sábado, 18 de septiembre de 2021

 Seguimos en bucle

Un fin de semana en Barcelona

Voy a Barcelona, vuelvo, repaso lo que ha acontecido a mi alrededor y dudo de si vale la pena escribir algo nuevo o basta con tirar de archivo y reproducir viejos lamentos. No he presenciado ningún episodio de La Diada pero tengo entendido que la afluencia de manifestantes ha quedado lejos de los grandes fastos de años atrás.

No sé si importa, si es coyuntural, si guarda relación con las desavenencias en la pareja gobernante en Cataluña (como veremos, en todas partes cuecen habas) o si es una nimiedad más. El número de alborotadores, por el contrario, se mantiene; parece responder a una nómina estable; da igual quién convoque, un par de cientos de asilvestrados siempre serán más que suficientes para destrozar la cuota de mobiliario urbano habitual; como cada año, como en todas partes.

Sé que no soy muy original si lo comento, pero sigo asombrándome de que Cataluña celebre su día grande en el aniversario de una derrota. Como si en Can Barça se entronizara el Día del Club en memoria de 2-8 que le endosó el Bayern; como si España celebrara su día nacional en recuerdo de la batalla del Guadalete o del desastre de la Armada Invencible. En fin, cada uno es muy libre de celebrar sus cosas llorando o aplaudiendo.

Los asuntos que importan, sin embargo, siguen adelante con tan imperceptibles cambios que es ahí donde estoy a punto de caer en la tentación de reproducir cualquiera de los post que años atrás he dedicado a Cataluña.

Se reúne, por fin la "Mesa de diálogo" ("Mesa de la Traición" para la oposición que parece haber olvidado los intentos semejantes de Rajoy con Más o los tiempos en que Aznar hablaba catalán en la intimidad) y el único acuerdo que se logra es que ambas partes declaren que no están de acuerdo y que cualquier posibilidad de entendimiento va para largo. Nada nuevo bajo el sol. Con todas las reservas del mundo y sin establecer semejanzas, recuerdo los ominosos tiempos en que ETA mataba y nuestros Gobiernos de turno hablaron con la banda: sólo era intolerable cuando era el otro quien lo hacía. 


La pareja del Gobierno de la Nación tampoco acaba de llevarse bien

Lo que pone de manifiesto que la presencia del profesor por antonomasia, el inefable Iglesias Turrión, no era tan determinante como los timoratos temían. Son las diferencias de fondo, las teóricas, las programáticas las que cuentan, y esas siguen ahí.

Y eso que ambos Partidos saben que no son ellos sino Casado, (ni siquiera el PP, sino Casado), quien llora a diario pensando que ha pasado otra semana y "de lo suyo", o sea, el adelanto electoral, ni pío.

UP y PSOE van al paso, pero cada uno al suyo. ¿Salario mínimo? ¿Medidas correctoras del precio de la energía? Siempre hay dos formas de ver el problema. Discuten hasta cuando están de acuerdo. Bien es cierto que conozco matrimonios que llevan así desde que se hicieron novios y acaban de celebrar las bodas de oro. 

Por cierto, hablando del SMI, les regalo algunos datos, para intentar poner fácil lo de pensar por uno mismo.

He aquí los que rigen a nuestro alrededor (en algunos de los 22 de entre los 28 socios de la UE, que lo tienen. Italia, Dinamarca, Finlandia, Suecia, Austria y Chipre se las arreglan de otras maneras)

  • Luxemburgo: 1.887 €
  • Irlanda: 1.478 €
  • Países Bajos: 1.441 €
  • Bélgica: 1.394 €
  • Alemania: 1.384 €
  • Francia: 1.333 €
  • España: 950 €
  • Portugal: 665 €
  • Grecia: 650

Lejano está el año 1963 cuando el régimen anterior estableció el primer salario mínimo en 60 ptas diarias, 1.800 al mes, es decir, menos de 11 €. Más que la diferencia de cuantías entre países, me llama la atención lo pronto que se ha acostumbrado la CEOE a no tocar el salario mínimo. ¿Situación desesperada de nuestra economía? ¿Precisamente ahora que se presume de haber alcanzado cifras de antes de la pandemia?¿Justo cuando está a punto de llegar el maná europeo? ¿La covid ha sido más o menos nefasta que la crisis de 2007? ¿No será que la capacidad de presión de las Centrales Sindicales es cada vez menor y el empresariado lo sabe?


Tampoco en el PP parece haber concordia 

Doña Ayuso, jaleada por su madrina política, la sin par Dª Esperanza, pisa el acelerador, reclama congreso madrileño ya, ya, ya, y se apresta a subir a la plataforma previa para asaltar Génova, que, por cierto y pese al nombre, está en Madrid, es decir en sus dominios. 

Casado y sus pretorianos se ven entre la espada de su propia conmilitona, y la pared monclovita y se enrocan en mantener el pulso al Gobierno en tantas cuantas ocasiones se presenten, ya se trate del precio de la luz, del mencionado salario mínimo, o de algo de lo que ahora comentaré.

En resumen, entre Vox y nuestra celtíbera "Tiple A", (Alianza Apostólica Anticasado) el triunvirato Aznar-Aguirre-Ayuso, por un lado y el contubernio socialcomunistaseparatista y de los grandes expresos europeos por otro, las penas de Pablo Casado no paran de cercarlo. Barrunta que se le acaba el tiempo y que, si no anda listo, podría pasar de joven promesa a trasto inservible sin solución de continuidad. De ahí la murga de pedir elecciones anticipadas dos veces al día.


Tres versiones distintas y un solo discurso verdadero

Habló Don Carlos Lesmes en la solemne apertura del año judicial, y lo hizo, como es de rigor, en presencia del Rey. El Presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, 1.000 días más tarde de la fecha en la que concluyó su mandato, dijo… lo que dijo.

Sí, pero ¿qué dijo? ¡Ah! Eso depende de lo que usted hiciera para saberlo. 

  • Si le oyó sin intermediarios, se habrá formado su propia opinión así es que puede saltarse lo que sigue.
  • Si se encomendó a "El País" para saber por dónde discurrió el fácil verbo del jurista, acabará convencido de que el Sr. Lesmes puso al PP de chupa de dómine.
  • Si, por el contrario, fue "El Mundo" su fuente de información, tal vez terminara frotándose las manos al leer cómo el que sigue siendo Presidente por partida doble ponía al PSOE a parir panteras.
  • Si, vaya usted a saber por qué, fue "La Vanguardia" el periódico que le iluminó, se quedaría con la impresión de que Don Carlos repartió estopa a diestro y siniestro de forma más o menos equitativa. 

¿Entonces? Pues, qué quiere que le diga, amigo: haber estado más atento. Lo que sí puedo decirle es que una de las cosas que podía y puede hacer Don Lesmes en vez de repartir collejas es anunciar la dimisión en bloque de todos los que llevan esos 1.000 días de estrambote sentados en sillas que esperan otras posaderas. Pero de eso, ni hablar. 

Resumiendo: 

  • Por fas o por nefas, los dos Partidos que pueden arreglarlo, se culpan mutuamente del bloqueo. No seré yo quien le caliente la mollera con sus peregrinos argumentos, pero sí le recuerdo que ni Teruel Existe, ni Nueva Canarias, pueden resolver el entuerto. Así que menos presumir, unos y otros, de ser fieles amantes de la Constitución y más de aplicarse a la tarea de cumplirla.
  • Y, en cuanto a nuestra prensa… Pues eso, que escriben para sus convencidos de antemano y que la objetividad no parece que sea algo que quite el sueño a quienes dirigen tales medios.

Y, por si fuera poco, Sierra Bermeja en llamas

"Incendio de sexta generación" llaman ahora a esta modalidad de catástrofe. Diez mil hectáreas calcinadas que tardarán tanto en regenerarse que muchos de los vecinos que han tenido que abandonar temporalmente sus viviendas no tendrán tiempo de volver a ver el panorama de alcornoques y pinsapos que vestían los breñales malagueños.

No soy quién para añadir argumentos ni a favor ni en contra del cambio climático, su existencia o su inexistencia; sus efectos y los modos de combatirlo. Sólo quiero dejar una última reflexión: el planeta no necesita al hombre; es al revés, es la especie humana la que depende de la Tierra. Dicho de otro modo: los humanos llevamos aquí apenas un parpadeo; no importa los disparates que hagamos, el planeta se recuperará, aunque tarde cuarenta semanas o doscientos mil años. Lo que no está tan claro es cuánto más aguantará el hombre sobre una Tierra que no cubra sus necesidades básicas, atmósfera, agua, temperatura, que nosotros mismos estamos dilapidando.


En resumen

Una semana como otra cualquiera a la que por no faltarle nada, hasta ha tenido la salpimentada entrevista de Carlos Herrera al Papa Francisco. Nadie se alarme: tengo entendido que la concesión de entrevistas no está protegida por la infalibilidad papal, así que, salvo improbable encíclica en contra, diga lo que diga el Pontífice, Galicia ha sido, es y seguirá siendo España. Luego su Santidad es muy dueño de atender unas, otras o ninguna de las invitaciones que le cursen, en tanto redondea su teoría sobre cómo casar la seductora noción de "unidad nacional" con el proceso de "reconciliación con su propia historia". ¿Puedo preguntarme si él mismo está reconciliado con la historia reciente de Argentina y su influencia en ella?





No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenta aquí lo que desees