sábado, 26 de agosto de 2023

 El irregular agosto del 2023

No ha sido el cambio climático

Cambio que unos niegan y otros dan por cierto, aunque la verdad sea que este verano todos, unos y otros, nos estamos asando a conciencia. O sea, que no seré yo quien me meta a estas alturas en polémicas que no han de refrescarme.

No. A lo que me refiero es  que un agosto que podría haber sido tan vacacional, tan trivial como de costumbre, se ha convertido en algo más, por mor del morbo político que no cesa ni en este mes siempre concebido como un tiempo de tregua.

No obstante, como no sólo de política vive el contribuyente, tampoco han faltado acontecimientos para el recuerdo

Asesinato en Tailandia

Conocido que fue el más que presunto crimen del nieto de Curro Jiménez, los gacetilleros -ya lo fueran en versión plumilla, televisiva o "youtubera"- nos pusieron al tanto varias veces al día, varios días a la semana de las truculentas y sorprendentes circunstancias de uno de los sucesos más sanguinolentos y más obtusos de los últimos años. 

Un hombre joven, guapo y en buena posición económica, elige Tailandia como escenario del concienzudo despiece de cierto cirujano colombiano con el que mantenía una relación que me niego a analizar. Y, contra toda lógica, escoge para ello un país que, a más de mantener en su código la pena de muerte, cuenta con unas instalaciones carcelarias digamos que de dudoso confort. 

Omito los detalles que rodean el suceso porque los hemos visto y oído hasta el aburrimiento. Lo que quería decir, es que lo que en circunstancias normales habría sido el suceso del verano, este año no ha dado para tanto. Si acaso muchos hemos pensado que puestos a deshacerse de un amigo hay otras formas y otros lugares menos peligrosos para la integridad del autor de la carnicería.


Campeonas del p… mundo y el beso de Rubiales

Otro que tal. Las jugadoras españolas se hicieron con el décimo campeonato mundial de fútbol. Mi más sincera enhorabuena ¿Qué necesidad tenía el señor Rubiales de amargarnos la fiesta? Van nuestras futbolistas, se coronan campeonas planetarias a base de buen juego, de coraje, de corazón, y llega este patán, este homúnculo con trazas de portero de discoteca marginal y lo estropea todo.

Se había llevado la supercopa de España a Arabia, presumió incluso de que hasta que se le ocurrió la idea, ni cuartos de baño para mujeres había en los estadios saudíes, y se lo perdonamos. Supimos de los tejemanejes con Gerard Piqué, de los dineros que iban y venía bajo la superficie, y lo dejamos pasar. Así que debió pensar que igual era como Donald Trump, que podía hacer lo que quisiera sin que pasara nada, que para eso era quien era.

¿Qué quieren que les diga? No hay por donde cogerlo. Ni los tabernarios gestos que él debió considerar muestras de alegría por el gol de España desde la tribuna de autoridades, ni lo que vino después cuando felicitaba a las campeonas.

Sencillamente intolerable. Ni tenía derecho a comportarse como lo hizo con Jeni Hermoso, ni a dejarnos como cocheros ante medio mundo. En el tempo acelerado en que vivimos, las cosas evolucionan muy deprisa; tanto, que el troglodita que nos dejó a la altura del betún ante medio mundo, descalificado por directivos, entrenadores, jugadores ¡y por la todopoderosa FIFA! parecía que había tocado fondo el jueves por la tarde. Dicen que dijo que dimitía. ¡Ya! El viernes a las 12, desafiante, culpando a medio mundo de su propia desfachatez, negó lo evidente, se aferró al asiento de su poltrona y decidió que dónde iba a ir que más valiera. 

Así es que si no se va habrá que echarlo, y a eso parece que están dispuestos quienes pueden hacerlo. Veremos. Mañana, o pasado, o dentro de… veremos en qué para este despropósito.


Un pequeño muestrario de lo que ha dado de sí la política este agosto

En mala hora se me ocurrió tomarme unas vacaciones blogueras. No es que me arrepienta de mi silencio, que el descanso de mis lectores es más que respetable, pero ni tres días seguidos han pasado sin que alguna noticia relativa a la clase política nos asaltara. 

Eso sí, en honor a la verdad, rara ha sido la formación que no ha suministrado materia prima para que muchos vean y oigan lo que está ocurriendo y cariacontecidos se pregunten alarmados "¿Y ahora qué va a pasar?". 

Eso me gustaría a mí saber, aunque de lo que estoy seguro es de que de ésta también saldremos. Tiempo al tiempo.

No obstante, vean:

  • El recurrente y endiablado asunto de cómo lidiar con Junts. Que es más complejo que cómo echarse a la cara al fugado y tratar con él de lo que toque, porque en Junts hay más de un alma. Hubo quien dijo que acaso bastara con arreglar lo de la financiación autonómica ¿Sí? ¿Se ve alguien capaz de conseguir un consenso entre 17 Comunidades Autónomas, 12 de las cuales están gobernadas por el PP y en cuatro de ellas con Vox en el gobierno, mientras ERC exige tratar el asunto de tú a tú y no en pandilla y el País Vasco o Navarra disfrutan de privilegios a la carta? Porque se supone que el reajuste exige saldo 0, o sea que si uno gana alguien pierde.
  • Feijoo en la prensa conservadora. Apenas comenzaba el mes, arreciaban las críticas a don Alberto en los medios más supuestamente afines. Los mismos que aplaudieron su ascenso a la presidencia del Partido, los que escribieron los más encendidos elogios, Mundo, ABC, La Razón ¡OK Diario! se despacharon a gusto. Juan Manuel de Prada hasta criticó su incorrecto modo de escribir ya fuera en castellano o en gallego su propio apellido. No es más que un pálpito, pero las deserciones me sonaron al comienzo de la cuenta atrás de un relevo. Luego… Las aguas volvieron a su cauce, así que a lo mejor sólo fue el fruto de la decepción por lo que pudo haber sido y ahora a saber si es o no es.
  • Tormenta en Vox. Y como una prueba más de lo amarga que suele ser la derrota, entendiendo por tal el no conseguir lo que uno esperaba, el 8 de agosto, Iván Espinosa de Los Monteros, uno de los puntales de Vox, dimitía de sus cargos en el Partido y entregaba su acta de diputado. Dos días después le seguía el designado para sucederle. Razones personales, no faltaría más. La Revolución devora a sus hijos: Marat, Danton, Robespierre; la vieja guardia leninista; los epígonos de José Antonio Primo de Rivera; los líderes de las SA hitlerianas; los fundacionales de Podemos… Dicen que en Vox había mar de fondo y que ha ganado el ala dura. Ya veremos con qué resultados.
  • Las vacaciones (¿?) del Presidente. Mientras tanto, Sánchez vacaciona en Marruecos (con el expreso deseo del Sr. Abascal de que tarde tanto, tanto en volver, que si no lo hace nunca, mejor) y, al parecer deja que sean otros los que lleven a cabo contactos de los que nada se sabe con quienes podrían ser sus monaguillos de investidura (o no ¿quién sabe lo que nos espera allá para el otoño?). Silencio, silencio, que en boca cerrada. Si acaso que las portavoces de doña Yolanda vayan soltando algún globo sonda.
  • Las mareas internas. Y como en todas partes cuecen habas, mientras algunas voces no demasiado sensatas se hacen oír en el PP proponiendo disparar contra Vox ("Hay que ir a por ellos"), las revueltas aguas de Junts, cada vez menos juntos, llevan periódicamente a las primeras páginas de ciertos diarios  europeos a la cada vez más independentista Clara Ponsatí, que empieza a considerar a Puigdemont un vendido al oro de Madrid y a los cantos de sirena de don Pedro. Y como si nombrar al huido y convocar a los demonios fuera todo uno, el anuncio oficial de que don Alberto negociará con Junts, provoca la repulsa del barón popular catalán, mientras González Pons pone de manifiesto que "la constitucionalidad de Junts no está en cuestión". ¡Cosas veredes, Sancho!
  • La primera escaramuza: la Mesa del Congreso. Alguna sorpresa en la elección de la Mesa del Congreso, no en en su presidencia que, como se suponía, ha acabado en manos de Francina Armengol (prisa se ha dado en dar entrada a las lenguas cooficiales en el Parlamento) como que el PP bloqueara la presencia en ella de Vox, no obstante lo cual, cuando Abascal ha tenido que retratarse ante Felipe VI, ha comprometido su ayuda a Feijoo. Doy por cierto que los contables del Partido han anotado la partida en el debe de los populares.
  • Núñez Feijoo opta a la Presidencia del Gobierno. En el momento adecuado, el Rey ha llamado a consulta a los Partidos y ha encargado a don Alberto la formación de gobierno. Lógico y sensato. No porque lo demandara el popular, ni siquiera porque él haya obtenido más votos que nadie el 23 J, sino porque, la incomparecencia de los de siempre en La Zarzuela da como resultado que hoy por hoy es Feijoo, quien más apoyos puede acreditar. La presidenta del congreso convoca las sesiones de investidura para los días 26 y 27 de septiembre, fecha que parece que a don Alberto le viene bien, lo que, de paso, desmiente el prejuicio de su parcialidad.

¿Y ahora?

 Pues, por lo que se refiere a la ciudadanía, a volver a trabajar los que aún estén en edad de ello y tengan dónde hacerlo y a ver cómo transcurren los días los que ya olvidamos aquel tiempo.

Y si lo que alguien se pregunta es en qué pueden quedar tantos dimes y diretes, tanta cháchara sobre quién ganó las elecciones y quién ocupará el Palacete de La Moncloa, permítanme tan sólo un par de comentarios o tres:

  • No creo que ni el Gobierno, ni la sede de Ferraz generen demasiada información hasta la sesión de investidura. Continuarán con perfil bajo, cosa que es de agradecer.
  • Feijoo puede ser el próximo Presidente de Gobierno. Dada el inestable momento que vive Junts y lo impredecible de sus cábalas, no se puede descartar que se abstengan en segunda votación los suficientes diputados independentistas como para que ganen a los que voten en contra.
  • Si Feijoo falla en su intento, no sabemos hasta dónde está dispuesto a llegar Sánchez para asegurarse los votos catalanes ni cuál podría ser su reacción si las demandas de los Puigdemont, Ponsatí, Rufíán y demás colegas fueran inasumibles.
  • Mientras tanto ¿Es imprescindible que nos pasemos el tiempo aterrados?