lunes, 29 de septiembre de 2014

Otro despilfarro municipal
 
Necesidades que no se atienden.
 
Me estoy refiriendo al Municipio de Madrid y a su Excmº Ayuntamiento a cuyo cargo está la atención de una larga lista de competencias muchas de las cuales no se cubren al nivel mínimo imprescindible.
 
 - Árboles de parques y calles han tomado en los últimos meses la feísima costumbre de deshacerse de sus ramas, y hasta de sus troncos, sin preocuparse de si dañan en su caída cráneos o vehículos de contribuyentes.
 
Los responsables de Parques y Jardines aseguran que "estaban recién revisados y nada hacía prever el fatal desenlace que tan preocupados nos tiene a todos". Otros colegas, en voz baja, advierten que los recortes en la correspondiente partida presupuestaria impiden que el personal l cargo de estas funciones esté en condiciones de cumplirla. Recortes, ¿les suena?
 
Calles y aceras de distritos enteros están en un estado próximo al que presentaba Sarajevo el día de después de terminar la conflagración que tanto destrozos hizo. "No hay dinero para reparaciones, salvo las urgentísimas". Los viandantes esquivan socavones, saltan vallas, sortean obstáculos en una gimkana siniestra, jugándose tacones, tobillos y cabezas. Recortes también en mantenimiento viario.
 
Fuentes que llevan meses, años quizás, sin soltar gota de agua; Bomberos que se quejan de la reducción de efectivos y se echan las manos a la cabeza pensando qué pasará en el próximo incendio. Recortes, en definitiva, acaso en mobiliario urbano. 
 
- El servicio de Limpieza, ni está, ni se le espera, al menos en barriadas enteras a poco alejadas que estén del Centro. El personal se queja de escasez de medios y de salarios bajos. Ya hemos soportado alguna huelga no sé si justa o no, pero desagradable para el que ni es Alcalde ni obrero de la limpieza. Recortes, en definitiva.
 
En resumen: la penuria presupuestaria del Ayuntamiento es tal, que carencias como las que he citado tenemos que soportarlas quienes vivimos en Madrid. Ahora empiezo a entender el socorrido "De Madrid al Cielo": sales de aquí y cualquier sitio empieza a parecer el Paraíso.
 
Pero sí hay dinero para cambiar tooodas las marquesinas de las paradas de la Empresa Municipal de Transportes.
 
¿Tan mal estaban las viejas?

¿Es que las nuevas tienen calefacción, hilo musical WIFI gratis, chupitos de orujo a partir de los 5' de espera o asientos relajantes?
 
Juzgue el lector
 
 
 
Éste es un ejemplo de marquesina anterior: un techo traslúcido que protege en parte de la solanera en verano y de la lluvia en cualquier época del año. Asiento corrido metálico y, a la derecha, un expositor donde se da cuenta de líneas y horarios. A la izquierda, espacio para la publicidad.
 
Nada del otro mundo, cierto, pero tan buena como como cualquier otra y mejor que muchas. Y, desde luego, muy lejos de presentar signos de decrepitud que justifiquen mandarlas al chatarrero.

 
 

 
Y justo enfrente, en la misma calle, distrito de Ciudad Lineal, un ejemplo de la marquesina último modelo: techo traslúcido que protege lo mismo que el viejo, plano en vez de abovedado, aunque no se me alcancen las ventajas. Un banco corrido metálico donde sentarse en tanto aparece el Bus. Espacio para informar de líneas y horarios y el consabido panel disponible para la publicidad.
 
Siguen sin ser nada del otro mundo, no incorporan virguerías electrónicas, carecen de los mismos extras que sus predecesoras, y si están mas nuevas es porque están recién estrenadas.
 
¿Por qué se cambian?, ¿Cuánto cuesta la operación? ¿Cuáles de las necesidades antes comentadas podrían haberse cubierto con el coste de la sustitución?

Me sorprende que después de haber terminado de pagar (si es que ya han terminado) la babilónica obra de acondicionamiento del nuevo Palacio Municipal, antes Correos y Telégrafos, haya quedado dinero para gollerías, pero aún debía de sobrar un pico.
 
Barrunto que alguien podría decir que hay un contrato de por medio con el concesionario del montaje, desmontaje y suministro de marquesinas y que, por tanto, no había más remedio que hacer lo que se está haciendo.

Y yo pregunto ¿es que no hay nadie, nadie, entre los miles de funcionarios del Ayuntamiento que sepa cómo solucionar el disparate? Sé que una Alcaldesa, aunque no lo sea por elección, no tiene por qué descender a este nivel de detalle. Incluso me daría por contento si el día que alguien le pregunte por las dichosas marquesinas (que la Oposición está o debería estar en todo y no para de criticar), no conteste que "peor lo están haciendo en la Junta de Andalucía", con la misma sonrisa animosa y eufórica que cuando en Buenos Aires fue a por las Olimpiadas.

Por tanto, no es a ella a quien culpo, sino al responsable del manejo de la partida presupuestaria que corresponda.

Porque él es posible que lo haya olvidado, pero está manejando un dinero que no es suyo. Es nuestro, ha salido de nuestros bolsillos y él cobra su sueldo, entre otras cosas, o, mejor, antes que nada, para administrar nuestro (nuestro, no suyo) presupuesto, como si fuera el suyo, no como si no fuera de nadie, que es lo que parece.

En resumen:

Un nuevo ejemplo de que, a mi modo de ver, hemos despilfarrado más dinero por incompetencia que lo que se han llevado a su casa los mangantes cuyos nombres están en la mente de todos.

Que nadie entienda que defiendo a los ladrones. Lo que digo es que aún nos cuestan más caros los necios.

 
  

miércoles, 24 de septiembre de 2014

La Gran Esperanza Blanca y la Ley del aborto
 
Cuando Gallardón pisaba fuerte.
 
Hubo un tiempo en que Alberto Ruiz Gallardón era visto como la gran alternativa centrista liberal del Partido Popular. Los recelos que despertaba en el ala agreste del PP se compensaban con creces con las simpatías que suscitaba en el centro de su Partido y entre quienes siempre dudan si votar a la derecha o a la izquierda.
 
Cabalgando en esa zona ambigua, fue Alcalde de Madrid. Cierto que horadó el subsuelo, que llenó de obras la Capital y que nos dejó con unas cuentas tambaleantes, pero hablaba bien y mantenía el tipo y la esperanza, nunca desmentida, de llegar algún día a la Moncloa.
 
Incluso, para desactivar a los más recalcitrantes, nombró a la esposa del Sr. Aznar como su segunda en el mando. A su debido tiempo, esta sagaz maniobra nos dejó como Alcaldesa no electa a Dª Ana Botella.
 
 
Pero aceptó ser Ministro de Justicia.
 
Opción arriesgada, que el puesto de Ministro ya no depende del voto popular, sino del capricho del Presidente del Gobierno.
 
Así es que se calzó las botas de dar patadas y en un tiempo record, desmanteló los principios de la Jurisdicción Universal (algo que gringos y chinos le agradecerían) Encorajinó a la carrera judicial hasta llevarles ¡a la huelga!, encareció las tasas judiciales, con lo cual lo del derecho efectivo a la Justicia quedaba reservada para los que les sobra el dinero o para los que no tienen nada, iba camino de desarticular el actual sistema de enjuiciamiento, y, sobre todo y ante todo, se puso a la tarea de cambiar la legislación del aborto, de acuerdo con el programa del Partido, - dijo él- y de acuerdo con los postulados de la Conferencia Episcopal, presidida a la sazón, por Mons. Rouco Varela -dijeron muchos.
 
¿Y qué pasó luego?
 
No quiero car en el error de considerar que lo que viene después de algo está causado por lo que aconteció antes, pero permítanme que escriba seguidos algunos hechos:
 
Ruiz Gallardón elabora su Proyecto de Ley, que, al principio, parece gozar de todos los apoyos internos necesarios. La Oposición trina, las organizaciones feministas, braman, la Conferencia Episcopal dice que aún se puede hacer más (es su modo tradicional de decir que así está bien), pero esos ruidos no molestan demasiado al Ministro.
 
Mons. Rouco Varela, alcanzada la edad preceptiva, abandona el Arzobispado de Madrid y el timón de la Conferencia. Mientras tanto, ha habido sucesor en el Vaticano, y el nuevo Pontífice parece que busca otros aires para su Iglesia.
 
El Proyecto de Ley, encalla. Pasan los Consejos de Ministros, no sé si el Sr. Ministro preguntaría aquello de "¿Qué hay de lo mío?, pero un viernes y otro y otro más, el texto sigue pendiente de remisión al Parlamento. Cuando no son medidas urgentes por la crisis, son las vacaciones, y, al final, ¡la cuestión Catalana!
 
El Sr. Gallardón sugiere que si su proyecto no sale adelante, él dimite. Son pocos los que le creen, pero Don Mariano tal vez si, así que el Presidente en persona confirma que el Proyecto se retira y que, en cambio se harán un par de modificaciones en el texto vigente.
 
Es posible que los cálculos electorales del Presidente le lleven a pensar que por mucho que se encorajine su ala derecha, jamás votará a Podemos, pero que su Centro y su ala izquierda, si que pueden otear otras opciones, así que acepta el órdago, y se deshace de quien en su momento pretendía disputarle la Presidencia del Partido y la del Gobierno.
 
 
Y la Gran Esperanza Blanca agarra el portante.
 
Y es en este punto cuando el que esto escribe, antes y después de comentar que tal vez Don Alberto se equivocó cuando dejó la Alcaldía, que siguió equivocándose cuando para contentar a su derecha se echó en manos del ala más retrógrada de su Partido y de quienes la inspiran, quiere decir alto y claro que su dimisión merece el respeto de cuantos nos interesamos por la cosa pública.
 
No creo que se me olvide ningún otro: sólo el Sr. Pimentel y él han tenido la decencia de abandonar el puesto cuando sus postulados discrepan de quien ostenta el Poder. Nada más como una metáfora, por supuesto, cabe aplicarle aquello de que "Una buena muerte, una mala vida honra". ¡Lástima que su ejemplo no cunda! España necesita políticos que pongan sus principios por delante de su cargo.
 
Descanse, pues, Don Alberto de tantos sinsabores y, mejor antes que después, cuéntenos cómo fue todo.


jueves, 18 de septiembre de 2014

En defensa de la telebasura
 
No está de moda.
 
Hace bastante tiempo que entre la gente fina, culta, estirada, estrecha y snob se lleva mucho lo de poner a caer de un burro los programas de telebasura y blasonar de que "yo no he visto nunca ninguno. Sólo a veces, haciendo zapping, me entretengo unos segundos en alguno. ¡Qué horror!".
 
Para empezar pongo en duda que todos los que afirman no saber lo que es uno de estos programas digan la verdad.
 
Si así fuera, por otra parte, habría que admitir que algo de razón no les falta. Desfila por la pantalla gentecilla patética balbuciendo términos (gritando, más bien) con un lejano parecido con la lengua castellana; una fauna que se creen personajes antes de haber sido personas, cuyas peripecias y miserias carecen del menor interés para cualquiera que tenga alguna porción de vida propia, por pequeña que sea.
 
Estos especímenes suelen ser interpelados, acosados, ridiculizados o insultados, que de todo hay, por un vociferante coro de gente que suelen referirse a sí mismos como "profesionales" y a veces hasta "periodistas". Profesionales que reiteran hasta la saciedad términos y expresiones, copiándose unos a otros, que un día pudieron ser originales y que, con el paso del tiempo, devienen en meras muletillas. (Casarse es "darse el sí quiero"; en situaciones límite hay que hacer tal o cual cosa "sí o sí"; cuando alguien alcanza notoriedad se convierte en "un icono"; se entiende por "un amor eterno" el que dura más de un mes; los que pasan inadvertidos, lo hacen "desapercibidos", y quien cumple su trigésimo aniversario, celebra su "treinta cumpleaños")
 
La gente culta, estirada, estrecha y snob suele decir que  ni se explican cómo pueden invertirse recursos en producir este tipo de programas, ni cómo puede haber contribuyentes que dediquen su tiempo a verlos, pero están en un error. Un profundo error, como trataré de demostrar, porque...
 
La telebasura cumple múltiples funciones sociales.
 
Gracias a ella:
 
-  Encuentran trabajo y viven de él, una serie de personas que se autocalifican de periodistas y que de no ser por este tipo de programas estarían engrosando las listas del desempleo o dedicándose a tareas aún menos nobles.
 
-  Una pléyade de Bufetes han encontrado un filón inagotable, siendo representantes legales de querellantes que demandan justicia contra quienes les han agraviado supuesta o realmente, que eso es lo de menos, o solicitan tales o cuales medidas contra sus ex cónyuges, que, por cierto, van cambiando a la velocidad de las tormentas de verano.
 
-  Sujetos (y "sujetas") inverosímiles gozan de su bien ganado minuto de gloria: la que se amancebó durante un fin de semana con alguien que un día fue torero, comparte pantalla con el que acompañó a la que tuvo amores con un cantante, con la sobrina del padre de un ganadero que amó a una aristócrata, con la peluquera que enviudó de no recuerdo quién, y con el guapo emigrante que ha sido visto saliendo de un local de moda del bracete de una vieja gloria (más vieja que gloria, por cierto).
 
- Cualquier otro programa de televisión parece interesante, después de ver una entrega de este subgénero televisivo, y eso es de agradecer. Me atrevería que sólo los telediarios o las entrevistas a los políticos son más sobrecogedores, y es lo cierto que los unos y los otros tienen también su público.
 
En resumen:
 
Si usted quiere estar al tanto de la actualidad social, sin que le preocupe la crisis, el problema catalán, el auge del Estado Islámico o la evolución del programa de becas en España, no se me ponga estrecho y conecte los programas "del corazón" (Por qué del corazón y no del intestino grueso, es algo que nunca he entendido).
 
Si está en el caso contrario, cambie de canal o apague el televisor y coja un libro: será otra cosa que agradecer a la telebasura, aunque el libro elegido sean las memorias del Señor Aznar.   

miércoles, 17 de septiembre de 2014

En estas manos estamos. (Un poco de todo)
 
Un tal Jordi Pujol Ferrusola
 
Todo empezó cuando su ex, compañera de Colegio de Moragas, "tiró de la manta" y habló de bolsas de basura repletas de billetes que eran llevadas a Andorra. Sistema cutre, pero, al parecer, eficaz de ocultar dineros.
 
Insólitos movimientos de capitales, terminan por llevar al hereu ante los Tribunales. Declara, declara, y sigue declarando durante horas, pero, al final, nada entre dos platos: su abogado precisa que su cliente es un "dinamizador de empresas", lucrativa profesión a no confundir con la dinamitador de empresas.
 
Visto lo visto, la Fiscalía no cree que haya motivo para solicitar medidas cautelares, así que el dinamizador sigue su camino.
 
Atletas e Infantas
 
Aunque tampoco deberíamos extrañarnos demasiado. Libre sigue el que un día fuera gloria del balonmano español, y sin que la Fiscalía encuentre base para pedir la imputación de su Santa Esposa, la amnésica que sólo recuerda cuánto ama a su conseguidor marido.
 
¿No debería acogerse el deportista a la profesión de dinamizador de empresas? Leyendo lo que dicen que dijo su abogado, bien podría cuadrarle el cargo, que el susodicho parece que se ocupaba, en esencia, de conectar a unos con otros y a llevarse su parte. No consta si en blanco, en negro o en colores variados.
 
Dimitir o no dimitir: ésa es la cuestión
 
Hace unos años, antes de que fuera Alcalde de Madrid y dejara el subsuelo como una topera, Don Alberto Ruiz Gallardón era el político de derechas mejor valorado por la izquierda (dudoso honor, por otra parte, que era simétrico al entusiasmo que Don José Bono provocaba en la derecha) entre otras gracias porque había declarado que respecto a la Ley del aborto, le bastaba con saber que el Tribunal Constitucional no planteaba objeciones. O sea, que no había que tocarla.
 
Pasaron los años, el perforador pasó a Ministro de Justicia y tal parece que le tocó bailar con la más fea. A instancias de chinos y norteamericanos terminó con la jurisdicción universal, estableció luego tasas judiciales para desesperación de los justiciables de case media, enfureció más tarde a los Jueces y, mucho antes de meterse en el charco de la reducción del número de aforados, anunció a bombo y platillo, una nueva Ley del aborto alineada con el pensamiento nuclear de su Partido.
 
El caso es que el proyecto de Ley parece atascado. La Iglesia le recuerda sus promesas, la Prensa, tan inoportuna como de costumbre, le pregunta qué piensa hacer, y él contesta que si la Ley no sale adelante, pero ya, ya, él dimite. ¡Pasmo generalizado!: un Ministro que dimite porque no le hacen demasiado caso.
 
Falsa alarma: lo primero es lo primero, ahora toca desfacer el entuerto soberanista catalán y como Don Rajoy no da para más de una tarea al mismo tiempo, lo del aborto tiene que esperar. Y el Sr. Ruiz Gallardón, también. Tiempo al tiempo, que es lo que hace su Jefe. ¿Dimisión? ¿Y qué se hace al día siguiente por la mañana?
 
El Sr. García Margallo habla del interior
 
El Sr. Ministro de Asuntos Exteriores dice que, llegado el caso, no habría que descartar la aplicación del art. 155 de la Constitución (que, en síntesis, en corto y por derecho, viene a ser algo así como la intervención de la Comunidad Autónoma por el Poder Central). Creo que luego dijo que lo que había querido decir era que... no recuerdo qué.
 
Vaya por delante que no me escandaliza la posibilidad de suspensión cautelar del poder autonómico. Tan parte de la Constitución es el Art. 155 como el resto del Título VIII en el que se regula todo lo referente a la organización territorial del Estado.
 
Tampoco pierdo de vista que esta posibilidad no sólo no es una extravagancia de nuestra Carta Magna, sino que es la regla general en las Constituciones de países con estructura federal. Países ahora tan citados por los soberanistas catalanes como el Reino Unido la han utilizado con el Ulster cuando se ha creído necesario. Por cierto: ¿han caído en la cuenta que lo que promete Londres a Escocia si gana el NO (competencias en materia de sanidad y vivienda, por el momento ni hablar de cuerpos de seguridad propios) están transferidos a Cataluña desde hace más de 30 años?
 
Lo que me extraña es que estas declaraciones no provengan de la Vicepresidencia del Gobierno o del Ministerio del Interior, sino del responsable de Asuntos Exteriores. Espero que se deba al exceso de verborrea del dicente y no a su sospecha de que Cataluña es ya un país soberano.  
 
Hacienda y el fútbol
 
El Presidente de la Liga Profesional de Fútbol está indignado ante la insólita insistencia de la Agencia Tributaria en que los Clubes de su Liga paguen a Hacienda lo que deben.
 
Dice el mandatario del balón, que todo empezó cuando llegó a su puesto la actual responsable de la Agencia Tributaria que, según él, odia al fútbol, y por eso pide lo que pide: que los Clubes paguen sus impuestos como cada hijo de vecino.
 
Las acusaciones, de ser ciertas, me parecen gravísimas. ¿Cómo puede encomendarse la Agencia Tributaria a alguien que no pierde el sentido cuando Inhiesta nos vuelve a meter en la Historia Universal, o cuando Cristiano Ronaldo consigue la 10ª Copa de Europa para el Madrid? Esa señora debe desconocer que el triunfo en Sudáfrica forma parte de nuestra Historia al mismo nivel que Numancia, Las Navas de Tolosa, el descubrimiento de América, San Quintín, la batalla de los Arapiles o las gestas de la División Azul.
 
Pese a todo, y por si sirve de coartada, apunto la posibilidad de que la tal indocumentada en cuanto al fútbol se refiere, sólo pretendiera tratar a los Clubes como al resto de los contribuyentes, a saber, que cada palo aguante su vela, que Hacienda somos todos (salvo grandes fortunas, SICAV mediantes, multinacionales y Corporaciones poderosas, pero ésa es otra historia)
 
Republicanos monárquicos.
 
De hacer caso al fotogénico nuevo Secretario General del PSOE, sus Diputados se alinearán con los del Partido Popular a la hora de rechazar un posible referéndum propuesto por la izquierda parlamentaria para decidir sobre la forma de gobierno.
 
Razones para rechazar el referéndum abundan tanto como las que hay para defenderlo. Cada Partido es muy dueño de posicionarse como sus militantes y sus Direcciones estimen conveniente, pero lo que nadie puede negar es que en la abundantísima documentación que hay al respecto, la posición tradicional del Partido Socialista ha estado a favor de la República.
 
Si yo estuviera en el lugar del Señor Sánchez, -lo que no es ni será el caso- empezaría por debatir en el seno del Partido y, en su caso, establecer con claridad, si siguen siendo republicanos, si han empezado a ser monárquicos,  o si van a ser monárquicos sin dejar de ser republicanos, para que la ciudadanía supiera a qué atenerse, no vaya a ser que con tantas idas y venidas, terminemos por no saber quién es quién.
 
Una propuesta al PP, de mi parte
 
Creo que ha llegado el momento de que el Partido Popular haga Socio de hHnor, o le declare Héroe Nacional, o le ponga su nombre a la Avenida de la Castellana al Sr. Rodríguez Zapatero. ¿De qué hablarían la Srª Cospedal, el Sr. Álvarez Pons, Portavoces, Subportavoces, Ministros y Jefecillos Autonómicos si no pudieran citar los funestos años del mandato de Zapatero?
 
 
 
 


domingo, 7 de septiembre de 2014

"Siempre nos quedará París".
 
¿Seguro?
 
El recuerdo de "Casablanca" se difumina en el tiempo. Varias generaciones sólo conocen de oídas la película y, por tanto, nada les ha de decir la famosa frase ("siempre nos quedará París")
 
Por el contrario, es posible que esta mañana se hayan levantado leyendo informaciones inquietantes sobre el momento político, social y económico que vive Francia, es decir, París, que la una sin la otra son imposibles de concebir:
 
- Francia, la segunda economía de Europa y la quinta del mundo, está atravesando su peor crisis política de las últimas décadas. Tal vez habría que retroceder hasta la postrimerías de los 50, cuando se planteaba la imperiosa necesidad de refundar la IV República, para dar con un escenario tan preocupante como el actual.
 
- Así que la Francia que alumbró el Continente durante los dos últimos Siglos, la que cambió el concepto de súbdito por el de ciudadano, la Francia con la que soñábamos quienes no estábamos de acuerdo con la Dictadura del General Franco, la que nos surtía de literatura que en Celtiberia estaba prohibida, la que fue abanderada del derecho de asilo, la que acogía sin reservas a los heterodoxos de medio mundo, sufre hoy convulsiones tan graves como para que el resto de Europa se tiente la ropa.
 
Algunas claves.
 
Las encuestas dicen que la popularidad del Presidente Hollande ha caído al 13 %: la cifra más baja jamás conocida entre los votantes franceses, y que la de su Primer Ministro, apenas alcanza el 30 %. Por su fuera poco, la ex mujer del Presidente atiza el fuego con un caldero de gasolina disfrazado de libro de memorias.
 
Mientras tanto, la derecha clásica vegeta sin levantar cabeza desde que Sarkozy la dejara en coma y la izquierda de la izquierda, Partido Comunista incluido, sigue dividida en una sopa de siglas apta sólo para especialistas de la política ficción.
 
Y enfrente, El Frente. El Frente Nacional no sólo es la única formación que parece gozar de excelente salud, sino que, según las encuestas, si hoy hubiera elecciones anticipadas, Marine le Pen accedería a la Presidencia de la República.
 
Descartada la hipótesis de que la mayoría de nuestros vecinos se hayan vuelto de pronto y todos al mismo tiempo amnésicos, irresponsables, y obtusos, habrá que buscar otras razones.
 
La derecha clásica.
 
- la que ahora puede estar representada por la Unión por un Movimiento Popular (UMP), está agobiada por una larga serie de procesos judiciales, la mayor parte de los cuales tiene que ver con la corrupción. Nada que nos extrañe en España.
 
- Esta formación sufre de un tiempo a esta parte una ausencia de liderazgo que se percibe como un enfrentamiento entre los tres reyezuelos que pugnan por su control, más la incógnita de qué decidirá hacer en un futuro inmediato Nicolás Sarkozy.
 
-  La solución de regir la UMP por un triunvirato parece desconocer que todos los intentos históricos de este tipo han terminado con la desaparición, casi siempre violenta, de dos de sus tres componentes fundacionales. 
 
El Partido Socialista.
 
-  Sería demasiado sencillo achacar los problemas de PSF a las carencias de Francois Hollande. En primer lugar porque una cosa sus limitaciones reales y otra bien distinta las que pregona acerca de él, la derecha europea, pero, sobre todo, porque los males del Partido vienen de más atrás.
 
-  Ni Hollande, ni sus predecesores parecen haber comprendido que cuando un Partido Socialista, o socialdemócrata, o Laborista hace política de derechas, pierde votos por su izquierda y no gana ninguno por su derecha. Eso le pasó al Sr. Rodríguez Zapatero y, en cierto modo a Tony Blair.
 
- Ni siquiera estoy diciendo que Zapatero, Blair u Hollande hubieran podido hacer cosas distintas de las que han hecho. Lo que digo es que hagan lo que hagan, para la derecha siempre será poco y reclamarán la paternidad de las ideas que está aplicando el Gobierno, y, en cuanto a la izquierda, abandonará  a quien considerará un vendido a intereses alejados de la masa de sus votantes. En resumen:  en términos electorales, ejecutar medidas típicas de la ideología conservadora, se traducirá en una enorme sangría de votos; en la pérdida del Gobierno, en suma.
 
El Frente Nacional.
 
Liberado del histrionismo de Jean Marie Le Pen, llevado en volandas por las consecuencias de la crisis y por las inconsecuencias de sus adversarios, El Frente Nacional navega a todo trapo, camino del Elíseo y, desde luego, dejando en evidencia a las grandes formaciones clásicas.
 
Los sucesivos Gobiernos franceses del último cuarto de Siglo, han cometido errores de bulto en materia de inmigración, moviéndose entre la mala conciencia de antigua potencia colonial que no ha hecho sus deberes, las conveniencias de la burguesía industrial a la que una masa de inmigrantes desocupados permitía un relativo control de los costes salariales, y tímidas, dispersas e inconsecuentes medidas populistas en los ultimísimos tiempos.
 
Es sabido que en tiempos de penurias no sólo se debilita el sentimiento de solidaridad sustituido por el sálvese quien pueda, sino que se exacerban la xenofobia y el racismo. Francia se siente en peligro de perder sus privilegios, la clase media adelgaza, crece el ejército de desempleados y ése es el hábitat donde florece el fascismo.  Únase a ello el hecho diferencial islamismo/cristianismo, y tendremos el caldo de cultivo idea para el, crecimiento de los hongos del populismo de extrema derecha.
 
Y, no lo olvidemos: nos puede gustar o no, pero si hoy Francia afrontara Elecciones Presidenciales, mañana tendría Presidenta: Marine Le Pen.
 
Panorama desde el puente. 
 
Lo que acabo de comentar, como dije, lo he leído en la prensa. Es decir: lo saben todos los responsables de los diferentes Partidos Políticos franceses. ¿Qué se espera que hagan?
 
Por lo que se refiere a Francois Hollande, ya ha dicho algo así como que a él no le saca de la Presidencia una encuesta. Dicho de otra manera, si está a dos años de las Elecciones, intentará dar con alguna clave para mejorar su popularidad. El problema es que cualquier movimiento a su derecha puede mejorar o no el panorama económico, pero es más que improbable que eso le granjee las simpatías no sólo de los votantes de izquierdas, sino de una buena parte de su propio Partido. Pese a todo, resistirá hasta que su mandato concluya. Él es difícil que empeore.
 
En cuanto al triunvirato de la UMP, puede pedir o no pedir adelanto electoral, pero sabe que también necesita tiempo para poner orden en su casa, seleccionar a su próximo líder, hacer olvidar alguno de sus escándalos más sonados y, también, recuperar a parte del electorado. A estas alturas, tanto en el Partido Socialista como el la UMP debe estarse pensando en el mal menor: quedar por detrás del Frente Nacional, y entrar en la segunda vuelta electoral con el apoyo del otro Partido perdedor. Todo antes de que el Frente Nacional llegue al poder.
 
Los Partidos minoritarios de izquierda, seguirán tronando contra esto y aquello, contra la política neoliberal y entreguista de Hollande/Valls o, si al caso viniera, con las políticas muy parecidas que podría haber desarrollado la derecha. Llegado el caso, votarán a sus candidatos en la primera vuelta, y dando por supuesto que el Frente Nacional ganara el primer asalto, al que haya quedado segundo, aunque sean los derechistas de la UMP. Siempre ha sido así.
 
Marine le Pen, seguirá aprovechando los errores de sus contrincantes, seguirá viendo crecer su estrella y esperará, cruzando los dedos, el casi imposible resultado de verse ganadora por mayoría absoluta en primera vuelta. No lo conseguirá, pero veremos, porque siempre es así, que para arañarle votos al Frente Nacional, no sólo la derecha, sino el propio Partido Socialista incorporará en su programa medidas impensables en materia de inmigración, recorte de derechos sociales para inmigrantes incluso comunitarios, algunas otras de tinte xenófobo.
 
¿Y al final?
 
- Las próximas elecciones las perderá en primera ronda el Partido Socialista (es decir, Hollande terminará el tercero en discordia).
 
- No creo que la UMP tenga tiempo para recomponer su imagen, aclarar su liderazgo y recuperar su caladero de votos: quedará en segundo lugar, tras el Frente Nacional.
 
- En la segunda vuelta, socialistas y comunistas y la izquierda de la izquierda, tragarán quina y votarán por quien sea con tal de parar la ascensión del Frente Nacional.
 
- Sólo espero que al día siguiente no repitan los errores de los últimos años.
 


martes, 2 de septiembre de 2014

Una civilización agonizante (4)
 
Viento del Este.
 
 
Algunos datos y una pequeña digresión.
 
Leídas mis anteriores entregas pocas dudas podrían quedar al lector sobre cuál habría de ser mi pronóstico a propósito de la civilización sucesora de la nuestra.
 
La Civilización China, desde luego, y obsérvese que hablo de "Civilización China" y no de China, porque para mí son conceptos diferentes.
 
En el verano de 1992 pasé un mes en China con mi mujer. Poco tiempo, desde luego, para presumir de conocer un país, menos aún si es China, pero suficiente para volver con más conocimientos y con puntos de vista más fundamentados que antes de ir, si uno se comportó como viajero más que como turista. Es decir, si tuvo ojos y oídos abiertos y supo hacer algunas preguntas.
 
Recuerdo al guía (Ricardo lo llamábamos para eludir los errores de pronunciación en una lengua monosilábica y tonal), miembro del Partido Comunista Chino, y fiel transmisor, por lo tanto, de las teorías oficiales del Comité Central y del "Querido Líder" como llamaban todos entonces a Den Siaoping.
 
-  Estaba orgulloso de que China ya en 1992 no sólo había terminado con el hambre sino que exportaba arroz a Japón.
 
-  Reconocía que subsistía el problema de la vivienda y daba por supuesto que tardaría "algún tiempo" en resolverse.
 
-  Creía que el mayor reto para convertir a China en la primera potencia mundial era resolver correctamente la cuestión de las minorías étnicas. ("Mire este billete -y nos enseñaba el papel moneda de uso real entre los chinos, distinto del Yuan emitido para los turistas- Está impreso en cuatro alfabetos diferentes. Son los básicos, pero en China se hablan más de cuarenta lenguas").

China: 1.340 millones de habitantes en el censo de 2010; 9'6 millones de Km2; el tercer país más extenso del Planeta tras Rusia y Canadá; 14.500 de costa al Pacífico; más de 22.000 Km. de fronteras terrestres con 14 países; 56 etnias distintas de los Han (pero sólo representan el 8'5 % de la población; el mayor ejército del mundo (2.285.000 hombres, sin contar fuerzas de Orden Público, ni reservistas).

Monarquía hace ya 4.000 años, y comunista desde 1949 hasta un momento impreciso que, personalmente, establezco en 1978, cuando la reforma económica permitió las primeras formas de propiedad privada. Hoy en China se da un capitalismo semiestatal que sigue siendo controlado por el Partido Comunista Chino, cuya disciplina y sentido de la jerarquía garantiza el control del país por una minoría dirigente, cada día más alejada de los postulados teóricos de Mao Tse Tung.

Las bases de la fortaleza china.

-  China ha de verse como una civilización milenaria que ha trascendido docenas de situaciones históricas contingentes y que ha permanecido básicamente fiel a sí misma. Ha sobrevivido a mil derrotas, docenas de invasiones y convulsiones terribles, sin perderse en el sumidero de la Historia.

La pirueta dialéctica de integrar la economía de mercado en la teoría comunista del Estado, es la última de las pruebas de dónde está su verdadera esencia.

Tal parece que los que hace años detectaban que el marxismo apenas había rozado la epidermis de China tenían razón.

-  Una "materia prima" humana disciplinada, austera, industriosa y creativa, capaz de soportar penurias sin cuento durante varias generaciones al servicio de las ideas que suministra la élite gobernante, ya sean los mandarines o el Partido Comunista.

La creatividad china no es de ahora: tiene milenios a sus espaldas y una relación impresionante de aportaciones al acervo común de la Humanidad.

Liderazgo indiscutido. Una organización política en la que no se cuestiona la jerarquía y en la que la articulación de su enorme población está basada en una estructura global que alcanza cualquier manifestación relevante de la vida social: política, economía, cultura, demografía, etc. Junto a ello, un sistema implacable de represión de la disidencia. Odioso pero eficaz.

En aquel viaje del 92 del que hablaba, nuestro guía comentaba que habían aprendido mucho de los errores del Camarada Gorbachov. ("Se equivocó. Acometió la reforma política antes que la económica y ha fracasado. Nuestro "Querido Líder" (Den Siaoping) lo está haciendo al revés")

Lo supiera él o no, nuestro guía escondía el hecho de que la reforma económica de la que hablaba era, en sí misma, la más profunda reforma política que pudiera pensarse, hecha, eso sí, bajo el monopolio férreo del Partido.

-  Una Economía que avanza a toda máquina hacia la cumbre del ranking mundial. Es asombroso que el sistema que creara Mao Tse Tung, sea, ahora mismo, el primer país tenedor de deuda pública norteamericana del mundo.

Es un error creer que la industria china sólo produce artículos de ínfima calidad. Eso no es más que una de las actividades económicas orientadas a "recaudar" cantidades ingentes de monedas de todos los puntos del Globo.

China acaba de botar el portaaviones más moderno, rápido y eficaz de la historia. Su programa aeroespacial ha superado ya al ruso y camina tras los pasos del norteamericano. Suministran automóviles y electrónica cada vez más sofisticados y a precios imbatibles. No es una economía de papel. (No es "un tigre de papel" como dijera Mao del capitalismo)

  Obstáculos aparentes:

  Los desequilibrios internos.

La inmensa mayoría de los chinos viven bajo lo que en Occidente llamaríamos el umbral de la pobreza. Es cierto, pero:

a) A lo largo de su Historia milenaria, no han conocido otra forma de estar en el mundo, por lo tanto, por el momento, no lo echan de menos.
 
b) La Historia demuestra que la fase expansiva de los imperios, suele corresponderse con distribuciones irregulares e injustas de la riqueza. Ni Egipto, ni el Imperio Británico fueron sociedades igualitarias (ni el romano, ni el español, ni el mongol, ni el azteca, ni ninguno).

Por el contrario, en ocasiones, son estas desigualdades las que sirven de estímulo para la actividad de masas de individuos deseosos de mejorar fortuna.

  El desprecio por los derechos humanos y las libertades cívicas.

  Sería deseable que las cosas fueran de otra manera, pero el respeto de los derechos humanos no es condición indispensable para el desarrollo, sino para el bienestar, que es la fase posterior del desarrollo. Volvamos al epígrafe anterior y veamos cuántos ejemplos de Imperios encontramos que se hayan caracterizado por el respeto escrupuloso de los Derechos Humanos, antes de entrar en su fase de decadencia.

No estoy diciendo que el respeto a los derechos humanos lleve a la decadencia, sino que en la fase de desarrollo ningún Imperio ha respetado tales conceptos. Y, por otra parte, en tanto China sea el tenedor de los ingentes volúmenes de deuda soberana de Occidente que ahora posee, sólo un ingenuo puede esperar algo más que débiles protestas acerca del desprecio del Gobierno chino por los derechos humanos. Una cosa es denunciar, y bombardear, llegado el caso, a Irak y otra plantar cara a tu principal acreedor.

Y en cuanto a las libertades cívicas, tres cuartos de lo mismo. La libertad de prensa, por ejemplo, es una conquista del pensamiento humano asentado en la fase del bienestar, que, entre otros efectos beneficiosos, reduce los márgenes para el abuso de los poderes públicos. Pero la fase expansiva de los Imperios, suele caracterizarse por el abuso del poder por quienes lo ostentan. La crítica es impensable.

¿Hay algún obstáculo real?

La lengua:

Objetivamente la lengua china, la principal, se entiende, el chino mandarín tanto oral como escrito, es un freno objetivo a la dominación mundial. No es imposible, pero sí muy difícil que el chino sea la lingua franca de la Humanidad.

Algún paso corrector se ha dado ya en este sentido, en la medida en la que el chino clásico se ha abandonado como lengua oficial del país, sustituido por el chino simplificado, pero puede ser insuficiente.

¿Podría darse el caso de que China adoptara otra lengua, el inglés, por ejemplo, como lingua franca, manteniendo su propio idioma como lengua de la clase dominante? Hay algún antecedente en el Imperio Otomano, o en los dominios del Inca, y poco más, que yo sepa.

La ausencia de una Religión del Imperio.

Todas las civilizaciones que han tenido influencia en la Historia tenían entre sus características la de contar con una religión vertebrada alrededor de una Iglesia Universal. Búsquese el ejemplo que se quiera, y se verá que eso es así, salvo en Imperios efímeros, que, por lo tanto, no llegaron a cristalizar en civilizaciones perdurables.

China no es así. Cuando se visita el país, llama la atención la escasez de restos arquitectónicos religiosos. Hoy las estadísticas discrepan sobre si es el 60 o el 70 el porcentaje de ciudadanos que manifiestan no tener creencia religiosa alguna. Y siempre ha sido así, porque el confucianismo no es Religión, sino Filosofía, el budismo es una creencia venida de fuera que ha calado en escasa capas de la sociedad, y el Islam, tres cuartos de lo mismo, con el añadido, en este caso, de que está provocando revueltas nacionalistas, allá donde está implantado.

La Religión, y su correspondiente Iglesia, suele ser una de las características definitorias de cualquier civilización en tanto que elemento integrador del pueblo. Personalmente, no sé en qué medida esta carencia puede ser un elemento retardatario o llegar a ser, incluso, un impedimento para hacer de China la sucesora de la Civilización Cristiana.

Cómo y cuándo.

La vía económica.

 Hace algún tiempo leí el comentario cínico de un alemán a propósito de las propiedades de su país en no recuerdo qué lugar: "hace años hubiéramos invadido estas tierras con nuestras tropas. Ahora las compramos. Sale mucho más barato y es más democrático".

Es más que probable que ésa sea la vía elegida. De hecho, ya ha comenzado. La penetración china en Continentes estratégicos en cuanto al acopio de materias primas, África y América del Sur, es algo espectacular. La presencia constante del made in China, ha dejado ya de llamar la atención en nuestro mundo; y en el aspecto financiero, la colocación de los excedentes chinos en deuda soberana de sus rivales, ya la hemos comentado.

Obsérvese que parte del éxito de esta "conquista" está basada en los bajos costes de producción (no sólo salarios, sino desconocimiento, por ejemplo,  de las exigencias medioambientales que tanto preocupan, con razón, en Occidente) situación que perdurará en tanto el control político de la población siga siendo el que es.

Es obvio que los datos anteriores elevan la relevancia política de China en las relaciones internacionales. La sustitución de la China de Taipeh como miembro permanente del Consejo de Seguridad por la China continental no fue más que el comienzo.

¿Lo verán nuestros ojos?

Mal oficio el de profeta (salvo que la profecía se escriba después de acontecido lo pronosticado). Me inclino a pensar que faltan aún algunos pasos por dar, como el establecimiento definitivo de la hegemonía china en el Extremo Oriente, -India incluida, cuyas contradicciones internas, sistema de castas, dispersión religiosa en varias confesiones irreconciliables, y veleidades emuladoras de los valores occidentales, le reservan el papel de subpotencia regional, por más que sus índices de crecimiento parezcan espectaculares-, o lograr el indispensable equilibrio entre sector exterior y consumo interno.

Falta por ver, por otra parte, qué movimientos correctores es capaz de lograr Occidente para conseguir la supervivencia de nuestra civilización durante las próximas dos o tres generaciones. En cualquier caso, veo improbable la recuperación de los valores que nos hicieron grandes y que son poco menos que incompatibles con la búsqueda constante del beneficio a corto plazo, por una parte, y el hedonismo más elemental por otra.

En resumen:

- Me parece que la decadencia de Occidente no tiene posibilidades de recuperación, más allá de los últimos coletazos tal vez brillantes de cualquier civilización en trance de desaparición.

- La sucesión vendrá del Extremo Oriente, con lo que la premonición de Napoleón la verán nuestros nietos o sus hijos.