sábado, 23 de julio de 2022

 Cercados por el fuego

La otra cara del gran aliado

El progreso de la especie humana, la civilización en su sentido más amplio y genérico, está en deuda con el fuego. Aprender a controlarlo, a producirlo cuando era necesario, a utilizarlo para mejorar las pautas alimentarias, vencer al frío o producir vasijas o cuchillos, fue uno de los grandes saltos adelante del hombre, hace de ello algunos cientos de miles de años.

Sin embargo, el fuego tiene otra cara menos amable: el reverso de la moneda, su poder destructor, que ha seguido también, paso a paso, la evolución de la especie. En ocasiones por causas no deseadas por el hombre, -un rayo, el efecto del sol sobre una superficie reflectante, una chispa producida de manera fortuita-, otras veces por obra y gracia de la piromanía de alguno de nuestros semejantes, el fuego olvida su papel benéfico y se convierte en verdugo implacable.

Ésta es la funesta realidad actual: la cuenca mediterránea arde de punta a cabo. De las orillas del Egeo a las costas atlánticas, los incendios están dejando un rastro de desolación, ruina y, en ocasiones, de  muerte. 

Otras veces ha sido la costa oeste norteamericana, o Australia la que hemos visto arder sin control. Ahora somos nosotros, españoles, italianos, griegos, franceses, portugueses, los que sufrimos la furia del fuego. 


No es ningún consuelo

El que el problema afecte a más, muchos más países, no disminuye los efectos de los incendios ni ayuda a controlarlos. No obstante, cuantificar, ponerle cifras al problema, ayuda a entenderlo.

  • En 2021, Italia y Grecia fueron los países más afectados por la plaga de fuegos descontrolados. En su conjunto, la Unión Europea vio arder más de 470.000 hectáreas. Desde principios de este año 2022, han ardido ya más de medio millón, lo que vendría a suponer que, si se mantiene la tendencia, este año podría alcanzarse al millón de hectáreas devastadas. Una superficie equivalente, más o menos a la de Líbano.
  • En cuanto a España, se han quemado ya desde enero algo más de 190.000 hectáreas, una superficie equivalente a la de la isla de Tenerife, lo que convierte a este abrasador mes de julio en el peor año del que se tienen noticias, otro récord funesto. Faltan más de cinco meses para conocer la auténtica magnitud del desastre. 

¿Qué está pasando?

Montes abandonados, territorios despoblados, escasez de medios (consecuencia lógica de la despoblación de la que acabamos de hablar de), y actividad criminal aparentemente imposible de erradicar… 

Concausas todas ellas que no sólo explican en parte lo que estamos viviendo, sino que hablan de un futuro cualquier cosa menos prometedor; porque si dejamos de oír a los especialistas en culpar de todo a los que no comparten sus ideas, tendremos que convenir en que no es tare sencilla repoblar el interior del país para recuperar actividades olvidadas que mejoraran el cuidado de los montes.

Una cosa es hablar de la España vaciada y prometer el oro y el moro cuando se acercan elecciones, y otra conseguir que diez o doce millones de compatriotas retornen a los lugares de donde salieron sus antecesores.

Nos rasgamos las vestiduras ahora, cuando las llaman arrasan los bosques, devoran viviendas y acaban con vidas humanas. ¿Qué hicimos cuando se elaboraban los presupuestos de 2022. Los estatales, los autonómicos, los municipales, todos? Nada, porque cuando se debatieron no había fuegos por todas partes, no eran noticia.

Nada, como nadie se acuerda de presupuestar el dragado de embalses o el saneamiento de los causes aprovechando las grandes sequías. Luego nos lamentamos de los daños de las riadas, de los hectómetros de agua que se pierden cuando hay que desembalsar porque la presa está a un tercio de su capacidad teórica, pero al ejercicio siguiente, todo sigue igual, porque… Contesten  ustedes, ya saben por qué.


El cambio climático

No quiero entrar en terrenos polémicos. Estoy dispuesto a admitir que el cambio climático no existe, si se me reconoce que el clima está cambiando (lo que no es lo mismo, aunque sea igual).

El fondo de la cuestión es bastante evidente: cuando Donald Trump vuelve a autorizar le explotación petrolera en Alaska, cuando Bolsonaro mira para otro lado con la deforestación de la amazonía, cuando la camarilla dirigente china se niega a reducir la emisión de CO2, cuando el Gobierno indio hace lo mismo, se están plegando todos, todos, los de derechas y los de izquierdas a los intereses cortoplacistas de sus respectivas economías nacionales.

No nos vayamos tan lejos: los gobernantes polacos saben igual que los holandeses, que quemar carbón en grandes cantidades provoca efectos nocivos en el medio ambiente, pero saben también que si otro no paga la cuenta, ellos salen perdiendo si prescinden de su principal y más barata fuente de energía. Y los españoles a los que he oído hace un par de días afirmar ante las cámaras que "España no puede permitirse el lujo de reducir el consumo de gas", están en la misma línea. Lo  mismo que los franceses cuando maniobran en Bruselas para conseguir que la energía nuclear se declara "limpia"

Así que volviendo al origen, resulta que si este verano es más cálido que el anterior y tal vez sea superado por el próximo, es más que probable que cada año venidero tengamos que soportar incendios cada vez más frecuentes y más devastadores. Luego, el que crea que el cambio climático es una monserga "progre", que no culpe de nada al cambio del clima, pero que no se extrañe de que el próximo verano sea aún peor que el presente.


Un par de comentarios adicionales

  • El Papa Francisco sugiere comer menos carne para reducir los perversos efectos del cambio climático. No soy teólogo así que no sé si estas afirmaciones están bajo el paraguas del principio de infalibilidad pontificia. Tampoco tengo información alguna sobre los gustos gastronómicos del Sumo Pontífice. En todo caso no deja de sorprenderme que un prelado argentino, oriundo del país que es el quinto exportador de carne de vacuno (el primero en exportación per capita) parezca alinearse con los que sostienen que las ventosidades de las vacas tienen mayor influencia en tormentas, sequías, olas de calor, Filomenas y deshielos, que el consumo de combustibles fósiles.
  • Nuestra clase política vuelve a dar la nota. Déjenme que les diga que, por extraño que parezca, no hay incendios de derechas o de izquierdas. Hay, en cambio, majaderos de ambas tendencias. O sea que dejen de perder el tiempo en echarle en cara al que está sufriendo la tortura del fuego en sus propio territorio su nula capacidad de gestión, su falta de previsión, su escandalosa… etc., etc., etc. Métanse todos en una sala y no salgan hasta que estén de acuerdo en qué tienen que hacer el Estado, las Comunidades Autónomas, las Diputaciones, los Ayuntamientos, para que el próximo verano, por lo menos hayan sido capaces de conseguir que los bomberos puedan comer dignamente en los descansos de su peligrosísima tarea. Si, ya que están allí, le dan un repaso a lo de limpiar los montes, mantener y ampliar cortafuegos, dragar los embalses, sanear cauces de ríos, e incrementar las partidas presupuestarias de los servicios de prevención y extinción de incendios, todos se lo agradeceremos. Mientras tanto, por favor, ¡¡Cállense!!

Hasta el mes de septiembre, amigos. No se trata de que me vaya de vacaciones (jubilación y vacaciones se excluyen mutuamente), sino de que prefiero dejarlos disfrutar de estas cuatro semanas y media sin molestarles. 

sábado, 16 de julio de 2022

 El Debate del Estado de la Nación

7 años después

¡Siete años! Número bíblico el 7, las plagas de Egipto, los pecados capitales, las virtudes que los compensan (o "Los Siete Niños de Écija", aunque me parece que esta comparación está traída por los pelos). Siete años: ése ha sido el tiempo transcurrido desde el último Debate del Estado de la Nación.

En 1983 Felipe González lo celebró por primera vez, y lo repitió nueve veces más durante sus mandatos. José Mª Aznar lo convocó en seis ocasiones, las mismas que Rodríguez Zapatero. Don Mariano sólo celebró tres veces y Pedro Sánchez… reacio hasta ahora, acaba de retomar la tradición. 

Qué es y qué debería ser

La Constitución no habla de él, no es preceptivo, por tanto, aunque quizás, si algún día nos animamos a revisar el texto constitucional, debiéramos convertirlo en obligatorio.

Es, o debería ser, la ocasión de que el Presidente del Gobierno y los portavoces de todos los Partidos con representación parlamentaria pongan a España bajo los focos, examinen, discutan y diagnostiquen su estado y propongan y aprueben las medidas que mejor cuadren para eliminar o reducir riesgos y consolidar avances.

Eso debería ser. En la práctica, al menos por lo que se refiere al que hemos visto esta semana, es una sucesión de intervenciones en las que cada orador culpa al que tiene enfrente de todo lo malo, agranda los méritos propios, y se rasga las vestiduras porque sus propuestas, las únicas que podrían sacar al enfermo del coma, sean olvidadas por sistema.


Lo que hemos visto y oído

Todos los Partidos han ganado el debate. Eso aseguran sus portavoces, sus palmeros y los medios de comunicación que les son propicios. Y en este caso no hay forma objetiva de contradecir a nadie, porque lo que diga "El País", o "El Debate", vale tanto o tan poco como lo que cuente "El Confidencial" o "El Mundo". (Hay quien lee "OK diario", pero ese no es mi caso).

No hay un refrendo objetivo de lo que aseguran unos y otros; no hay suma de votos, no hay recuento de escaños, así que cada uno sigue siendo libre de convencerse con lo que le venga en gana.

Lo único verificable es que a los inversores que pudieran estar dudando en si comprar o vender sus eventuales participaciones en compañías energéticas o en instituciones bancarias, los anuncios del Presidente Sánchez no acaban de hacerles felices.

Una y otra vez, como en las sesiones de control al Gobierno, todos acusan a todos de mentir. Digo yo si no sería mucho pedir, que, al menos en las cifras oficiales, se atuvieran a los mismos datos para no marear al personal.

Por ejemplo: 

  • Hablamos de impuesto ¿Es alta o baja la fiscalidad en España? ¿Comparada con quién? Los datos objetivos sitúan a España con una presión fiscal del 37’5 %, en el decimosexto puesto de la UE, por debajo de la media Europea (41’3 %) y, desde luego por debajo de todas las grandes economías de la Unión. Luego, cada Partido puede pensar que hay margen para subir o para bajar, pero, por favor, partan de datos reales. Cuestión distinta es si el reparto de cargas es justo y el uso de lo recaudado el adecuado.
  • ¿Y la inflación? Es alta, muy alta y muy preocupante, desde luego, aunque en mayo los últimos datos del Eurostar dejan a España en el decimonoveno puesto entre los veintisiete, por debajo de la media. En el debate, el orador es muy dueño de atribuir al Gobierno el mérito de estar menos mal que Estonia (20’1) o echarle en cara el estar tan lejos de Malta (5’8). Y, si quieren, argumenten qué parte de la responsabilidad es importada y cuán debe cargarse en el debe de nuestros gobernantes.

Un repaso a algunos de los oradores

 Pedro Sánchez

  • Convocó el debate urgido por los sucesivos desastres en Castilla y León y Andalucía, por la deriva de las encuestas, por las crecientes discrepancias con su socio y, por qué no, por la peligrosa evolución de la economía nacional. Era también la ocasión de afrontar el debate con la muda presencia de Núñez Feijóo que tuvo que dejar en subalternas manos la tarea de replicar al Presidente
  • Lo vi bastante suelto, más ágil en las réplicas (en parte por demérito de sus interlocutores), que en la exposición principal, y más efectista que efectivo. ¿Las medidas anunciadas? Ya hablaremos de qué decidieron nuestros parlamentarios.
  • Si lo que pretendía era recuperar la iniciativa política, lo ha logrado, al menos en parte; si trataba de soldar fisuras internas de su Gobierno, puede darse por satisfecho, porque salvo en el punto del gasto en defensa, su giro evidente a la izquierda, ha callado a Unidas Podemos, aunque dudo de que sea por mucho tiempo: la lógica electoral volverá a pesar en pocas semanas, ya lo verán.
  • Dejó en el limbo qué hay detrás del giro en la política internacional norteafricana, por qué ahora dependemos en todo más que hace un año de USA, qué problemas esconde la inflación subyacente o qué planes de contingencia no esperan en otoño/invierno si el panorama no mejora.

Cuca Gamarra

  • Empezó mal, se enmendó en parte y, en mi opinión, no ganó ni un solo mano a mano con Sánchez. Dio la impresión de que pesó más su carácter, el de siempre, el de la era Casado, el anterior a Casado, el más rancio, que su condición de número 2 de un nuevo aspirante a la Moncloa que presume de moderado. 
  • La jugada del minuto de silencio le salió entre regular y mal. Se ganó la regañina de la Presidenta de la Cámara y falló en sus pronósticos: los diputados de Bildu también se levantaron, con lo que desactivaron lo que podría haber sido su entrada triunfal en el debate.
  • Dedicar tanto tiempo a ETA y sus herederos como a la situación económica, abona la teoría de que el PP sigue aficionado sacar a pasear las víctimas del terrorismo. Lo cierto es que la banda no es más que el peor de los recuerdos de los últimos tiempos.
  • Tal como yo lo vi, creo que perjudicó la imagen de moderación y diálogo que en algún momento ha tratado de transmitir Alberto Núñez Feijóo. En su haber, apunto saber esquivar la tentación de hacer causa común con Vox.

Santiago Abascal

  • En su línea habitual. Tiró de su catecismo y fue repartiendo pildorazos sobre temas que poco o nada tenían que ver con lo que exponían los demás. Su ventaja, y su inconveniente, es que nunca se sale del raíl que todos conocen.
  • Por cierto, ¿El ex guardia civil y el ex militar profesional integrantes ambos de la Manada  por antonomasia, la que hace seis años, en días como estos estaba en boca de todos por su hazaña en los Sanfermines, eran también extranjeros "que no deberían haber entrado en España"? 
  • ¿Así es que la mayoría de las violaciones grupales podrían haberse evitado con otra política migratoria? ¿Mi memoria falla más que una escopeta de feria o una vez más, acusó sin dar un sólo dato? Verá, Don Santiago, eso de que "una mentira repetida el suficiente número de veces, se convierte en verdad", sólo es cierto cuando el oyente lo consiente. No se fíe. Y, sobre todo, no mienta.

En cuanto al resto…

  • Rufián, histriónico como de costumbre, erró el tiro con las balas (perdón por el mal juego de palabras). Se ve que el Debate lo pilló en otras.
  • El portavoz de UP imposibilitado de oponerse al giro a la izquierda, deseoso de apuntarse el mérito e incapaz de asumir que no todo van a ser mieles (erre que erre con el gasto en defensa), salió del hemiciclo como había entrado: sin hacer un amigo más.
  • Dª Inés. Me da una cierta pena, qué quieren. Debe ser lacerante recordar que un día no lejano ganó las elecciones catalanas, que los celos o la ceguera de su jefe la enclaustraron en Madrid y que ahora, ha pasado de poder decidir quién podría ser el siguiente Presidente de Gobierno, a no descartar tener que buscar trabajo. No es crueldad, pero la verdad es que ya no importa lo que diga, sobre todo si se limita a repetir mantras que ya hemos oído más de nueve veces.
  • Hablaron más, muchos más, todos los que faltan en esta lista, pero quizás en otra ocasión me ocupe de ellos.
  • Y algo que me sorprendió: Don Alberto Núñez Feijóo no podía hablar en el hemiciclo, pero podría haberlo en los pasillos. No lo hizo. No hay nada tan arriesgado como interpretar el silencio, así que no pienso perderme en conjeturas. Es evidente que no habló porque no quiso hacerlo.

Los despropósitos

No voy a dar nombres: les dejo que si tienen curiosidad, acudan a las hemerotecas digitales y le pongan nombre a los disparates

  • Con una inflación confirmada del 10’2, con la guerra de Ucrania sin síntomas de agotamiento, con el otoño amagando conflictos sociales ¿Cómo es posible que se le dedique más tiempo a debatir de terroristas y de memorias históricas que de cómo salimos de ésta?
  • Hablando de Memoria Histórica, (ahora Memoria Democrática): El estrambote de tratar de meter en el mismo texto el franquismo y los desmanes de algunos servidores del Estado en la lucha contra ETA olvida que Amedo y Domínguez fueron juzgados y condenados a más de cien años de cárcel, que Rodríguez Galindo, el amo de los calabozos de Inchaurrondo, fallecido el año pasado por la Covid, también fue juzgado y condenado a 71 años y que hasta Vera y Barrionuevo pasaron por la cárcel. 
  • O sea, que, a mí me parece que el precio pagado para conseguir los votos de Bildu es excesivo, entre otras cosas, porque si no se hubiera aprobado la nueva Ley, quizás hubiera bastado con aplicar la anterior. Al fin y al cabo no es el PSOE sino su socio quien apadrina el revisionismo histórico aplicado a la nunca bien ponderada "Transición".
  • Si Pedro Sánchez es el culpable de la inflación (yo lo oí) ¿A quién habrá de culpar de la que sufren el resto de los países del mundo mundial, de Estonia a los Estados Unidos de Norteamérica? ¿O habrá una banda de Presidentes Inflacionarios y no nos hemos enterado?

Fin de fiesta: lo que han votado nuestros representantes

Más allá de dimes y diretes, por encima de las opiniones que puedan escucharse o leerse sobre lo que pasó el martes y el miércoles, el jueves llegó la hora de verdad: el momento, los momentos, en los que se sometieron a votación textos que habían sido la materia prima con la que trabajaron y se agredieron nuestros parlamentarios.

Y esto fue lo más relevante:

  • Ley de Memoria Democrática. Un texto que personalmente está muy lejos de entusiasmarme, no tanto por lo que dice sino por lo que supone de alejamiento de posiciones entre españoles, recibió 173 votos favorables, 159 en contra (PP, Vox, Ciudadanos ¡y Junts! ) y 14 abstenciones, entre ellas las de ERC. El tiempo dirá hasta dónde llega su utilidad.
  • El Gobierno ha visto también avalado el paquete de medidas anticrisis, y lo ha conseguido por un margen superior al obtenido con el plan anterior: esta vez, ERC y, lo que es mucho más relevante, el Partido Popular, se han limitado a abstenerse. Hay que destacar, como es obvio, el cambio de posición del PP, más en línea con lo que se le presupone a Alberto Núñez Feijóo que con el parlamento enrabietado que escuchamos a la Srª Gamarra.
  • Por último, también el Parlamento ha dado su visto bueno a la reforma exprés de la Ley del Poder Judicial que pretende asegurar la renovación en tiempo y forma del Tribunal Constitucional ¿Tomarán ejemplos quienes están detrás del bloqueo de la renovación del Consejo General del Poder Judicial o tendremos que esperar a que la Unión Europea tome cartas en el asunto y nos trate como émulos de Orbán?


Para terminar, estoy convencido de que por imperfecto que haya sido el último, es preferible que sea preceptivo un Debate del Estado de la Nación cada año, que no dejar que sea el Presidente del Gobierno quien decide sobre el particular según su capricho o su conveniencia.




 


sábado, 9 de julio de 2022

 El Presidente en su laberinto

Un asunto casero

Ustedes me perdonarán la paráfrasis. Utilizo la referencia a la novela de Gabriel García Márquez, "El General en su laberinto", más por la literalidad del título que por el contenido del relato, porque de lo que quiero hablar es de las contradicciones internas tan presentes ahora más que nunca en la política española; algo que tiene poco que ver con la línea argumental de la obra del Nobel colombiano.

Doy por descontado que en cualquier Gobierno de coalición, no importa dónde ni cuándo, es inevitable asumir periódicos desajustes. Países como Italia, como Bélgica, como Alemania, saben mucho de este difícil convivir entre formaciones distintas cohabitando en un Gobierno. 

Estas contradicciones se hacen más patentes cuando se van acercando las fechas previstas para las citas electorales porque cada uno de los socios del Gobierno se ven impelidos a mostrar al elector sus diferencias programáticas e ideológicas y tratar de convencerlo de que todo lo bueno conseguido por la coalición hay que cargarlo en su haber mientras que los desastres que hayan ocurrido son siempre culpa del socio.

Las mimbres del cesto

El actual Gobierno de España parece nacido para sufrir. Ha ido encadenando desgracias y malaventuras desde el primer suspiro: primero la pandemia, maldición que ningún país supo lidiar porque nadie sabía cómo hacerlo, y, cuando parecía amainar el temporal, luego la crisis energética, más tarde la guerra de Ucrania y ahora la inflación sin control, ponen muy fácil la crítica de sus oponentes.

Dicho esto, tampoco el Gobierno ha sido ajeno a sus propias desgracias. Las torpezas, unas fruto de análisis incorrectos, otras consecuencia de soluciones improvisadas y algunas más debidas a sus ya citadas contradicciones internas, han sido demasiado frecuentes. 

Sólo con estas clave pueden entenderse algunas evidencias:

  • Los resultados de las elecciones andaluzas han sido un varapalo inmisericorde al Gobierno en su conjunto y a cada uno de sus socios en particular: el socialismo ha caído a su más bajo nivel de aceptación en Andalucía y la locura fraccionalista de la izquierda de la izquierda han llevado, como era de esperar a una estéril dispersión de un voto ya de por sí escasamente motivado. Seguimos esperando una autocrítica que arroje algún rayo de esperanza para el futuro inmediato, las municipales, y allá en lontananza, las generales.
  • En consecuencia, las más fiables de las encuestas que de tanto en tanto aparecen en los medios de comunicación, por lejana que esté la gran cita electoral, apuntan una tendencia que empieza a ser constante: el voto conservador está instalándose en la mayoría absoluta.
  • La llamada "mayoría de la investidura" hace aguas por todas partes. El secesionismo catalán, depauperado, ensimismado y autodestructivo, ha dejado de ser un socio fiable; el mundillo abertzale es pura paradoja: cuanto más apoye al Gobierno, más hace crecer la simpatía por las formaciones de derechas; hasta el voto canario, por ciertos acuerdos suscritos entre ellos, ha cambiado de bando.
  • El Consejo de Ministros empieza a parecer "El Camarote de los Hermanos Marx". No hay semana en la que no aparezcan discrepancias notables, no ya entre los dos socios sino, incluso en el seno de cada una de las dos formaciones. No siempre Economía y Hacienda dicen lo mismo, "Las tres Gracias", Díaz, Montero y Belarra, cantan a tres voces pero lo hacen con canciones distintas. Ni siquiera se ponen de acuerdo en si el incremento del presupuesto de defensa es o no asumible.
  • Para cerrar este capítulo, y por si algo faltara a la izquierda de la izquierda, mientras Unidas Podemos trata de convencernos de que todo lo bueno que pueda reconocerse al Gobierno es sólo y exclusivamente fruto de su constante presión sobre la fracción socialista, Yolanda Díaz ha puesto en marcha su proyecto. ¡Suerte, señora! Pero ¿cree usted que podrá alcanzar el poder sin el apoyo de una organización bien engrasada? ¿Supone que su antiguo partido, el PCE, y ese conglomerado que atiende por Unidas Podemos se avendrá a su desaparición para renacer en ese movimiento que trata de apoyarse en las masas y que tiene por guía, los intereses más que las ideologías? 

Una derecha a la espera de su oportunidad

Soplan vientos de relevo. Nada que oponer, al menos en el terreno de los principios: la alternancia forma parte del núcleo duro de la democracia, así que por mucho que pueda disgustar a los votantes que lo sigan siendo de la izquierda, es más que posible que estemos a punto de vivir un cambio de ciclo.

No obstante, tampoco están tranquilas, o no lo suficientemente tranquilas, las aguas en el estanque conservador.

  • La irrelevancia de Ciudadanos, tan próxima a la desaparición, es una muy mala noticia. Es cierto que los errores garrafales de su fundador han sido la causa de sus estrepitosos fracasos, pero, como le he oído a Begoña Villacís (cita no literal), la pujanza de una formación de centro liberal, haría menos de derechas al PP y menos de izquierdas al PSOE. Muchos pensamos que eso sería bueno para el país, pero dudamos de si ese tren volverá a pasar en las próximas citas electorales.
  • Si, como parecen señalar las encuestas, Vox ha tocado techo e, incluso, apunta a una discreta pérdida de influencia, no sería descabellado suponer que ello podría llevar a sus líderes a radicalizar su discurso. En ese escenario, si los votos de Vox fueran imprescindibles para formar Gobierno, el precio a pagar por el PP sería muy alto para sus pretensiones de moderación.
  • Si es que la moderación, además de una presunta característica de Alberto Núñez Feijóo, va más allá de lo puramente formal. En definitiva: en este estrecho paso, esa travesía entre Escila y Caribdis ¿qué polo de atracción tiene más fuerza, el de Isabel Díaz Ayuso o el de Juanma Moreno? ¿Populismo o moderación? ¿Qué piensa el candidato - dijo que él es de Ayuso en Madrid y de Juanma en Andalucía- y qué le dicen sus asesores?

Y mientras tanto, los problemas que nos preocupan a todos

  • La energía sigue por las nubes, el coste de la vida continúa creciendo sin que el mal de muchos sirva de consuelo alguno, los agentes sociales están lejos de llegar a algún acuerdo tranquilizador en ese pretendido pacto de rentas. Asalariados en general, funcionarios, pensionistas, están en el ojo del huracán.
  • Y la maldita guerra sigue percutiendo sobre todos estos problemas. ¿Alguien se atreve a día de hoy a barruntar cuáles son los verdaderos objetivos de Putin? No hablo de sus deseos, de sus intenciones siquiera, sino de los verdaderos objetivos probablemente ya planificados desde hace meses o años ¿Hacerse con las zonas rusófilas de Ucrania? ¿Anexionarse el país entero? ¿Continuar con Moldavia?

Pero no habrá en España elecciones anticipadas

Eso es algo que o procede de una moción de censura ganadora o se debe a una decisión del Presidente del Gobierno.

Los adelantos electorales convocados desde el Gobierno sólo tienen sentido cuando el que lo hace, acierte o se equivoque, está convencido de que mejorará sus resultados, lo que no parece ser el caso. Tampoco se me ocurre pensar en una salida al modo británico (Ministros descontentos con el Presidente, dimiten y fuerzan una crisis ministerial) ¿Unidas Podemos se va a bajar en marcha de sus asientos ministeriales? Pues no, mire usted: una cosa es tachar al PSOE de lo que se les ocurra cada mañana, y otra diferente provocar una crisis que obligara a medirse en las urnas con unos contrincantes al alza.

O sea, que siendo cierto que no hay mal que cien años dure, cuenten con que lo más probable es que Pedro Sánchez no tenga excesivos problemas para agotar la legislatura. 

Por otra parte, créanme: un Gobierno presidido por Núñez Feijóo tampoco sería capaz de hacer bajar el precio internacional del gas, ni acabaría con la guerra de Putin. Ni siquiera podría impedir las granizadas que están martirizando nuestros campos.



sábado, 2 de julio de 2022

 Carta abierta a Ione Belarra 



                                                     Srª Dª Ione Belarra Urteaga,

                                                  Paseo del Prado 18 / 20

Marbella 2 de julio de 2022

       

                                                 

    Muy Srª mía: Le ruego que me perdone si he empezado por incurrir en alguna incorrección, descortesía o falta de tacto al dirigirme a usted, Secretaria General de Unidas Podemos y Ministra de Derecho Sociales y Agenda 2030 del Gobierno de España de forma inadecuada o utilizando fórmulas sociales ya en desuso.

     Sé de sus desvelos en pro de la igualdad de género, pero le pido, por favor, que no busque tres pies al gato en lo de "señora mía". Lo de "señora" antes, y espero que también ahora  era una muestra de respeto, y lo de "mía"… borre de su mente cualquier imputación de deseo posesivo por mi parte. No es más, se lo aseguro, que una fórmula que pretende ser cortés, ahora que hemos prescindido de aquellas  barrocas maneras de dirigirse a una Ministra como Excelentísima, creo recordar.

     El motivo de esta misiva que dudo mucho llegue alguna vez ante sus ojos es manifestarle mi perplejidad por los comentarios que le oído a usted ante las cámaras de no recuerdo qué noticiero de televisión. Esos en los que lamentaba las palabras del Presidente del Gobierno al que usted pertenece anunciando un incremento del presupuesto de defensa.

    La cita no es literal, pero me pareció oírle que mejor sería gastar esos dineros  en médicos y maestros y en asegurar las necesidades básicas de toda la ciudadanía.

    ¡Qué duda cabe, Doña Ione! Usted y yo, y el concejal de urbanismo de la Puebla del Caramiñal, y el banderillero de la cuadrilla de cualquier torero, puestos a elegir entre un carro blindado y la inversión en el centro de salud de su barrio se inclinarían por compartir su punto de vista. Tal vez no los dueños de las clínicas o los colegios pivados, pero el esto délo por seguro.

    Ojalá fuera posible. Qué no daríamos los hombres de bien, y las mujeres, no faltaba más, por ver llegar el día en el que todos, absolutamente todos los cuarteles del mundo se convirtieran en hospitales, escuelas o lugares de acogida para los desheredados del cualquier rincón del planeta. Todos, ¿está claro? Todos, no sólo los de España. 

    El problema, señora Belarra, es que usted hace trampas y lo sabe. La cuestión no es qué preferimos, si una ametralladora o las obras completas de Don Benito Pérez Galdós, sino cuántos médicos, cuántos maestros y cuántos asistentes sociales y, llegado el caso, cuántas Ministras de Derechos Sociales son necesarios para detener a una columna de blindados que ha invadido tu pueblo; qué hacer, en definitiva, cuando tu modo de vida está amenazado por hombres de armas de otras tierras.

    O sea, Srª Ministra, o Srª Secretaria General de Unidas Podemos, que si usted hubiera acudido ante las cámaras con el tratado de paz entre Putin y Zelenski en la mano, si el Presidente moscovita hubiera firmado el acuerdo de desarme junto al Secretario General de la OTAN, puede creerme si le digo que yo habría salido a la calle a manifestarme contra el incremento del presupuesto de defensa.

    Pero no ha sido así ¿verdad? Como ya advertía Tucídides hace veinticinco siglos, "la humanidad está destinada a no aprender nada de la Historia y a repetir siempre, en cada generación, los mismos errores, idénticas injusticias y bestialidades".

   ¿Me permite que le recuerde en qué medida el angelical pacifismo de Chamberlain y Daladier frente a la arrogancia y la agresividad de Hitler fueron la prueba que éste necesitaba para convencerse de que invadir Polonia podría ser igual de fácil que hacerse con Checoeslovaquia? ¿Se acuerda de que así, de cesión en cesión ante el agresor, acabamos en la segunda guerra mundial?

  Así que, Srª Belarra, confundir desarme con paz sigue siendo un error monumental. Como advirtió Winston Churchill, "cuando haya paz, habrá desarme, no al contrario. No basta amar la paz para conseguirla".

   Acabo de volver de México; un amigo me recordaba que su actual Presidente, Antonio Manuel López Obrador, basó parte de su campaña electoral en un lema que trataba de dar la vuelta a la lucha contra el narcotráfico: "Abrazos en lugar de tiros". Hermoso ¿verdad? ¡Qué delicia! Sobre todo para los narcotraficantes que siguen disparando más que nunca.

    No quiero aburrirla, que la supongo liadísima entre las políticas protectoras de los animales y la agenda 2030. Antes de despedirme, no obstante, permítame recordarle algo que sigue en vigor: usted es Ministra de un Gobierno del que puede dejar de formar parte en el momento en el que su conciencia sea incompatible con las decisiones que se adopten en su seno. ¿Ha llegado ya ese momento o es de las que piensa seguir el ejemplo de su mentor, el señor Iglesias Turrión, que fue capaz de abandonar su escaño por un ratito y sumarse a una manifestación ante el Congreso para protestar por los privilegios de la clase política?

   Un saludo, señora, y en cuanto don Vladimiro entre en razón, cuente conmigo para pedir menos gasto en balas.


P.D. ¡Se me olvidaba! Mi enhorabuena por el éxito de la cumbre de la OTAN. Por partida doble: España como país ha dado otra prueba más de su capacidad para organizar acontecimientos como éste, y hemos salido reforzados en cuanto a las garantías de la Organización ante cualquier eventual problema en el flanco sur. Seguro que se ha alegrado tanto como yo de ambas cosas. Así pues, como parte integrante del Gobierno que tanto ha tenido que ver en lo que le comento, le reitero mi agradecimiento por sus desvelos.