.
 
 
Algunas cuestiones previas:
 
Suelo ser respetuoso con las opiniones ajenas y con las ideas no coincidentes con las mías. Tanto como espero que los demás lo sean con las que yo tengo. Ocurre, no obstante, que hay ocasiones en las que no es posible gustar a todo el mundo. Circunstancias en las que quedarse en terreno de nadie como forma de congraciarse con Tirios y Troyanos, es el camino seguro para acabar siendo despreciado por los unos y los otros. En definitiva, hay veces que no hay más remedio que "tomar partido hasta mancharse" (¿Quién se acuerda ya de Celaya?) Ésta, en mi opinión, sólo en mi opinión, en es una de ellas.
 
He leído con atención el Anteproyecto de Ley de Seguridad Ciudadana. No me he limitado a dejarme guiar por los comentarios de unos y de otros, favorables, desfavorables o mediopensionistas, y ni siquiera doy por sentado que lo que dice la prensa que dice el Consejo General del Poder Judicial, deba ser asumido, sin más, por cualquiera.
 
En cualquier caso, y para que no queden dudas, esta entrada en mi blog, tiene como finalidad manifestarme alto y claro en contra de un tan alto número de Artículos de la Ley, que a la postre, la descalificación alcanza al texto en su conjunto, salvo que se asumieran tantas modificaciones que la convirtieran en otra. Eso, tal como yo lo veo, es impensable.
 
Ya saben a qué atenerse. Si continúan leyendo es a su riesgo y ventura.
 
Algunas de las posibilidades que se derivan de la Ley.
 
  -  Se podrá denunciar por meras sospechas de que tal o cual actividad, manifestación, reunión, etc., puede suponer un riesgo para la seguridad ciudadana Es decir, se invierte el principio clásico de cualquier ordenamiento jurídico democrático: se presupone la inocencia, no la culpabilidad (peligrosidad en este caso)
 
  -  Las intervenciones policiales están justificados en base a unos criterios tan excesivamente amplios, difusos e inconcretos, que llevan al terreno de la discrecionalidad, y, lo que es peor, la arbitrariedad de quienes ostenten autoridad sobre los agentes de las Fuerzas del Orden. O sea, que si alguien afín al Mando denuncia que tiene la sospecha de que en la manifestación contra lo que sea podría haber riesgo para la ciudadanía, el Preboste de turno puede sacar la Acorazada a reprimir a los que "podrían llegar a ser violentos". No sería de extrañar que, de fin de fiesta, lo que empezó siendo pacífico, termine como el Rosario de la Aurora.
 
  -  Los cacheos a sospechosos se regulan tan someramente, que se da pie para que se lleven a cabo sin el mínimo respeto exigible a cualquier ciudadano, incluso aunque no sea un modelo de convivencia. A ver si se nos va metiendo esto en la cabeza: el buen trato para con los ciudadanos no es un patrimonio exclusivo de la buena gente. Por más que extrañe a algunos, los delincuentes tienen derecho a estar a salvo de vejaciones y malos tratos, sin perjuicio de que, si un Juez los encuentra culpables, penen sus culpas como marcan las Leyes. Este Anteproyecto, por ejemplo, no impediría desnudar a un cacheado en la vía pública. ¿Verdad que nos horrorizamos cuando eso se ve en Siria o en Ucrania? Pues podríamos verlo en la Gran Vía, en las Ramblas o en la Calle de las Sierpes.
 
  -  Los empleados de las empresas privadas de seguridad podrán intervenir en materias de orden público, a requerimiento de quien manda a las Fuerzas de Seguridad. Podrán pedirnos la documentación sin que ellos mismos tengan que identificarse, cachearnos, retenernos y detenernos para llevarnos hasta dependencias policiales. Fíjense: hablamos de empleados de empresas privadas que han sido seleccionados según los criterios de las propias empresas que les ocupan, que sólo han tenido que acreditar no contar con antecedentes penales y haber superado unos tests de idoneidad. No son Policías al servicio del Estado, que han superado unas Oposiciones, que han sido formados para tal función, entrenados durante un período conveniente, y supervisados constantemente. Estos empleados privados, son quienes, llegado el caso podrían cachearle a usted, Señora, que tan predispuesta se ve a aplicar el viejo aforismo de que "quien no ha hecho nada, no tiene nada que temer". ¿Saben ustedes que eso de si ha hecho algo o no va a depender de lo que diga el acta que se levante tras el cacheo y de que esa acta goza del privilegio legal de certeza, o sea que el que no ha hecho nada tendrá que demostrarlo, y no al revés? ¿No? pues piénselo ahora.
 
  -  La Ley, como era de esperar, prohibirá tratar de impedir un desahucio, pero no prohibirá establecer cláusulas hipotecarias abusivas, porque eso, con Notarios de por medio, nunca podrá ser considerado peligroso socialmente. Prohibirá el acoso de los ciudadanos a los políticos, pero no el acoso de los políticos a los ciudadanos.
 
 -  No voy a poner más ejemplos, entre otras cosas, porque tampoco estaría de más que cada uno de los que sientan alguna curiosidad por esta cuestión, le dé una lectura al Anteproyecto: lo tienen disponible en Internet, como en todos los casos de anteproyectos legislativos. 
 
En Resumen:
 
  -  La Ley de Seguridad Ciudadana, soporta una evidente carga ideológica, algo que, por otra parte, habría ocurrido de haber sido otro Partido el que la hubiera preparado. Lo que ocurre es que seguir diciendo con este y otros proyectos de los que por ahí rondan que "somos un Partido Reformista de Centro", es una patraña. Peor aún: es mentir deliberadamente para confundir a la ciudadanía. No pasa nada por ser de derechas. Esa forma de ver España no sólo tiene derecho a existir y a procurar poner en práctica lo que piensa, sino que creo que es imprescindible que exista. Lo que ya no es tan decente es disfrazarse para buscar votos que no les corresponden .
 
  -  Alguna vez he oído comentarios un tanto sorprendidos sobre cómo es posible que un país con las tradiciones españolas no tenga un movimiento organizado de ultraderecha al modo francés, holandés, austriaco o italiano. Error: ese movimiento existe y está organizado. Y lo que es peor, es, en este momento el que dicta las líneas maestras del quehacer legislativo español.
 
  -  No me consta (quiero decir que no he leído el panfleto), pero parece que el Ministerio de Asuntos Exteriores ha aleccionado a su personal diplomático en el extranjero sobre qué debe argumentar cuando salga a relucir la cuestión del Anteproyecto en sus países de destino. Creo que una de las cosas que deben decir es que "la Ley no es para proteger a los políticos, sino a la democracia". Dos comentarios: ¿Han oído eso de Excusatio non petita, acusatio manifesta"? y defender a la democracia ¿de quién? ¿Quién la está atacando? ¿Por qué no nos lo cuentan?
 
  -  ¿No da que pensar que el Consejo General del Poder Judicial, de mayoría conservadora, no se olvide, diga por escrito que, en su opinión algunos de los preceptos del Anteproyecto podrían ser anticonstitucionales? No importa: el Ministro de Justicia, o el de Interior, o el Portavoz Parlamentario de la Mayoría, o todos, terminarán por decir que La ley, si llega a serlo, ha sido aprobada por mayoría absoluta en el Parlamento y que, por tanto, es la más democrática de todas las Leyes del mundo. Lo será, pero a mí me da que, por ese camino, volveremos a bajar la voz cuando hablemos de política, y a mirar detrás de ti por si acaso. Como antes de la Constitución. 
 
  -  El art. 149.1.29ª dice que "el Estado tiene la competencia exclusiva en materia de seguridad pública". Cosa que, por otra parte, es la regla general en los ordenamientos jurídicos de raíz romana: el monopolio del poder coactivo es estatal, sin paliativos. Entonces ¿De dónde ha salido esa idea de delegar en los empleados de empresas privadas funciones que sólo pueden ostentar los Agentes de la Ley? ¿Tal vez de prácticas norteamericanas? Es posible.
 
    Los Estados Unidos de Norteamérica, como todo gran país, tienen muchas cosas dignas de admiración y de emulación: están resolviendo en un tiempo histórico cortísimo el problema racial; nadie como ellos ha sabido crear una sociedad tan dinámica en la que si no hay igualdad completa de oportunidades, han llegado a años luz de por donde están ahora viejos países anquilosados, como media Europa; tienen una soberbia capacidad de autocrítica; valoran la verdad tanto, que mentir es peor que robar. Bien, dejemos que sea eso lo que nos influya, y no su adoración por las armas de fuego, la pena de muerte, su hipocresía derivada de su gen puritano, su obsesión por la iniciativa privada o su incomprensión sobre por qué debe de haber una Sanidad Pública. Así que sí, en los Estados Unidos, pueden existir Cuerpos Privados con funciones públicas.
 
    Y pienso yo si el origen de estas ocurrencias del Anteproyecto no estará en el shock sufrido por cierto ex Presidente de Gobierno, que un día, tras hacerse una foto en algún lugar del Atlántico, fue invitado a su rancho por el Emperador de Occidente, estuvo con él un fin de semana y volvió poniendo ante las cámaras sus botas de vaquero sobre la mesa y hablando con acento tejano. Nunca tan poco tiempo hizo tanto daño en una mente predispuesta.