lunes, 27 de junio de 2016

España volvió a votar

Un suspiro después del "Brexit"

¡Qué semana! Apenas repuestos del sobresalto del Brexit, hemos vuelto a votar por mor de la impericia de los botarates que dicen ser nuestros representantes. 

No hay modo de saber en qué medida han influido los resultados del referéndum británico en el reparto de escaños en España, pero como no hay efecto sin causa, tengo para mí, que el descalabro de la razón a manos de las emociones primarias en las Islas Británicas, ha agudizado la prudencia en el voto hispano.

Por cierto, un apunte: ¿Estamos seguros de que el Reino Unido se marchará de Europa? Hasta donde se me alcanza, el referéndum y sus resultados son un asunto estrictamente interno. Para que tenga trascendencia exterior, el Gobierno Británico tiene que solicitar formalmente la salida de la Unión Europea. Si lo hace o no, sigue siendo una cuestión interna. De momento, hablan de octubre. Habrá quien piense que la decencia obliga al Gobierno de S.M. Británica a actuar en consecuencia. Pues eso: la decencia.

Volvamos a lo nuestro: algunas obviedades.

- No recuerdo una noche electoral antes de ésta en la que tres de los cuatro grandes Partidos reconozcan que los resultados no han sido buenos. Es cierto que así ha sido, pero otras veces también lo era, y, oyéndoles, parecía que habían ganado todos.

-  Nunca las encuestas, incluída la llevada a cabo "a pie de urna" han estado más alejadas de la realidad. ¿Para qué valen, además de para dar de comer a las empresas que las llevan a cabo?

-  El gran vencedor ha sido el PP. En votos, en diferencia respecto a su más inmediato seguidor, en comparación con la consulta anterior, en todo. No obstante, si quiere gobernar, necesita de apoyos, luego tendrá que hacer concesiones ellos sabrán a quién.

- Que el PSOE ha tenido mal resultado es evidente: menos votos, más alejados del PP, perdedores incluso en Andalucía y Extremadura, les cabe, no obstante el consuelo de seguir siendo los segundos. El fantasma de Unidos Podemos ha quedado lejos.

- Unidos Podemos ha fracasado. Tanto, que fueron los primeros en reconocerlo. Ni el efecto de la Ley D'Hont ha funcionado, ni en Política,  a veces, 1 + 1 es más que 2. Esta vez en concreto, ha sido menos que dos.

-  Tampoco anoche he oído a los Partidos apuntarse los votos de la abstención y asegurar que de haber votado más gente habrían ganado más escaños. ¿Se estarán volviendo sensatos nuestros políticos?

-  Los sufragios que ha ganado el PP respecto a las anteriores elecciones, no sólo proceden de Ciudadanos. No salen las cuentas: es más que posibles que el PSOE haya ganado algunos por su izquierda y perdido bastantes más por su derecha.

Sólo son conjeturas, pero ¿son muy descabelladas?

Las claves de la victoria Popular

- Una vez más se ha demostrado que la corrupción no se penaliza electoralmente en España. Es gravísimo, pero así es: ni PP, ni PSOE se han visto castigados por sus respectivos escándalos.

-  Hay veces que es más importante no equivocarse que acertar. El PP ha dejado que sean otros los que intentaran lo imposible (Podemos tratando de seducir a Pedro Sánchez, o éste y Rivera pidiendo apoyo, alternativamente, a Podemos y al PP, sin Rajoy) y que el desgaste les pasara factura. 

-  El efecto sumado del descalabro británico y del temor a que las encuestas acertaran esta vez y el país se viera abocado a una extrema polarización, ha mandado algunos cientos de miles de votos a los caladeros populares.

¿Por qué no ha podido PODEMOS?

-  El funambulismo político del Señor Iglesias, su transformismo ideológico, ese deambular por los territorios antisistema hace unos meses y presentarse ahora como ejemplo de socialdemócrata, me parece que ha influido poco porque ¿cuántos votantes serían capaces de definir socialdemocracia en cuatro frases?  

-  El temor que pueden haber inspirado sus políticas anunciadas para después de su triunfo (subida generalizada de impuestos, referéndums a la carta, etc., etc) han sido harina de otro costal. Por tanto, si alguien mete miedo, se vota a su enemigo natural, no a quien  puede o no ser su eventual aliado.

¿Cuántos comunistas de los de siempre han estado de acuerdo con su integración (sí, integración ¿qué otra cosa, sino?) en ese conglomerado populista con tintes secesionistas encabezado por un grupo de Profesores postmodernos?

- Muchos votantes que lo fueron de Podemos en diciembre, en realidad votaron contra "la casta", más que a favor de Iglesias. Ahora, vista la deriva de la formación, han vuelto a sus viejas creencias.

- Me parece que los resultados de las encuestas antes y durante la campaña le han hecho un flaco favor a Iglesias. Era tan apabullante su avance que muchos se han asustado y han cambiado su voto.

¿Qué pasó con Albert Rivera?

-  Se le agotó el discurso. Ya hemos comentado que es dramático, pero el recurso a la honradez, por extraño que parezca, no es suficiente. Peor aún, es irrelevante.

-  Nunca han estado claras sus diferencias programáticas con el PP y, en cambio, han insistido demasiado en condicionar su apoyo a la marcha de Rajoy. Eso, si se hace, no se dice ante lo televidentes.

-  Su intento de desbloqueo de la situación anterior, acordando programa con el PSOE, es posible que haya sido interpretado al revés: como un camino para llegar al Poder a cualquier precio.

Y en cuanto al PSOE...

- Desde mi personal punto de vista, su supervivencia como primera fuerza de la oposición es buena para el Partido y buena para el país. El más antiguo  de los Partidos de España ha sobrevivido a una de sus más peligrosas campañas electorales.

- En los meses anteriores cometió errores de bulto ("¿Qué parte del no es la que no han entendido?", su permanente indefinición sobre su propuesta de modificación constitucional, la sensación de arrastrar problemas internos) de los que, para mí, el mayor fue centrar sus esfuerzos en luchar contra el PP más que en construir su propia alternativa, más allá de media docena de eslóganes.

- Cayó en la trampa de la inacción del PP y no supo salir de ella, tomando la iniciativa y "obligando" al PP a sentarse a dialogar.

Lo que falta por hacer.

- Hay que construir una mayoría de gobierno, sea con un Gabinete multipartido o con un Gobierno monocolor con apoyos parlamentarios. No es necesario conseguirlo en una semana, pero hay que hacerlo pronto. 

- No lo digo yo, lo dicen nuestras Leyes: Gobierna el que consiga suficientes apoyos parlamentarios, sea o no el Partido más votado. No obstante, la lógica, las matemáticas parlamentarias y el sentido común, deben dar al PP la oportunidad de intentarlo antes que nadie.Más aún: está obligado a intentarlo.

-  El Partido Popular, por tanto, tiene que conseguir los apoyos, o las abstenciones necesarias para que en primera o en segunda votación, consiga la investidura de quien él proponga como aspirante a la Presidencia. Y ello tendrá que venir precedido de las conversaciones, de los tratos necesarios, concesiones mediante, para obtener lo apoyos imprescindibles. Nadie va a regalar nada.

-  En este tiempo que empieza, sería de agradecer que los líderes de los Partidos llamados a tener el verdadero protagonismo, se abstuvieran de expresiones de grueso calibre de las que luego fueran esclavos. Está en juego la gobernabilidad, el bienestar del pueblo español, y eso está muy por delante de las personalidades de todos y cada uno de los  actores de esta tragicomedia.

- Por último, es el momento en el que cada uno de nuestros representantes tengan claro que antes de ellos, está su Partido, y antes que su Partido, España. 

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