sábado, 8 de octubre de 2022

 Unos presupuestos para el debate

Proyecto listo para su discusión

A su debido tiempo, tercera semana de octubre, el Gobierno de coalición dio por concluida su deliberación interna y anunció la remisión al Parlamento del proyecto de la Ley de Presupuestos Generales el Estado. Los terceros de la legislatura, lo que rompe los agoreros pronósticos que daban por seguro no ya que no superarían el trámite parlamentario, sino que ni siquiera saldrían de la Moncloa.

Buen momento para comentar algunos detalles llamativos del proyecto.

  • Dado lo que resta de legislatura y el contenido del borrador, parece bastante probable que no vendrán por este flanco los impedimentos para que el Gobierno, y, más en concreto, su Presidente pudiera agotar su mandato. Llegado el caso, la prórroga de los que ahora están a punto de discutirse no sería una anomalía escandalosa.
  • Pese a la desazón observada en algunos de los que hablaron el miércoles pasado en la sesión de control, son "los más sociales de la historia". Nuncase habían alcanzado una cifra global tan alta y nunca la parte dedicada a gasto social había llegado a tal nivel. Que la oposición los tachara de contrarios al interés general, lleva a la fácil pregunta de qué generalidad es la que se invoca para apoyar el argumento.
  • Cuestión distinta es tratar de sustraerse a la sospecha de que sus autores los han pergeñado con un ojo puesto en la ciudadanía y otro en las urnas. Año electoral el 2023, así que lo extraño habría sido encontrarse con un proyecto que estuviera en línea con las conveniencias de Vox, de Ciudadanos o del PP. 
  • Más llamativo me ha parecido la puesta en escena del anuncio del acuerdo. Don Pedro ha elegido como pareja de baile a su Vicepresidenta segunda y no a la Secretaria General de Unidas Podemos, así que doña Ione cogió carrerilla y anunció deprisa y corriendo que su Partido, el otro socio de la coalición, el que le permite seguir siendo Ministra, iba a llevar a Tribunales, no sé qué acuerdo del Gobierno del que ella es parte. Me parece que el PSOE no se ha molestado en contestarle. Bien hecho.
  • Dos de cada tres euros van a gastarse en partidas asistenciales, pensiones, ingreso mínimo vital, educación… Lo que según Espinosa de los Monteros explica que desde que llegó Sánchez al Gobierno, no conozca a ningún español que se haya beneficiado de nada, salvo los miembros del Gobierno. A saber cuál es su agenda de conocidos, se pregunta Nadia Calviño.

Así es que cunde la especie de que son cuentas amañadas para ganar las elecciones, las muchas que va a haber a lo largo del 2023. Quién sabe. ¿Serán suficientes para conservar el poder?


La sacrosante alternancia

Hay dos cosas que suelen ir unidas; una habla de la esencia misma de la democracia parlamentaria, la alternancia en el poder y la otra es una evidencia histórica: cuando la ciudadanía supera un período de angustias, sinsabores, penurias y calamidades, suele mandar a su casa a los que estaban al frente de la nación durante los malos momentos.

En cuanto a la alternancia, no en todas partes de entiende de la misma manera. México soportó durante treinta años y ciento cinco días a Porfirio Díaz; durante ese largo período unas veces fue elegido y otras… él decía que también. Hubo que levantarse en armas para que se exiliara en Francia. Desde entonces en México la no reelección es un dogma. 

Hoy, ahora, tenemos algunos otros ejemplos de hasta qué punto puede llevar el amor al puesto cuando no se tienen demasiados escrúpulos: Daniel Ortega, en tiempos luchador contra la dictadura de los Somoza, se aferra al cargo desde 1985 y Vladimir Putin, a veces por sí y ante sí, en ocasiones por tercero interpuesto, habita en el Kremlin desde hace 22 años. Cualquiera de los tres refuerza la condición de la alternancia como test de la buena salud democrática de un país. 

En cuanto al segundo aspecto, no importa que los males pasados fueran debidos a causas externas, nadie suele tomar en cuenta si el que mandaba entonces lo hizo bien, mal o regular, a catástrofe superada, cambio de caras. 

Ni de lejos es una manía celtíbera: Sir Winston Churchill fue el alma y el cerebro de la resistencia británica a la vesania nazi, pero los votantes lo sacaron de Downing Street apenas ganada la guerra. Cierto que volvió al poder de 1951 a 1955 pero no recuperó la antigua influencia y ni siquiera la concesión del Nobel de Literatura en el 53 le devolvió el amor de sus votantes.

Del otro lado del canal, otro de los héroes de la II Guerra Mundial, el General Charles De Gaulle, el líder de la Francia libre, el que sacó años más tarde sacó a su país del atolladero de Argelia, fracasó con su equivocada lectura de las realidades que subyacían bajo la conmoción del Mayo del 68: convocó un referéndum para modificar la constitución… y se vino al Refugio de Juanar, a 18 kms de Marbella a escribir sus memorias.

Y entre nosotros ¿No les parece que el pago que recibió Adolfo Suárez por la extraordinaria gestión de la salida de la dictadura fue sangrante? Estábamos al borde de la catástrofe económica, logró el acuerdo de los Pactos de La Moncloa, pero no fue suficiente. Lo cierto es que en nuestro caso, entre las fuerzas que lo empujaron estaban muchos de los que él había hecho importantes.


En resumen, cuando el pueblo deja de sufrir, cambia de gobernantes

¿Es el caso de Pedro Sánchez? Escuchó cómo el número dos del principal partido de la oposición pedía su dimisión la misma noche en la que ganaba las elecciones, lidió con la pandemia más mortífera de los últimos 100 años, soportó la crisis económica consecuente, el alza insólita de los costes de la energía y la trágica realidad de una guerra en nuestro mismo continente. Pese a todo, aunque ni él trajera los males, ni siempre diera con la tecla para salir con bien de los charcos…

  • Optó por aliarse con quien había dicho que le quitaba el sueño. Las continuas deslealtades del socio justifican aquellos temores. (¿Optó o era la única fórmula para hacer bueno su triunfo electoral?).
  • Le sobre arrogancia, se ha rodeado de mediocres, se apoya a diario en fuerzas que no por legales dejan de ser poco o nada fiables, y ha dado demasiadas veces muestras de improvisación y cambios de rumbo
  • Errores de bulto en política exterior, opacidad en la gestión de los fondos europeos y algunos recientes síntomas de insumisión interna abonan las dudas de qué darán de sí los efectos de estos presupuestos tan criticados por la oposición.
  • Dar por descontado que el riego de caudales entre quienes serán llamados a vota es garantía de éxito electoral puede ser un error de cálculo. Prefiero pensar que Pedro Sánchez lo sabe y que, por tanto, son los factores ideológicos los que han determinado la estructura básica del proyecto de Presupuestos.

Por último, volviendo a la supuesta supervivencia garantizada del Gobierno de Coalición ¿Estamos seguro de que es lo que quieren ambos socios? ¿Pueden permitírselo? Cuando estén a la vista las citas electorales ¿Van a seguir juntitos hasta el día que comience la campaña? ¿No necesitarán un período previo en el que esté claro quién es cada cuál y cómo distinguirlos?


Vidas paralelas

Porque, al final, el dilema del PSOE va a ser cómo conquistar el disputado voto centrista sin abandonar en manos de quienes están a su izquierda un voto que puede acabar perdiéndose para todos, si, como ya ha pasado otras veces, ni siquiera van a tener claro quién representa qué, Ione Belarra, Yolanda Díaz, Errejón, Garzón y lo que pueda aparecer aún.

Cierto que en el otro lado del arco ocurren cosas parecidas: Feijóo no es Casado pero ¿es suficiente? ¿La moderación es sólo una cuestión de formas o debe plasmarse en hechos concretos? 

Tampoco está tan claro si la disciplina está garantizada en el PP. Veo, vemos, pulsos por el liderazgo, baronesas y barones levantiscos, sutiles insumisiones, deseos manifiestos de notoriedad…y una asignatura pendiente: tan difícil es para el PSOE competir con UP mientras lo mantienes de socio en el Gobierno, como pregonar las diferencias con Vox y pactar con él cada día y no sólo en Valladolid.

Sin embargo, creo que el problema no es simétrico: el PP tiene bastante fácil abducir los restos del centro (si es que C’s fue alguna vez más centro que el ala izquierda del PP) lo que puede permitirle concentrar su esfuerzo en reducir el espacio electoral de Vox, aunque ello dé alguna baza que otra a la izquierda.

En último extremo, el desencanto en la izquierda suele llevar a la abstención, pero en la derecha se salda cambiando de Partido. 


¿Algún pronóstico?

¡Sólo faltaba! Faltan meses para las municipales y las autonómicas y puede ser que casi un año para las generales; ni yo ni nadie está en condiciones de pronosticar el cómo y el cuándo del fin de la guerra de Ucrania; quién sabe qué deriva va a tomar la crisis energética o con qué inflación acudiremos a votar.

Ninguna de esas variables es manejable ni desde La Moncloa, ni desde la calle Génova, así que si es cierto que según las encuestas (las encuestas, no las urnas) dicen que de celebrarse hoy elecciones generales las ganaría el bloque conservador, no es menos cierto que falta un año para contar los votos. 




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