sábado, 19 de febrero de 2022

Las urnas las carga el diablo

Resaca electoral

Por excepción, escribo este post hoy lunes, 14 de febrero, día de San Valentín, Día de los Enamorados según el Santoral comercial confeccionado por los monaguillos del Dios Mercado. No trato de glosar ni la imagen del Santo, ni la gracia consumista de la conmemoración, no, sino el evento electoral de ayer en la Comunidad autónoma de Castilla y León, la más extensa y menos poblada de España.

Quiero hacerlo en caliente, sin tiempo para oír y leer más comentarios. Incluso, créanme, me comprometo a no corregir mis primeras impresiones, las que ahora escribo, para que sean eso, apresuradas reflexiones sobre lo que ayer vivió la meseta norte.

Procuraré evitar datos y cifras tan sabidas ya por todos que sería ocioso repetirlas. Prefiero dedicarme no a los resultados sino a sus causas y sus probables consecuencias. 

Recuperemos el marco de referencia

Hemos estado oyendo alusiones constantes al Gobierno de coalición, a Sánchez, a los entresijos de la política nacional. Se ha dudado de si la decisión de convocar las elecciones se tomó en Valladolid o en Madrid, si el objetivo era el gobierno de la Comunidad o el de España.

  • Lo que ayer ocurrió no debería haber sido sino el enésimo evento electoral autonómico. Nada más. Votó Castilla y León, como antes lo habían hecho tantas otras veces, las restantes Comunidades Autónomas.
  • Sin embargo, el empecinamiento de los Estados Mayores de la mayoría de los Partidos Nacionales trató de cambiar su carácter y desvirtuar el acontecimiento, para convertirlo en una pieza más de la política nacional.
  • Fue así desde el principio hasta el final; hasta hoy, y mañana y la próxima semana y quién sabe hasta cuándo. Desde la convocatoria y sus razones, hasta los acuerdos que habrán de conseguirse en los días que vienen.
  • No deberíamos sacar las cosas de quicio: los resultados se han producido en un viejísimo territorio, quizás el alma cansada de España, que ha sido conservadora desde hace bastantes siglos. Las cosas no han cambiado.
  • Y, no obstante, en el mundo interconectado en que vivimos, España no es una excepción, de manera que sí, lo ocurrido ayer, traerá consecuencias más allá de los límites geográficos de la Comunidad

Ganadores y perdedores

En esta ocasión ha habido menos "ganadores" que de costumbre. Quiero decir que no he escuchado el guirigay habitual de turiferarios segundones reclamando el triunfo para su formación aunque los números, dijeran otra cosa. Socialistas, podemitas y ciudadanos no han negado la evidencia. Cuestión distinta es que no hayan resistido la tentación de regatearle el triunfo al PP, aunque haya sido el Partido más votado. Había margen para hacerlo y no han podido evitarlo.

Si les interesa mi punto de vista…

  • Ganadores, ganadores, lo que se dice "ganadores", sólo veo a Vox, por encima de todos los demás, y a las formaciones locales, sorianos, leoneses y avulenses, cuyo recorrido futuro está por ver. Todos los citados, especialmente Vox, pueden celebrar sus triunfos, sin resquicio para las dudas o las segundas interpretaciones.
  • ¿El PP? Ha sido el Partido más votado y ha incrementado los escaños obtenidos. Cierto, pero… no era eso lo que pretendía cuando adelantó las elecciones (no lo digo yo, lo dijeron ellos) y, desde luego, es más que dudoso que la Dirección Nacional y la autonómica se sientan más cómodos ahora con la inminente presión de Vox que conviviendo con un Partido como Ciudadanos en fase de liquidación por derribo.
  • Aún podríamos hilar más fino y aventurar la teoría de que una parte del PP, la representada por Aznar, Díaz Ayuso, Esperanza Aguirre, podría estar frotándose las manos, mientras otra, Casado, García Egea, Montesinos, Gamarra, estaría lamentando el error de cálculo cometido cuando inspiró o autorizó, qué más da, el adelanto electoral. ¿Recordará Casado el desplante a Abascal, ya saben "Hasta aquí hemos llegado: nosotros no somos como ustedes"? ¿Se le habrá olvidado a Don Santiago?
  • En la otra orilla, supongo que se habrán encontrado Ciudadanos y Unidas Podemos. No necesitan mucho sitio para juntarse a llorar: con un solitario Procurador por bando, hasta con una de las viejas cabinas de teléfono habrían tenido bastante. Ambos han sufrido un castigo tremendo; ambos han caído en la irrelevancia; ambos tienen mucho en qué pensar si quieren seguir en el juego político.
  • En cuanto al PSOE, su retroceso es un hecho. No importa que sigan siendo la cabeza visible de la oposición, carece de interés preguntarse qué les restó fuerza, si la gestión del Gobierno, la pujanza de las formaciones autóctonas o el trasvase evidente de los votos de Ciudadanos a Vox y de UP a los locales. Pueden decir que se han quedado como estaban, o casi. Pero, recuerden: seguir como antes, es perder, porque antes no habían ganado. Pese a todo, no ha sido algo que debiera extrañarles demasiado: la vieja meseta sigue siendo conservadora.

Las tonterías que se oyen en el muro de las lamentaciones

No quiero poner nombres a algunas de las frases que anoche escuché pero… ¡Hay que ver qué cosas puede hacer decir el cansancio!

  • No lo dude, querido amigo: el votante puede equivocarse (aunque no más que ciertos Diputados). Puede equivocarse, ya digo, pero echar la culpa de los resultados a la escasa perspicacia de los ciudadanos, es un insulto a la inteligencia. No, no a la inteligencia del elector, sino de quien tiene que escuchar semejante sandez.
  • Todos los Partidos tienen "suelo". Lo que me pregunto es si, en determinadas circunstancias especialmente penosas, además de suelo no tendrán también "subsuelo". Dicho de otra forma ¿tienen suelo las tumbas?
  • Lo malo de hablar con frases hechas, con lemas de Partido, es que a veces se coloca el dicharacho donde no toca. Por ejemplo: ¿"Cambio de ciclo" en Castilla León? Sólo si el PP hubiera perdido el Gobierno. Pero cuando se mantiene en el poder el Partido que lleva siete lustros ejerciéndolo ¿Qué ciclo ha cambiado?
  • Las formaciones locales, guste o no, son tan legítimas como los Grandes de toda la vida. En vez de lamentarse de que su presenciase ha restado votos, debería preguntarse de dónde han salido, por qué son votados y qué piensa hacer a partir de mañana. Lo peor del caso, es que ya había habido precedentes ("Teruel existe") y no se tomaron en serio.
  • ¿Por qué el voto perdido por Ciudadanos recala en Vox y no en el PP? ¿De qué se extrañan?¿El PP que les ha segado la hierba bajo los pies contaba con esos votos? Algunos habrán votado a Vox por Vox pero muchos lo habrán hecho contra el PP. Y otro tanto podría aplicarse a quien pueda extrañarse de que el antiguo voto indignado haya huido de Unidas Podemos y en vez de sumarse al socio madrileño de Gobierno, acabe en el saco de las candidaturas locales.

De ahora en adelante

Si de algo han valido estas elecciones es para poner en evidencia que conservadores y socialistas comparten un problema gemelo: el acoso a su masa de votantes tradicionales por formaciones que caricaturizan sus respectivas ideologías. Antes o después quizás ambas caigan en la cuenta de que podrían intentar maniobras comunes que las neutralizaran, sin por ello perder sus señas de identidad. 

La política española, y la alemana, y la mundial va ser más complicada cada día. Tendremos que ver cómo gestionamos problemas de cuya existencia no teníamos noticia. La España vaciada coincide en el tiempo con la explosión de las redes sociales, con pandemias y antivacunas, con Partidos que se mueven como hace medio siglo, con movimientos telúricos que tratan de reajustar el equilibrio político mundial, con masas de ciudadanos bombardeados a diario por millones de datos manipulados. Andamos juntos votantes desorientados, líderes indignos de tal nombre, y problemas de casi imposible solución.

No obstante, la nostalgia es dañina. Si de algo vale el pasado es como fuente de experiencia, nunca como refugio de frustrados: hay lo que hay, tenemos lo que tenemos, y sólo nosotros podremos hacer algo por nosotros mismos. Algunos han dado un paso al frente y se sienten miembros de "la clase política"; otros sólo tenemos nuestro voto. Pero, atención, los votos, como la energía, ni se crean ni se destruyen, sólo cambian de parroquia. Y si los Partidos de antes no evolucionan, lo harán sus votantes. Los clásicos tendrán que revisar sus lecturas, alterar sus dogmas, modernizar sus modos de acción, o perderán al ciudadano.

El español del primer cuarto del siglo XXI, también el salmantino, el burgalés, el palentino, se fía más de su teléfono que del telediario, no cree en las encuestas, y confía poco en líderes lejanos. Muchos trabajan en su casa, no se fían de sus sindicatos, ni de lejanos centros de poder. Es un votante más individualista que sus padres, y cuenta más para él una "influencer" o un "youtuber" que el Ministro de La Presidencia, que ni siquiera sabe quién es. Muchos de los datos con los que se maneja no son fiables, pero cree en ellos.


Termino ¿Me soportan un par de citas?

La primera, a propósito de la incertidumbre que provoca el auge de ideologías más o menos tóxicas, es de Pío Baroja: "el carlismo se cura leyendo".

La segunda viene a cuento de la tentación de meter las manos en el bolsillo y esconderse detrás de tu mesa camilla como si "La Cosa Pública" no fuera con ellos. Decía Arnold J. Toynbee que "el castigo para quienes no se interesan por la política es que serán gobernados por quienes sí se interesan".


Post Scriptum

En los agobiados momentos que vivimos, escribir algo un lunes y esperar que siga siendo actualidad el sábado es de una ingenuidad enternecedora. ¿Cómo podíamos sospechar que las hostilidades internas en el seno del PP saltaran de los semisótanos a las pantallas y a las primeras planas de todos los diarios españoles?

Espero, pese a todo, que dentro de una semana pueda comentarlo sin que otro cataclismo haya hecho envejecer la noticia.


 seguirán siendo problemas candentes y podremos hablar de todo ello.









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