martes, 15 de marzo de 2016

La segunda juventud del surrealismo

Hay días que más vale olvidarse de los medios de comunicación.

¡Qué pena! Doña Rita ya no ríe. Cuando no se esconde tras los visillos de alegres ventanales, truena, amenaza, airea su inocencia y asegura que de dimitir, ni hablar, porque ella no ha hecho nada, no sabe nada, no se arrepiente de nada. 

Dª Cospedal, supongo que va incluido en el sueldo, asegura que "en su vida ha visto cosa igual". Uno no sabe cuántas cosas ha visto Dª Dolores, pero tiende a pensar que a él le pasa lo mismo, que cosas como las de Dª Rita, tampoco ha visto ninguna.

Mientras tanto, la cúpula de Podemos, por un lado se consume en dimes y diretes ("que sí, que hay dimisiones, una docena de nada, pero que estamos más unidos que nunca"), por otro acusa al PSOE de crearles problemas, como si la obligación de Ferraz fuera asegurar la estabilidad y la paz interna de quien aspira a pulverizarlos, y, lo que más les preocupa, observa que Pedro Sánchez pretende seducir con su mejor sonrisa a alguna de las formaciones aglutinadas de aquella manera alrededor de Podemos.

Cambia la imagen de la pantalla y veo, escucho, declaraciones sorprendentes por su simplicidad de algunos de los más egregios procesados en el caso Noos. ¡Pandilla de desmemoriados! Quienes firmaban no recuerdan, y quienes recuerdan no firmaban. Mucho amor, mucha confianza entre cónyuges y demasiados € fuera de su lugar. Y "Manos limpias", el extraño sindicato sin trabajadores, prendido a la yugular de la Casa Real. 

Sánchez se cita con Puigdemont, el último Honorable de la lista, y Ciudadanos le recuerda que del Referéndum mejor no diga ni media palabra, salvo que quiere romper la baraja. Mientras tanto, la Alcaldesa de Madrid, reserva 10.000 m2 para cementerio islámico en Carabanchel. Presiento rayos y truenos, aunque si bien se mira ¿qué se pretende, que guarden los muertos en casa? Y al PSOE le crecen los enanos allá por la brumosa Galicia donde tienen un tal Besteiro metido en problemas de manejo de dinero público. Justo en el momento en el que Feijoo dispara las alarmas en la Sede Central del PP, no vaya a ser que, gallego por gallego, le mueva el asiento al Sr. Rajoy.

¿Dónde mirar?

Mientras el Sr. Rajoy pretendía eludir el control del Parlamento con el peregrino argumento de que sólo es Presidente en funciones, y eso no hay por qué controlarlo, empiezan a pulirse las lupas que examinan la financiación de Podemos, con dineros procedentes de regímenes difícilmente homologables, lo que para algunos ha de interpretarse como que castas no hay más que una y a ti te encontré en Venezuela.

Moody's califica la deuda catalana, en el hipotético e improbable supuesto de que llegara a ser un país independiente, al mismo nivel que la de Bosnia, Pakistán, Honduras o Moldavia. No se sabe si tan depauperado escalafón se debe a las trazas de la CUP, la fama de los Pujol o al hecho de que en una Cataluña independiente, el Barça ¿en qué liga jugaría?

La Srª Merkel, otrora víctima propiciatoria de quienes en España tronaban contra los recortes, acaba de llevarse un soberano revés electoral a manos de la nunca extinguida ultraderecha xenófoba y racista alemana. Uno echa la vista atrás y empiezan a alarmarle las similitudes crecientes entre el escenario europeo actual y el alemán de los años 30.

Y al otro lado del charco, en la sede del Imperio, donde se juega una buena parte de nuestro futuro, el más energúmeno entre los energúmenos que han aspirado a la Presidencia USA (ranking peleado donde los haya) sigue insistiendo en que expulsará a ¡11 millones de inmigrantes!, construirá un muro de 3.000 km., y se lo hará pagar a México porque el vecino del Sur jamás se atreverá a declararle la guerra a él, señor del mundo, que tiene de todo menos humanidad. Desde aquí parece absurdo, pero el número de sus fans, sigue creciendo, o sea que ¡cuidado!

Esto es lo que hay, nos guste o no.

Lo único seguro es que no hay nada seguro. Las encuestas califican muy bien a Rivera y muy mal a Rajoy, pero, en la misma página, el PP sigue siendo el favorito de los votantes, lo que no termina de entenderse. Por menos diferencia que en Diciembre, pero seguiría en cabeza, mientras Ciudadanos sube, PSOE también y Podemos retrocede.

O sea, hasta que escampe, Rajoy a hacer lo que mejor sabe, no hacer nada, dejar pasar el tiempo y esperar sentado a que pase ante él el cadáver del enemigo. El sistema sólo funciona si el enemigo muere antes que el que espera.

Por eso se entiende que Errejón dicen que dice que no quiere nuevas elecciones, y no se entiende que el Sr. Rajoy posponga para después de Semana Santa cualquier contacto con Sánchez. ¿Es táctica, abulia o respeto por las procesiones?

Siempre nos quedarán los programas basura.

Así que, harto de tanta mandanga, hasta el pelo de la falta de respeto de la clase política por el ciudadano, cambio de programas y me sumerjo en los espacios dedicados al corazón.

Vana esperanza: los protagonistas se parecen como si fueran clónicos a los políticos, aunque se me antojan más entrañables. Kiko Rivera, con su inimitable elegancia en el vestir, en su prestancia corporal y en su fácil verbo, desgrana despropósitos cuando le da por ahí, pero nadie ha probado su relación ni con la red Gürtel, ni con la Púnica. Y eso, ya es algo.

La mamá de Kiko, es cierto que acaba de salir de la cárcel, pero no es menos cierto que, al menos ella, ya pagó sus deudas con la sociedad. ¿Cuándo podremos decir lo mismo de los afectados por la interminable lista de escándalos político económicos? 

Como el Maestro Cano, otro portento de la oratoria, que nos pone al día de los avatares de su peculiar prole mientras sugiere qué caminos debería seguir la política patria. Las simplezas que dice no son demasiado diferentes que las que oímos a los primeros espadas del mundo oficial.

Y como éramos pocos, parió la abuela: Nadal, nada menos que nuestro Nadal, ha sido puesto en entredicho por una ex ministra francesa. ¡Y eso sí que no! Todo español por el mero hecho de serlo debería dar un paso al frente, acordarse del 2 de mayo, la Batalla de San Quintín y hasta la derrota de Roldán en Roncesvalles y recordarle a nuestra vecina con quién se juega los cuartos.

O sea...

Los días, las semanas, los meses van pasando y sabemos mejor con quiénes no es posible ponerse de acuerdo que quién va a gobernarnos.

Pese a todo, cuando sea, cada vez más a espaldas de la ciudadanía, nuestros representantes, seguirán intentando convencernos de que la solución pasa por confiarles nuestro futuro.

Y los ciudadanos, con una cierta distancia melancólica, nos encojeremos de hombros, cruzaremos los dedos y esperaremos que el destino nos sea propicio, pese a tanto incompetente.




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