sábado, 20 de marzo de 2021

 Tambores lejanos


No teníamos nada pendiente

¿Alguien podría haber pensado que España se aburría, que nadábamos en la abundancia y vegetábamos entre bostezos y por eso valía la pena hacer algo para distraernos?

¿Había ya consenso sobre cómo distribuir los dineros que habrían de venir de Europa?

¿Teníamos vencida la pandemia, vacunada a la población, recuperadas las industrias, reincorporados al trabajo nuestros trabajadores?

¿Se aburrían en sus escaños Diputados y Senadores? ¿Había cordialidad entre Gobierno y oposición? ¿Se habían reducido las listas de espera de la SS y los Tribunales estaban mano sobre mano?

¿No? Entonces ¿a quién se le ha ocurrido destapar ahora la Caja de Pandora? El esperpento murciano no hay por dónde cogerlo; la reacción de la Presidenta madrileña no es posible calificarla de acción preventiva; la imprudencia de Ciudadanos en el momento más crítico de su existencia podría terminar siendo la crónica de un suicidio; la falta de perspicacia de la dirección socialista avalando  el envite murciano es cualquier cosa menos prudente; y, para guinda del pastel, el viaje a ninguna parte del Profesor Iglesias parece el penúltimo desatino de un obseso de la notoriedad que se aburría en su despacho.


Doña Isabel entra en combate

La Doña es muy dueña de asegurarnos que lo suyo ha sido legítima defensa porque sus dotes adivinatorias la habían avisado de lo que iba a ocurrir si ella no lo remediaba. Creo que sus razones son otras. Mucho más serias, por cierto, pero, otras.

La sorpresa fue evidente; el efecto de su convocatoria dejó descolados a sus oponentes, pero ese efecto es pasajero: falta demasiado tiempo como para que la cara de bobo que se le pudo quedar a más de uno mueva votos a favor o en contra.

Las cuentas de Dª Isabel son optimistas, y pueden salirle bien, pero solo si todos los condicionales se resuelven a su favor:

  • Si la abstención no la penaliza… Mi impresión es que la entrada en liza del Profesor Iglesias será un revulsivo: votarán muchos de sus seguidores que antes se abstuvieron, y otros que no pueden verlo ni en pintura y tampoco lo hicieron antes. Creo que la participación será alta y el incremento de votos se repartirá entre más de un candidato.
  • Si Ciudadanos se va por el desagüe… Cosa que es más que probable que ocurra, porque las posibilidades de supervivencia del Partido que pudo reinar con Rivera son escasas. Sí, pero los votos que pierda Inés Arrimadas, unos no valdrán para nadie porque serán abstenciones, otros se irán con el PP, pero tampoco faltarán los que nieguen el apoyo a quien con tan poco tacto los está tratando. Alguno acabará en Vox, otros en el PSOE y no faltará quien siga a siendo fiel a sus siglas, así que dudo que la cosecha de esa huerta sea como para atribuirse, sin más, los 26 escaños que ahora tiene Ciudadanos
  • Si la izquierda se hunde… Cierto, si eso pasa, gana la derecha, pero ¿va a ocurrir? ¿Y si el efecto Iglesias sostiene a Unidas Podemos, e, incluso como efecto rebote, incrementa los apoyos a PSOE y a Más Madrid? Soy de los que creen que el aversión a Pablo Iglesias es interclasista; no es patrimonio de la derecha, así que bien pudiera ser que el resultado de la extemporánea "espantá" del Profesor, acarreara la consolidación de las alternativas de izquierda menos radicales. Si así fuera, poco se beneficiaría de ello Dª Isabel. 

Si partimos del presente, la derecha (PP+C’s+Vox) suma 68 escaños. Uno más de los necesarios para la mayoría absoluta. Damos por supuesto que Ciudadanos va camino del despeñadero. Para que las cuentas cuadren al gusto de la Srª Ayuso, gobernar en solitario, es preciso que Vox no le gane terreno, que todos los votos, todos, los de Ciudadanos se vuelquen a su favor, y que la izquierda sufra otro descalabro del que el PP también recaude votos. 

La cuestión no es cuántos votos de Ciudadanos podrá rebañar, sino cuántos podrá arrebatarle a la izquierda, porque puestos a pensar en términos de bloques, las cosas no han cambiado tanto, salvo la incógnita de predecir qué pasará con el caladero de Inés Arrimadas.

Si al caso viniera, si los resultados globales izquierda/derecha se repitieran tendría que gobernar con el apoyo Vox. Es un hecho que para la formación de Abascal, la Srª Ayuso es tan presentable que hasta creo que le tienen guardado sitio en la mesa, por si acaso. No haría demasiado feliz a Casado, pero si ocurre no tendrá más remedio que hacer como que la bendice.


Pedro Sánchez medita

Igual está tratando de averiguar quién se equivocó en Murcia, cuestión nada fácil que los fracasos no suelen tener padre, o ha mirado el calendario y sabe que las cosas están pasando tan deprisa que a lo mejor esperar un fin de semana permite ver cómo otro jugador se queda fuera de la partida.

No creo que le haya gustado enterarse tan tarde de la fuga de su Vicepresidente pero pasado el sofoco habrá respirado: a enemigo que huye, puente de plata. Remodelación del Gobierno, más pantalla para Nadia Calviño, y Pablo Iglesias fuera de La Moncloa, en la Asamblea de Madrid hasta que también se aburra y decida irse a adoctrinar pingüinos a la Antártida.

Sánchez podría cambiar de candidato en Madrid pero ¿para qué? Es posible que con la campaña que se avecina, insultos, pedradas dialécticas, bulos, oradores encolerizados, infamias a cuatro bandas, el elector agradezca la apacible serenidad de Ángel Gabilondo. 

En todo caso, debería dar por descontados los eventuales acuerdos post electorales con Más Madrid y, posiblemente, con los restos de Ciudadanos si se aviniera a dejar fuera de la componenda a Iglesias, a Isa Serra y a quien vaya detrás de ellos. 

Así las cosas, si admitimos que Más Madrid va a sufrir poco y que lo que pierda no va a ir al bloque de la derecha, la verdadera incógnita es la misma que se plantea a Isabel Díaz Ayuso: cuántos de los votos de Ciudadanos podrán volverse a favor de PSOE, ya sean como voto directo, o por apoyo post electoral.

Por cierto, una llamada de atención sobre algo que con tanta escandalera ha pasado inadvertido: Bildu amenaza con tomar medidas si el Gobierno se derechiza. Por lo visto, dada la fuga del Profesor, Otegi aspira a constituirse en guardián de las esencias izquierdistas de una España en la que no cree.  No es como Rufián al que lo único que le preocupa es por qué el PSOE se empeña en que a los fugados catalanes los juzguen Tribunales Españoles.


El gato escaldado que huye del agua fría

¿Así que Don Pablo había soñado con aliarse con Íñigo Errejón? Va a resultar que los panegíricos que le dedican Echenique, Monedero o Mayoral son exagerados. ¿Y cómo pensaba repartirse los papeles? ¿Hay alguna duda de que Errejón sabe sumar, restar, multiplicar y dividir? Porque hoy, cuando aún no se ha dado la salida, Errejón cuenta con 20 Diputados e Iglesias con 7 ¿Ven a Don Pablo tercero en la lista de cualquier formación? ¿Suponen que el líder de Más Madrid cedería la cabecera de la lista a quien tiene la tercera parte de los apoyos que él?. 

El portazo ha sido tan monumental, que Errejón ni siquiera se ha dignado  abrir la boca. Por tercero interpuesto, se le ha hecho saber al estratega de Galapagar que primero se cuentan los votos y luego, ya veremos.

Así que si a don Pablo no le salen bien las cosas, igual no alcanza los escaños necesarios para tener grupo propio, igual se queda con su acta de Diputado e igual no puede volver a sentarse a la mesa con su antiguo colega de los tiempos felices de Vista Alegre I.


El día que Don Pablo Iglesias retó al destino

Vaya por delante mi reconocimiento al procedimiento utilizado por Iglesias: cambia de tercio y baja a la arena, pero empieza por anunciar que sale del Gobierno, lo que me da pie para dos comentarios:

  • Se trata de un político suficientemente sagaz como para saber que el puesto que ocupa en el Gobierno es una cosa y el Poder, otra. En Política tienes la fuerza que te dan las circunstancias que te pusieron donde estás. 
  • Lo hecho y lo dicho hasta ahora no es suficiente para despejar todas las dudas que suscitan la decisión. ¿Se está sacrificando por la causa, huye de una situación cada día más complicada o se trata de un rasgo de su carácter inestable? Lo cierto es  es que sólo es curiosidad, y sea cual sea la causa no afecta al fondo de la cuestión.  

La entrada en combate del líder de UP traerá consecuencias inevitables:

  • Tensionará la campaña, porque él mismo es munición electoral utilizable en ambos campos.
  • Reducirá la abstención. Se trata de un personaje que moviliza a los suyos y a sus enemigos. Unos irán a votar porque creen que se lo merece, y otros para que se vaya al infierno.
  • Más allá de estos dos hechos, tengo la impresión de que su numerito no alterará sustancialmente los resultados, al menos en términos de bloques.

No es más que un comentario tangencial sobre algo sin importancia ¿Por qué habla Casado, copiando a Aznar, que copiaba a Fraga, de "unir al centro derecha"? ¿Por qué esa reticencia de llamar derecha a la derecha? Si está planteando una OPA hostil a Ciudadanos, no hay centro que valga: es derecha y punto.

Es prematuro aventurar qué combinación gobernará Madrid (¿Díaz Ayuso, si tuviera que elegir preferirá mirar a su derecha o a su izquierda? ¿Y qué haría en esa tesitura Ciudadanos? ¿Preferirá Gabilondo buscar ayudas a su izquierda o estaría dispuesto a gobernar con Ciudadanos si le exige romper con Más Madrid y UP?) Quizás en una semana tengamos más datos.

Y para terminar

Permítanme la glosa a un comentario de la aspirante a musa de la derecha: "Si te llaman fascista es que estás en la lado correcto de la Historia". La Señora tiene derecho a expresarse libremente, a opinar cuál es el lado correcto y el incorrecto de la Historia y a compartir afanes e ilusiones con una plagiara convicta y confesa. Por mi parte, me limito a tomar nota de que Dª Isabel Díaz Ayuso sueña con compartir mesa y mantel con Benito Mussolini, Leon Degrelle, Adolfo Hitler, Ante Pavelic y otros genocidas de menor cuantía. En Vox han aplaudido su ocurrencia.

Como era de esperar, los que presentaron la moción de censura en Murcia y los que convencieron a los firmantes para cambiar de bando, han obrado por el bien de Murcia. Dª Isabel Díaz Ayuso ha actuado movida solo por el amor a Madrid y a los madrileños. Don Pablo, cuando anuncia su dimisión y su desembarco en el cacao electoral que se avecina, piensa nada más en la salvación de "la gente". Hay, pues unanimidad: todos dicen lo mismo y nadie les creemos.



















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