sábado, 20 de junio de 2020

Los Pactos de La Moncloa y 

La Comisión de Reconstrucción Nacional.

¿Recuerdan aquella España?

1977 fue un año clave. 

  • En enero, la L. para la Reforma Política deroga tácitamente el sistema político franquista.
  • Ese mismo mes, vivimos el horror de la matanza de Atocha mientras el GRAPO secuestra al General Villaescusa que llega a compartir cautiverio con Oriol y Urquijo. 
  • Poco después, se legalizan los sindicatos de UGT, USO y CC.OO y en el mes de abril, en plena Semana Santa, el Partido Comunista de España.
  • El 15 de junio se celebran las primeras elecciones democráticas después de más de cuarenta años. 
  • Antes de que termine el año ETA se anota 13 muertos y  el GRAPO 9.

Asombroso ¿Verdad? Pues la lista podría ser mucho más larga. 

La economía bordeaba el colapso: millón y medio de emigrantes penaban en Europa, el paro superó el 20%, la peseta se devaluó un 25%, los tipos de interés oscilaban del 10% y el 20% y la inflación alcanzó el 26,5%. No estábamos en Europa, así que no había, siquiera, la posibilidad de que unos tipos llegados de Bruselas te prestaran dinero a cambio de decirte cómo tenías que hacer las cosas.

Si la situación económica era insostenible, la política era un un polvorín. Cabía aplicarle el aforismo de Antonio Gramschi: "Lo nuevo aún no ha nacido y lo viejo se resiste a morir". Necesitábamos una Constitución, había que consolidar la forma del Estado, decidir cómo elegiríamos a nuestros representantes, establecer las reglas del mundo laboral, etc., etc.


¿Es comparable con la España de 2020?

  • Las cifras de 2019, hablan de un PIB por habitante de 26.440 €, frente a los aproximadamente 2.700 de 1977. 
  • En 1977 bandas de matones, unos secesionistas, otros sedicentes ultraizquierdistas, los de más allá nostálgicos del difunto General zarandeaban  la naciente democracia con una saña infernal. Pese a una cierta apariencia de normalidad en las instituciones recién estrenadas, en las calles,  ETA, GRAPO y paramilitares de extrema derecha causaban estragos. En los cuarteles crecía el ruido de sables a cada nuevo atentado.
  • En 2020 hemos terminado con el terrorismo autóctono y el importado está relativamente controlado. Tengo mis dudas de si se ha terminado para siempre con el huevo que incuba viejos monstruos, pero ésa es otra cuestión, que nos llevaría a hablar de qué se ha hecho para eliminar las causas que amamantaron a la bestia.
  • Recuerdo 1977 como un tiempo de inquietud, de esperanza y de ingenuidad; de incertidumbe y de entusiasmo. No sabíamos cómo hacer lo que teníamos por delante, pero había una mayoría aplastante de ciudadanos que estábamos de acuerdo en lo que no queríamos: volver al pasado.
  • Las primeras elecciones dieron 165 escaños a UCD, 118 al PSOE, 20 al PCE, 19 a Alianza Popular, precursora del PP, 11 a lo que más tarde sería Convergencia Democrática de Cataluña, 8 al PNV, 6 al PSP, desaparecido por absorción del PSOE, y el resto a formaciones menores. 
  • Comparen con el actual; vean qué Partidos faltan, de dónde han salido las nuevas formaciones y cuál es el resumen del resumen: holgada mayoría del centro-derecha en el 77, ajustada, arriesgada e inestable mayoría de izquierdas la actual.


Más problemas entonces pero menos crispación que ahora


Como si la experiencia no nos hubiera servido para nada ¿Tendrán algo que ver los líderes de entonces y los de ahora? 

Jueguen a las comparaciones y díganse si les gustaría, si es que pudieran,  sustituir a nuestros tonitronantes dirigentes de hoy por aquellos "Jerifaltes de antaño". Olvídense de la antipatía que pueda provocarles el líder de la formación esa que jamás votarían, y hagan un esfuerzo de objetividad:

  • El centro lo ocupaba UCD. ¿Preferible Inés Arrimadas que Adolfo Suárez o al contrario?
  • ¿Quién se anima a comparar a Manuel Fraga con Pablo Casado?
  • Felipe González, tan cambiado a estas alturas ¿lo hizo mejor, peor o igual que Pedro Sánchez?
  • ¿Es comparable Santiago Carrillo con Pablo Iglesias?
  • ¿Admite Errejón la comparación con Enrique Tierno Galván?
  • ¿Y Miguel Roca con Rufián, aunque uno fuera de CyU y el otro de Esquerra?

Podríamos seguir configurando parejas de competidores: Herrero de Miñón/Cayetana Álvarez de Toledo; Alfonso Guerra/Adriana Lastra; Fuentes Quintana/Cristóbal Montoro; Solé Tura/Alberto Garzón. ¡Tantos nombres de entonces que ahora darían juego…! Landelino Lavilla, Joan Raventós, Adolfo Muñoz Alonso, Marcelino Camacho, Gabriel Cisneros, José María Areilza, Gregorio Peces Barba, López Raimundo… No importa dónde militara cada uno, hoy no tendrían precio. 

Sólo me resulta imposible comparar a Vox con nada de aquél tiempo, porque ni el ideario de Blas Piñar tiene demasiado que ver con Abascal, ni lo que tiene éste detrás de él, guarda excesiva relación con la Fuerza Nueva del notorio Notario.

Así que sí, es posible que aquel cesto exigiera aquellos mimbres. Supieron cerrar un acuerdo endiablado en un momento crucial; aprovecharon el deseo masivo de cambio, y con la economía al borde de la suspensión de pagos, la evidencia de que estábamos solos, la costumbre de vivir sacrificados y el miedo de volver al pasado, lo consiguieron.

¿Y ahora? La Covid 19 se ha llevado por delante decenas de miles de compatriotas; ni siquiera sabemos cuántos. Nadie dudamos de que estamos inmersos en una crisis económica cuyas consecuencias aún es pronto para evaluar con cierta exactitud. La pandemia ha golpeado a todo el mundo, de ahí su nombre, pero no a todos de la misma manera y con la misma gravedad. España ha perdido cientos de miles de puestos de trabajo y muchos más están en suspenso. Y nuestra recuperación depende en buena parte de las ganas que tengan de arriesgarse a viajar ochenta millones de visitantes que también tienen problemas y tal vez miedo. No, no es el mejor momento para airear miserias ajenas sino para buscar puntos de encuentro.  


¿Cómo lo consiguieron?


Es muy fácil de contar

  • El Presidente Suárez tanteó a Santiago Carrillo (empezó, como se ve, por el punto más alejado de sus tesis políticas) y cuando comprobó que era posible, siguió explorando. Dicen que luego fue Felipe González; si el PCE aceptaba el PSOE no podía quedarse al margen; por la misma razón entró al juego Tierno Galván, y luego Ajuariaguerra y después los catalanes. Fraga fue más reticente: se resistía a sentarse a la misma mesa que los comunistas, pero aceptó porque era mucho lo que estaba en juego. Todos, en definitiva, pensaron más en España que en sus Partidos y más en sus Partidos que en ellos mismos.
  • Cuando el objetivo global estuvo definido, se acordaron el resto de cuestiones previas, calendarios, metodología de trabajo, incluso lugares de reunión, composición de grupos de trabajo, forma y fondo de la comunicación.
  • Sólo entonces, cuando el compromiso alcanzado garantizaba que no habría francotiradores, se habló de ello. El país entero contuvo la respiración pendiente de lo que la inmensa mayoría esperaba como una muy buena noticia: la firma de los acuerdos.
  • Y cuando la tinta aún estaba fresca, salimos a dar a conocer nuestro trabajo. Equipos con miembros de los Partidos firmantes recorrimos barrios, salones parroquiales, estudios de radio, centros culturales y hablamos de lo que habíamos hecho y de para qué valía. (recuerdo que en mi equipo estábamos Adrián Piera por AP, Mariano Aguilar Navarro por el PSOE, Simón Sánchez Montero por el PCE, lamento haber olvidado el nombre de quien iba por UCD y yo) Nos habíamos comprometido a defender lo que habíamos firmado, sin desacreditar en ningún caso a los compañeros de mesa. Siempre hicimos honor al pacto ¿Lo imaginan ahora?  

Fue posible. Éramos más jóvenes, sabíamos mucho menos, teníamos menos dinero, habíamos viajado poco, ni siquiera éramos "europeos" y lo hicimos. El Gobierno y el Partido que lo sostenía cedió en materias políticas y sociales. De ahí salió el reconocimiento de la libertad de prensa ¡Qué raro suena hoy que eso fuera un logro! ¿verdad?, la consagración de otras libertades básicas y algunas concepciones que más adelante sirvieron para aprobar la Ley de Partidos y, por encima de todo, se sentaron las bases de la Constitución. La izquierda cedió en sus exigencias económicas, aceptó una plan de ajuste bastante duro, admitió la propiedad privada y la Monarquía y empezó una nueva época: la más larga y fructífera de la Historia de España.


Volvamos al presente. ¿Estamos hoy en condiciones de hacer lo mismo?

  • ¿Tiene el Gobierno intención real de llegar a ese magno acuerdo? Lo dudo. En este Gobierno, el Vicepresidente 2º se ha pasado años abominando de "El Régimen del 78", el de los Pactos de La Moncloa, el de La Constitución, el de La Monarquía. El socio de Sánchez quiere otra cosa, difícil de saber, por otra parte, porque rara vez dice lo mismo que la víspera. En cuanto al Presidente, todo parece indicar que su primera y no sé si única prioridad es seguir donde está. Imaginen su entusiasmo si como colofón del acuerdo tuviera que comprometerse a convocar elecciones.
  • ¿Tiene intención el principal Partido de la oposición, el PP,  de conseguir el Acuerdo? También dudoso. Descartada la opción de rechazar la idea frontalmente, ya ha obtenido parte de lo que quería: llevar las conversaciones a sede Parlamentaria y convertir, en la práctica, la Comisión en una  Comisión de Investigación sobre la gestión de La Covid 19 con el propósito no de salvar a España sino de hundir al Gobierno Social-Comunista, lo que desde su punto de vista es una y la misma cosa. Por cierto, una precisión: escuché a Pablo Casado decir que los Pactos de La Moncloa fueron el milagro de la UCD y ellos, el PP, eran los herederos del Partido de Suárez. Falso: el que el hijo de Adolfo Suárez ande por la Calle Génova no es título suficiente. El Partido Popular es heredero Alianza Popular y no hay razón alguna para ocultarlo; salvo que quieran que olvidemos que Manuel Fraga firmó la parte económica de los Pactos de la Moncloa, pero no los Políticos.
  • ¿Tiene intención Vox de colaborar? No hace falta conjetura alguna, basta escucharlos: no, en ningún caso. No hay trato alguno con este Gobierno.
  • ¿Quizás los socios de investidura? Es posible que algunos sí, en según qué condiciones. PNV, quizás Compromís, tal vez Más Madrid y alguna de las formaciones menores, pero nunca el independentismo catalán, pendientes unos de la Mesa de Diálogo y de la libertad del jefe preso y otros de lo que pueda ocurrírsele al fugado en Waterloo y a su monaguillo: no tienen el menor interés en acordar nada que pueda levantar un Estado del que abominan. Exactamente igual que los amigos de ese "hombre de paz" que según Pablo Iglesias es Arnaldo Otegi.
  • Queda Ciudadanos. ¡Qué pena! El pasado no es reversible, así que no podemos jugar a que Rivera vuelva de entre los muertos (políticos, se entiende), haga valer sus votos y sin necesidad de más zaradajas asegure la Presidencia de Sánchez, previa firma de unas cuantas concesiones y le llevara ahora de la mano para armar la Segunda Edición de Los Pactos de La Moncloa. ¡Qué pena!: podría haber entrado en la Historia de España como el mago que sin ser Presidente de Gobierno llegó a influir más que él en la marcha de su país. 

En resumen:

  • No es la primera vez que me gustaría equivocarme, pero dudo de que lleguen a buen puerto los trabajos de la Comisión de Reconstrucción.
  • El único signo positivo que detecto es el talante conciliador, serio y moderado de algunos de sus miembros, Ana Pastor, Patxi López, Ana Oramas… Insuficiente, si tenemos en cuenta otros nombres que no pienso citar que neutralizan tan pocos activos. ¡34 comisionados! ¿Qué esperan conseguir?
  • No llegarán a ninguna parte: el Gobierno soporta contradicciones internas muy graves en este asunto; los populares, más allá de lo que puedan conseguir como foro para erosionar al Gobierno, no consentirán que unos hipotéticos acuerdos alarguen la vida del Gobierno; PNV ni una cosa ni otra, pero puede que sí, aunque quizás no, salvo que… ERC, ni en pintura: ni sirve para independizar Cataluña, ni erosiona la Monarquía, ni le asegura el primer puesto en el Parlamento Catalán cuando a Torra le dé por convocar elecciones.
  • Vox. Este apartado, rellénelo cada lector, y si alguno cree que Espinosa de los Monteros y la Srª Olona llorarán si no se llega a un acuerdo, no duden en hacerme saber sus razones.
  • ¿Verdad que se entiende que no basta con la buena voluntad de Ciudadanos, y la ayuda de Teruel Existe, Regionalistas Cántabros y Canarios A y B?
  • La Comisión, como el Congreso de Viena "danza pero no avanza", lo que es todo un signo: Los Pactos de la Moncloa se negociaron en menos tiempo del que ya ha consumido el Engendro de La Reconstrucción.




















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