sábado, 26 de noviembre de 2022

 Españolas que dejaron huella (III)

Republicanas con nombre propio: las tres grandes

Sea cual fuere la opinión de cada uno sobre la II República, es un hecho que su advenimiento supuso un parteaguas en la Historia de España. Nada volvió a ser igual; poco importa que la República fuera apenas un relámpago: la conmoción política y social que supuso, trasciende su efímera andadura, como ahora comprobamos casi un siglo más tarde. En todo caso, el papel de la mujer cambió y eso es lo que trato de reflejar.

 - Clara Campoamor (Madrid 1888 - Lausana 1972) Abogada, escritora, política y defensora de los derechos de la mujer, fue una de las principales impulsoras del sufragio femenino en España, ejercido por primera vez en las elecciones de 1933. Hija de costurera y contable, huérfana de padre a los diez años, dejó sus primeros estudios para trabajar de modista, dependienta y telefonista hasta que once años más tarde consiguió plaza con el nº 1  en la oposición del cuerpo auxiliar de Telégrafos.

Empezó el bachillerato en 1920 y a continuación se matriculó en Derecho. Con 36 años, se convirtió en una de las pocas abogadas españolas de la época. Fue la segunda mujer en incorporarse al Colegio de Abogados de Madrid y la primera en defender un caso ante el Tribunal Supremo, en entrar en la junta directiva del Ateneo de Madrid y en hablar en el Congreso; y la primera española en intervenir ante la Sociedad de Naciones. 

Se ha dicho que sus ideas sobre la igualdad femenina la acercaron al PSOE, pero ni se afilió al Partido ni aceptó la colaboración socialista con la Dictadura de Primo de Rivera. 

Fue la ganadora del debate parlamentario con Victoria Kent sobre el sufragio femenino. Clara defendía el voto igualitario, Victoria lo consideraba un riesgo, por la influencia de la Iglesia sobre la mujer. El sufragio fue admitido en la Constitución del 31. 

Estuvo muy implicada en la elaboración de la Ley de Divorcio y defendió la abolición de la prostitución como una forma de garantizar la igualdad entre hombres y mujeres.

Al estallar la Guerra Civil, el miedo a ser represaliada por sus críticas a los excesos cometidos por el Frente Popular, la llevó a exiliarse a Suiza, donde trabajó como traductora. Viajó más tarde a Buenos Aires hasta que regresó a Lausana donde murió.

El franquismo le abrió un proceso acusándola de masona, por lo que de haber vuelto a España le esperaban doce años de cárcel.

Durante su exilio publicó obras sobre feminismo y sobre su experiencia en el ámbito político. En París publicó La revolución española vista por una republicana, donde narra su experiencia en Madrid, mostrándose crítica con el comportamiento de los republicanos En 1955, trabajó en un bufete de abogados en Lausana hasta que perdió la vista. 

Murió en 1972. Sus restos reposan en el  cementerio de Polloe en San Sebastián.

- Victoria Kent (Málaga 1892 - Nueva York 1987 ) Abogada y política, fue la segunda española en colegiarse para ejercer como abogada y la primera en hacerlo en el  Colegio de Abogados de Madrid en 1925. Fue, además, la primera mujer del mundo que ejerció como abogada ante un tribunal militar.

Estudió en la Facultad de Derecho de Madrid donde tuvo maestros como Jiménez de Asúa o Felipe Sánchez-Román. Se licenció en 1924, año en el que consiguió su doctorado con una tesis sobre la reforma de las prisiones.

En 1931 defiende y logra la absolución ante el Tribunal Supremo de Guerra y Marina de álvaro de Albornoz, detenido tras el fracaso de la  sublevación de Jaca. Ese mismo año es elegida miembro de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación,  y dos años después de la Asociación Internacional de Leyes Penales de Ginebra.

Afiliada al Partido radical socialista, fue elegida en el 31 diputada a las Cortes constituyentes por Madrid. Junto a Clara Campoamor y Margarita Nelken, fue una de las tres diputadas de esa primera legislatura. En abril del 31 fue nombrada Directora General de Prisiones por el gobierno de Alcalá-Zamora. Ocupó el puesto durante poco más de un año y aunque dimitiera, las medidas adoptadas por ella le dieron una gran popularidad.

En 1937 fue nombrada primera secretaria de la embajada española en París para seguir haciéndose cargo de los exiliados, especialmente de los niños. Hasta el final de la Guerra Civil permaneció en París, sin embargo, tras la invasión nazi se refugió en la embajada mexicana durante un año porque su nombre figuraba en la lista negra que la policía española había entregado a la Gestapo. 

Juzgada in absentia, en 1943, el Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo la condenó en rebeldía a 30 años de prisión, con las accesorias de inhabilitación absoluta y expulsión del territorio nacional. 

Su amiga Adèle Blonay, dirigente de laCruz Roja le proporcionó un piso donde se alojó hasta 1944 con una identidad falsa. Durante ese tiempo, escribió Cuatro años en París, novela con marcados tintes autobiográficos. Recibió la Cruz de Lorena, por su participación en la Resistencia y fundó la Unión de Intelectuales Españoles junto a un grupo de exiliados entre los que se encontraba su amigo y paisano Pablo Ruiz Picasso.

Hoy se sabe de la relación intelectual y sentimental entre Kent y la filántropa Louise Crane. Ambas fueron compañeras sentimentales desde principios de los cincuenta hasta su muerte aunque la mayor parte del tiempo no vivieron juntas.

Además de Cuatro años en París, en que describe sus peripecias escondiéndose de la Gestapo, su logro más importante, fue la revista Iberia, en la que escribieron junto a Albert Camus, algunos españoles como Tierno Galván, Raúl Morodo, Raúl J. Sender o Salvador de Madariaga. 

En 1977, cuarenta años después de exiliarse a Francia, Victoria volvió a España. Sin embargo, regresó a Nueva York, donde pasó sus últimos días, falleciendo en 1987.

- Margarita Nelken (Madrid 1894 - Ciudad de Mexico 1968) Escritora, crítica de arte y política. Obtuvo escaño de diputada por el PSOE en las tres elecciones generales de la República, aunque a finales de 1936 se afilió al PCE, Partido del que fue expulsada seis años más tarde. Hija de francesa y español, ambos descendientes de judíos alemanes, una circunstancia que la haría blanco preferido de la derecha. Fue contraria a otorgar el derecho al voto a las mujeres en 1931, en línea con por Victoria Kent.

Tras el fracaso de la Revolución de Asturias de 1934 se le retiró la inmunidad parlamentaria y fue procesada y condenada a veinte años de prisión, si bien antes de que se dictase sentencia huyó a Francia. Se instaló en París, visitando diferentes países nórdicos, y posteriormente estuvo durante casi un año en la Unión Soviética.

Durante el gobierno del Frente Popular, se alineó con las tesis de Largo Caballero y criticó con dureza las posiciones moderadas de Indalecio Prieto. Tras un viaje a la URSS defendió la unificación con el PCE, para formar el "partido único del proletariado".

Estuvo en los frentes de Extremadura y Toledo y participó en la defensa de Madrid. Se afilió al PCE en noviembre de 1936. 

Pasó la última etapa de la guerra en Barcelona; fue la única mujer presente en la última reunión de las Cortes republicanas en suelo español, celebrada en los subterráneos del  Castillo de Figueras. Cruzó la frontera durante la retirada general de Cataluña. Refugiada en Perpiñán, trabajó con su hija en la asistencia a los refugiados internados en los campos de concentración franceses en los primeros meses del exilio. 

Marchó luego a París y, a finales de 1939, a México, donde el presidente Lázaro Cárdenas la había invitado a instalarse. Allí se ganó la vida escribiendo, traduciendo y ejerciendo como crítica de arte. 

Fue una de las críticas influyentes y respetadas en México hasta su fallecimiento en 1968. Nelken se mantuvo políticamente activa colaborando con las tareas del exilio republicano. Retomó contacto con figuras disidentes del PCE como enrique Líster y otras personalidades exiliadas como su viejo amigo Luis Jiménez de Asúa. 

Su archivo personal se encuentra depositado en el Archivo Histórico Nacional de Madrid. Su figura ha ido saliendo paulatinamente del olvido y despertado el interés de numerosos investigadores interesados en la talla intelectual y política de esta mujer.

Las otras parlamentarias

- Federica Montseny (Madrid 1905 - Toulouse 1994) política, sindicalista anarquista y ministra durante la República, fue la primera mujer en ocupar un Ministerio.

En 1931 se afilió a la CNT en la que pronto destacará por sus dotes oratorias. Al estallar la Guerra Civil entra en el comité peninsular de la FAI y en el nacional de la CNT. En noviembre del 36 año es nombrada ministra de Sanidad y Asistencia Social, cargo que acepta a pesar de su declarado antigubernamentalismo.

Su labor en el gobierno se vio limitada por la escasa duración de su mandato. En ese corto espacio de tiempo, seis meses, planeó lugares de acogida para la infancia, comedores para embarazadas, liberatorios de prostitución, una lista de profesiones a ejercer por minusválidos y el primer proyecto de Ley del aborto en España

Pocos de sus proyectos llegaron a ejecutarse y así el de la Ley delaborto quedó arrumbado tras su salida del gobierno. Tras su abandono del ministerio, retomó su idea que a través del gobierno no se puede hacer ningún cambio profundo, siendo el único camino posible la revolución libertaria. 

Se exilió a Francia, donde fue perseguida por la policía nazi y por la franquista, que pidió su extradición denegada por las autoridades francesas, viviendo en libertad vigilada hasta la liberación de Francia en 1944. 

En 1977 regresó a España y continuó con su activismo en pro del anarquismo. En sus últimos años reivindicó la devolución del patrimonio sindical incautado a la CNT, se opuso a los Pactos de la Moncloa  y al recién instaurado sistema político constitucional español. Murió en Toulouse.

Publicó casi cincuenta novelas cortas con trasfondo romántico-social dirigidas a las mujeres de la clase proletaria, así como escritos políticos, éticos, biográficos y autobiográficos.

- Dolores Ibárruri "La Pasionaria" (Gallarta 1895 - Madrid 1989). De orígenes muy humildes, prácticamente autodidacta, dotada de unas formidables dotes oratorias, llegó a ser una figura mítica para el comunismo internacional.

Lideró el PCE desde la muerte de José Díaz hasta la era de Santiago Carrillo. Miembro del Secretariado de la Internacional Comunista junto a  Georgi Dimitrov, Palmiro Togliatti y Maurice Thorez, mundo las tesis de Moscú en los diversos cismas dentro del movimiento comunista internacional. Sin embargo, condenó la invasión de Checoslovaquia por las fuerzas del Pacto de Varsovia en 1968 que acabó con la Primavera de Praga.

En sus últimos años, volvió a acercarse al catolicismo. Murió en 1989 y fue enterrada en el recinto civil del Cementerio de La Almudena No obstante, en el lecho de muerte había recibido los los Santos Sacramentos de la penitencia y la comunión

Había publicado sus memorias, El único camino, en 1962

- Francisca Bohigas (Barcelona, 1893 - Madrid 1973) maestra e inspectora de primera enseñanza, escritora y columnista, fundadora y presidenta de acción Femenina Leonesa, fue la única candidata de la CEDA que logró un escaño de diputada en las elecciones del 33, lo que la convirtió en la primera política de derechas que obtuvo su escaño de diputada en unas elecciones generales.

Estudió Magisterio y Derecho en Madrid, alojada en la Residencia de Señoritas donde trabó amistad con Victoria Kent. 

Fue la única política de las derechas católicas en las Cortes republicanas. Relegada de las listas del partido en 1936, Bohigas siguió desarrollando su profesión de inspectora hasta su jubilación 1962. Estuvo en posesión de la Cruz de Alfonso X El Sabio, fue condecorada con la Orden de Cisneros  y le fue concedida, en 1969 la Y de plata de la Sección Femenina. 

- Matilde de la Torre. (Cabezón de la Sal, 1884 - México 1946) Escritora, pedagoga y política socialistas, impulsora de las Casas Campesinas en Cantabria.

Nacida en una familia hidalga de tradición liberal, se estrenó en el mundo de la literatura con la publicación, de Jardín de damas curiosas: epistolario sobre feminismo. Escribió después diversos ensayos, en los que elogia la Restauración y el regeneracionismo.

Se afilió al PSOE en 1931. En 1933 y en 1936 fue elegida diputada por la circunscripción de Oviedo. Periodísticamente, colaboró en  El Socialista y La Región. También de esta época es su novela El banquete de Saturno.

En la guerra civil ocupó la dirección general de Comercio y Política Arancelaria en los gobiernos de Largo Caballero hasta marzo de 1937.

La derrota del bando republicano la obligó a exiliarse a Francia Allí publicó Mares en la sombra, dramática visión de la guerra en Asturias, y colaboró en Norte, la revista que servía de órgano de expresión a los negrinistas.

Expulsada del partido en abril de 1946 junto a otros partidarios de Juan Negrín  fue reahibilitada a título póstumo en 2008, junto a otros 36 militantes, encabezados por el propio Negrín.

Afincada por fin en  México falleció seis años después, en 1946. 

- Julia Álvarez Resano (Villafranca 1903 - México 1948) Maestra, abogada y política socialista, fue la primera mujer en ocupar el cargo de gobernadora civil en España.

Comenzó su actividad política en el Partido Radical Socialista y luego en el PSOE. 

En julio de 1937 fue gobernadora civil de la provincia de Ciudad Real. Más tarde, fue jueza en Alberique, Valencia y magistrada del Tribunal Central de Espionaje y Alta Traición.

Derrotada la República, en marzo del 39 se embarcó en Alicante exiliándose primero en Francia y finalmente en México. Entre octubre del 44 y julio del 45, dirigió una versión de El Socialista en Toulouse. 

Álvarez Resano militaba en la facción minoritaria del PSOE liderada porJuan Negrín en contraposición a la de Indalecio Prieto que en México contaba con la gran mayoría del partido. Fue también expulsada y rehabilitada en 2008. 

Falleció en el bufete que había abierto en Mexico, por una hemorragia cerebral, a los 44 años de edad.

- Beneranda García Blanco (Beloncio,1893 - Oviedo1992). Estudió Magisterio en Oviedo y tras ejercer como maestra rural, se trasladó a Cuba, de donde regresó en 1927. Al año siguiente ingresó en el Partido Socialista Obrero Español. En las elecciones de noviembre de 1933 fue elegida diputada a Cortes por Asturias, en la lista de su Partido.

Durante la Guerra Civil fue directora de dos residencias para niños huérfanos y de la Junta de Protección de Menores. Al caer el frente norte, pasó a zona republicana, donde fue inspectora de primera enseñanza en Castellón y presidenta nacional de la FETE. 

Al final de la guerra, se refugió en Francia y después en México, donde residió durante treinta y dos años.

Aquejada de una ceguera total y apartada de la política, regresó a Asturias, en 1972, estableciéndose en Oviedo. Falleció a los noventa y nueve años de edad.

- María de la O Lejárraga, (San Millán de la Cogolla 1874- Buenos Aires 1974) fue una escritora feminista y política más conocida como María Martínez Sierra, bajo cuyo nombre escribió gran parte de su obra.

Estudió en la Asociación para lhenseñanza de la Mujer, donde tomó el primer contacto con las ideas pedagógicas de la Institución Libre de Enseñanza.

Publicó Cuentos breves, revistas como Vida Moderna, Helios, Renacimiento. Se relacionó con Emilia Pardo Bazán, Machado, Benavente y Juan Ramón Jiménez. En 1911, Canción de cuna es premiada por la RAE como mejor obra de la temporada; El pavo real, La chica del gato y Margot son otras tantas obras escritas en colaboración con autores conocidos.

Se afilió al Partido Socialista y comenzó su labor de propaganda republicana entre las mujeres, con un ciclo de conferencias, La mujer ante la República,  en el Ateneo de Madrid.

En 1933, fue elegida diputada al Congreso de la Rpública por Granada. Fundadora y directiva del Comité Nacional de Mujeres contra la Guerra y el Fascismo, en noviembre de 1936 fue Agregada Comercial de la Legación de España en Berna y en mayo de 1937 fue secretaria de la delegación española ante la OIT.

Al término de la guerra se exilió a  Francia, México y Argentina, donde falleció en 1974.

En resumen:

  • La llegada de la República dio entrada a la mujer española en la política: obtuvo el derecho a votar y dio la oportunidad de que algunas de ellas, no demasiadas aún, destacaran en una actividad históricamente masculina.
  • Llama la atención la desproporción entre mujeres representantes de la derecha, una, y de la izquierda, ocho, que obtuvieron acta de diputadas en la II República. 
  • Es también llamativa la diversidad de orígenes sociales de las que he incluido en este post y el que más de la mitad pertenecieran a una clase media que por aquella época era casi inexistente.
  • Me sorprendo a mí mismo al darme cuenta de que, a medida de que me he ido acercando al presente, reaparece la política como telón fondo de un post que pretendía, eso creía yo, otra cosa.



















lunes, 21 de noviembre de 2022

Españolas que dejaron huella (II)

Segunda entrega

Amparándome en la decisión tomada la semana pasada, dejaré también pasar ésta sin entrar en los episodios ocurridos en estos días. Seguiré hablando de mujeres, aunque e haya retrasado dos días sobre las fechas habituales. 

Podría haber escrito sobre la reducción de la sedición a desórdenes agravados (¡y tanto!), o del desbarajuste sanitario en la Comunidad de Madrid, o sobre quién disparó los misiles que mataron a dos polacos en su tierra, o de los muertos que han costado los estadios del Mundial de Qatar. Al margen del interés que susciten mis escritos, sé que jamás convenceré a nadie de que cambie el sentido de su voto, así que ni mi crítica a Sánchez le darían un solo sufragio a Dª Isabel, ni mis diatribas contra la Presidenta madrileña mejorarían las expectativas electorales de D. Pedro. Váyase lo uno por lo otro. 


Las pioneras

No hemos vuelto a tener reinas, pero sí mujeres notables. Heroínas, pioneras en campos que les estaban vedados, epígonas de quienes siglos antes osaron sentarse a escribir sin ser hombres, y… políticas que lo fueron por convencimiento, tesón, carácter e inteligencia.

Cunas burguesas o pañales menestrales, ideologías dispares, vidas muy distintas, todas las de mis protagonistas tienen en común su contribución a la mejora de su país y de la condición de la mujer en la sociedad, cada una desde su trinchera particular.

No es una lista exhaustiva ni una selección sistemática y mucho menos una clasificación, pero he querido hablar de…

Mariana Pineda.

(1804-1831) Nació en Granada de madre soltera, fue pasando de tutor malo a  tutor peor  hasta su boda a los 15 años con un ex-militar sin oficio ni beneficio, del que enviudó a los 18 años. Fue entonces cuando empezó a relacionarse con círculos liberales.

En marzo de 1831, en medio de un clima de rumores constantes sobre inminentes golpes liberales, la policía de Calomarde entró en su domicilio y "al encontrarse dentro de la casa que habitaba una bandera, señal indubitada del alzamiento que se forjaba fue aprehendida... teniéndosela legalmente... por autora del horroroso delito", relata el fiscal. 

Tras un intento de fuga de su domicilio donde cumplía arresto, fue recluida en la cárcel de mujeres de mala vida del convento de las Arrecogidas. Sea por su negativa  a delatar a sus correligionarios o por el despecho de su acusador desairado por Mariana, fue condenada a muerte y ejecutada el 26 de mayo de 1831. Tenía veintiséis años de edad.

Mantuvo su dignidad hasta la ejecución negándose a que le quitasen las ligas para no "ir al patíbulo con las medias caídas". 

Ensalzada u olvidada según soplaran los vientos, Martín Recuerda y antes Federico García Lorca escribieron sendos dramas sobre su tragedia. A mí, pese a todo, me impresiona más su vida que su muerte.

Concepción Arenal

(1820 - 1893) Una gallega jurista, pensadora, periodista, poeta y dramaturga, y pionera del feminismo español, hija de un militar liberal represaliado por Fernando VII. 

La primera penalista moderna de nuestra historia perteneció a la Sociedad de San Vicente Paúl y colaboró al mismo tiempo con la Institución Libre de Enseñanza.

Tuvo que disfrazarse de hombre para estudiar Derecho en Madrid. Se cortó el pelo y vistió levita, capa y sombrero de copa. Descubierta, intervino el rector y tras un examen satisfactorio fue autorizada a asistir a las clases.

Ya graduada en Leyes, denunció la situación de las cárceles de hombres y mujeres, la miseria en las casas de salud y la condición de la mujer en el siglo XIX, en línea con las sufragistas de la época, y las precursoras del feminismo

Su primera obra sobre los derechos de la mujer, La mujer del porvenir, es una crítica a las teorías que defendían la inferioridad de las mujeres basada en razones biológicas.

Fue, al mismo tiempo, una pensadora esencial del catolicismo social. Una mujer que para la Iglesia y la mayoría de los católicos  de la época fue una heterodoxa. 

Concepción Aleixandre

Esta valenciana (1862 - 1952) fue maestra, ginecóloga, inventora, activista, feminista  y científica.

A finales del XIX en la Facultad de Medicina de Valencia estudiaban sólo tres mujeres: dos se graduaron y la tercera abandonó. Una de las que terminaron fue Concepción Aleixandre. Al menos, ella no tuvo que disfrazarse de alabardero para ir a clase.

La primera ginecóloga española, fue una divulgadora de los sistemas de higiene femenina y, como investigadora, patentó varios instrumentos para corregir el descenso de la matriz.

Al margen de su dedicación a la medicina, se incorporó activamente a las incipientes organizaciones defensoras de la igualdad femenina.

No consta que militara en ningún Partido, lo que acaso explique la escasa proyección popular que ha padecido. No obstante, el listado de organizaciones profesionales orientadas a la protección de la mujer y de la profesión médica con las que trabajó, es suficientemente abundante como para no encasillarla en una investigadora encerrada en su laboratorio o en su consulta. 

Fue mucho más aunque hayamos tardado en reconocerlo.

Emilia Pardo Bazán

La condesa de Pardo Bazán (La Coruña 1851-1921) escribió novela, ensayo, poesía y teatro. Fue catedrática, periodista, crítica literaria y conferenciante, fue otra de las precursoras del feminismo. Reivindicó la instrucción de las mujeres y dedicó una parte importante de su actuación pública a defenderlo. Fue la primera mujer admitida como socia en el Ateneo de Madrid

Casada a los dieciséis años, el matrimonio se trasladó a Madrid cuando el padre, José Pardo, fue elegido diputado a Cortes. 

Partidaria del carlismo en su primera juventud, Dª Emilia llegó, incluso, a traficar con armas en pro del pretendiente, Don Carlos, aunque años después abandonaría su causa.

 Publica La cuestión palpitante que la acredita como la principal impulsora del naturalismo en España. La obra, prologada por Clarín, causó un gran escándalo en el ambiente claustrofóbico de los cenáculos madrileños porque fue considerada una indecencia impropia de una mujer casada y respetable en favor de la literatura francesa, atea y pornográfica. Una campaña a la que se sumó el oráculo de la reacción: Don Marcelino Menéndez y Pelayo.

Emilia Pardo Bazán da voz por primera vez en la novela española al proletariado, antes  de evolucionar hacia el simbolismo (Una cristiana, La prueba, La piedra angular, La sirena negra o Dulce sueño).

Se relacionó con políticos e intelectuales de la talla de Giner de Los Ríos, Pérez de Ayala, Miguel de Unamuno o Ramón de Campoamor, a  cuyas tertulias acudía con regularidad.

Separada amistosamente de su marido, sus relaciones sentimentales con Lázaro Galdeano, Narcís Oller o Pérez Galdós han dado más que hablar que su activismo feminista o el hecho de haber sido la primera catedrática de literatura española en Madrid. 

Carmen de Burgos

(Almería 1867 - Madrid 1932) Periodista, escritora, traductora y activista de los derechos de la mujer. 

Perteneció a la Generación del 98 y se la considera la primera periodista profesional en lengua castellana por su labor en el madrileño Diario Universa. También fue la primera corresponsal de guerra.

Se casó con dieciséis años con un bohemio pintor y periodista, doce años mayor que ella. Toda una desilusión para Carmen, que sufrió infidelidades y maltrato, hasta que en 1901, abandona a su marido para comenzar una nueva vida en Madrid, llevándose consigo a su única hija superviviente.

Escribió primero en El Globo (La mujer y el sufragio o La inspección de las fábricas obreras) y en 1903 Diario Universal le contrató una columna diaria, Lecturas para la mujer, desde donde hizo campaña para que se legalizara el divorcio, algo que le valió la admiración de Giner de los Ríos y de Blasco Ibáñez, aunque, para compensar, recibió ataques numerosos de la Iglesia y de los sectores conservadores.

A finales de 1906 retomó su labor periodística con una campaña en el Heraldo de Madrid a favor del sufragio femenino 

Contertulia de Pérez Galdós, Blasco Ibáñez, Julio Romero de Torres o Sorolla entre otros, mantuvo una larga relación profesional y sentimental con Ramón Gómez de la Serna. No se casaron, pero compartieron vida y pasión por la literatura durante veinte años. 

Tras la Guerra Civil su nombre fue incluido en la lista de autores prohibidos, y sus libros desaparecieron de las bibliotecas y las librerías

Concha Espina

(1869-1955) Una santanderina autora de novelas, relatos cortos, poemas y obras teatrales. Tres de de sus novelas - La niña de Luzmela, La esfinge maragata y Altar mayor - se  han visto en las pantallas.

Vivió rodeada de un ambiente cultural exquisito: casada con Ramón de la Serna, prima política de María Blanchard, madre de Víctor de la Serna y de Carmen de la Maza, suegra de Regino Sáez de la Maza, mantenía una tertulia de la que eran asiduos, entre otros, el crítico Rafael Cansinos Asséns.  

Su éxito como escritora afectó negativamente a su matrimonio, por los celos profesionales que despertó en su marido del que acabó separándose.

La extensión y calidad de su producción literaria la hicieron candidata tres ediciones seguidas al Nobel de Literatura (1926, 1927 y 1928). El primer año, incluso, se quedó a un solo voto de llevarse el galardón. 

Concha Espina entra en esta relación por derecho propio: La esfinge Maragata, es la mejor novela naturalista en castellano, comparable a cualquiera de las grandes creaciones del momento en Europa o en América. El preciso y estremecedor relato de las miserables condiciones de vida en la Maragatería en el primer tercio del siglo XX, es un ejemplo de cómo escribir sobre gentes que viven tan cerca de otras realidades bien distintas. La novela, como todas las grandes, ha soportado impertérrita el paso del tiempo.

Al menos en su caso, no puede decirse que Concha Espina fuera ignorada por sus coetáneos: un pueblo cambió de nombre en honor a una de sus criaturas, "Luzmela" y hay o ha habido calles, estaciones de metro y hasta un avión de Iberia con su nombre

María Zambrano

La malagueña María Zambrano (1904 - 1991) fue una intelectual  cuya obra no fue reconocida en España hasta el último cuarto del siglo XX. No obstante, ya anciana, recibió los dos máximos galardones literarios concedidos en España: el Premio Príncipe de Asturias en 1981 y el Premio Cervantes en 1988. 

Afincada en Madrid, fue alumna de  García Morente, Julián Besteiro, Manuel Bartolomé Cossío y Xavier Zubiri.

Se relacionó con Ortega y Gasset participando en la Revista de Occidente. Tras una poco meditada aventura política que acabó en la disolución del equívoco Partido al que se unió, abandonó la política activa.

En 1936, contrajo matrimonio con Alfonso Rodríguez Aldave, secretario de nuestra Embajada en Chile país al que viajaron en el mes de octubre con escala en La Habana donde conoció al que llegaría a ser quizá su mejor amigo, José Lezama Lima.

A punto de terminar la guerra civil, en enero del 39, cruza la frontera francesa. Da comienzo, el largo peregrinaje de su interminable exilio: Nueva York, La Habana, México, París… Otro año más yendo y viniendo de La Habana a México, para recalar en Roma en 1949 y de nuevo París, donde conoce y trata a Albert Camus; y otra vez Roma donde permanece durante varios años, hasta que es expulsada a Francia.

Su matrimonio se ha roto, la relación con Rodríguez Aldave es pésima y su vida errante continúa hasta noviembre del 1984, cuando ya anciana y en pésimo estado de salud, vuelve por fin a España y comienza a ver reconocida su obra tras medio siglo de exilio.

En 2011 se publican sus obras completas: ocho densos volúmenes de pensamiento filosófico, crítica social y política y artículos. Vieron la luz diez años después de su muerte.

María Zambrano ha sido un ejemplo de fidelidad a unas ideas a costa de su salud, su tranquilidad, su estabilidad y su seguridad.


Las sin sombrero

  • Un sobrenombre significativo para un grupo especial. En el Madrid de los años 20, Federico García Lorca, Salvador Dalí, Margarita Manso y Maruja Mallo paseando un día por la Puerta del Sol se despojaron del sombrero. Esta transgresión pretendía transmitir la idea de que taparse la cabeza impide liberar las ideas. Según Dalí, "nos apedrearon tirándonos de todo".
  • La nómina no exhaustiva de las "sin sombreros", además de las ya citadas, incluye a las mujeres que más peso tuvieron en la vanguardia artística del primer tercio del siglo XX: Rosario de Velasco, Marga Gil Roësset, María Zambrano, María Teresa León, Josefina de la Torre, Rosa Chacel, Ernestina de Champourcín, Concha Méndez, Margarita Manso, Delhy Tejero, Concha de Albornoz o Luisa Carnés. Pintoras, poetas, escritoras, feministas todas, algunas de las cuales llegaron hasta las postrimerías del siglo XX.
  • El movimiento, hay que enmarcarlo en el contexto enrarecido de la Dictadura del General Primo de Rivera, en una España a espaldas del mundo (o en un mundo de espaldas a España). Trataba de ser un símbolo de rebeldía, del deseo de superar el estricto papel de esposas y madres para acceder a territorios reservados al varón.

Para terminar el capítulo II

Soy consciente que, como en el post anterior, no están todas las que son, aunque sí creo que son todas las que están.

Son mi elección, respondo de ella y no trato de imponerla a nadie. Sé que cabrían otras mujeres. Otras, pero ésta es mi lista.

Hasta pronto.






















sábado, 12 de noviembre de 2022

 Españolas que dejaron huella (I)

Todo empezó hace una eternidad

Cansado de escribir semana tras semana de chinchorrerías más o menos políticas y haciendo caso al muy moderado lamento de una buena amiga, voy a tomarme un respiro y dedicar tres sábados a comentar vidas y milagros de un pequeño y selecto grupo compatriotas nuestras que desde lejanísimos tiempos dieron que hablar.

Mujeres que en tiempos nada propicios para sus hazañas demostraron que la inteligencia, la perseverancia y el valor derriban murallas y, además, no son patrimonio de éste o aquél modo de pensar, ni atributo del Siglo XXI. Extraordinarias… Pero escasas. Son la prueba de que la afirmación de que "siempre hemos sido todos iguales" es falsa.

Aquí están: reinas, viajeras, intrigantes… Incluso una adelantada en practicar la autodeterminación de género, ocuparán esta primera entrega que concluye antes de lo que suele denominarse "Edad Contemporánea".


Aquellas Reinas del Medievo

¡Qué escasas y qué poco conocidas! ¿Recuerdan el dicho leonés de que "antes de que Castilla tuviera Leyes, León tuvo veinticuatro Reyes"? Para ser exactos, veintiún Reyes y tres Reinas, dos de las cuales, Sancha II y Dulce I, allá por sigo XIII, tuvieron que compartir trono y desdichas durante el parpadeo duró su reinado al alimón. La tercera, Doña Urraca I, luchó, penó, soportó algaradas y guerras intestinas de tal calibre, que le valieron el apodo de "La Temeraria".

Una Reina más en Navarra, Blanca, a caballo entre los siglos XIV y XV, mujer más dada a misas que a aventuras militares o políticas, y otra más en Aragón, Petronila I, tampoco muy conocida, aunque apuntemos en su haber la incorporación del Condado de Barcelona a la Corona de Aragón, cuando tras enviudar del Conde de Barcelona Ramón Berenguer IV, abdicó reino y condado en Alfonso II de Aragón. No sé si es apreciada o no en ERC.

Castilla, en línea con los demás reinos cristianos, tampoco tiró la casa por la ventana: Berenguela I, que reinó entre los siglos XII y XIII, fue una dama cuyo nombre se barajó como posible cónyuge de lo más granado de las cortes europeas. Su matrimonio final con Alfonso IX fue primero autorizado por un Papa y anulado después por el siguiente. El lazo de consaguinidad era el mismo en uno y otro papado, supongo, pero el Derecho Canónico es a veces sensible a los intereses geoestratégicos. 

Tuvo Castilla otras dos Reinas (¿o fueron tres?), pero de esas dos (o tres) hablaremos enseguida. En todo caso, tres entre veintidós monarcas que hubo hasta Carlos I, tampoco es para presumir de igualdad de género (cosa que a nadie se le ocurriría en aquellos tiempos).


Dos Isabeles y dos Juanas

- Isabel I de Castilla

Muy pocas figuras de nuestra Historia han sido tan estudiadas, noveladas y filmadas como la de Isabel I, "La Católica".

Llegada al trono de forma poco ortodoxa en una Castilla turbulenta, rodeada de nobles y obispos levantiscos, vencedora de una de tantas guerras sucesorias de la época, cuentan que se casó enamorada de quien se dice que sirvió de modelo a Nicolás Maquiavelo cuando escribió "El Príncipe"

Figura clave en nuestra historia no sólo por su aportación a la unificación territorial de lo que ahora llamamos España, o de su personal empuje a la aventura americana, fue el suyo un reinado lleno de claroscuros, capaz de tomar decisiones tan acertadas como el sometimiento de la nobleza castellana, la reordenación de las cuentas del Reino, o los criterios sobre nuestra política exterior, o tan discutibles como el incumplimiento de las capitulaciones de Granada, la expulsión de los judíos o la deportación de los moriscos.

-Juana De Castilla

También llamada "La Beltraneja" es la contrafigura de su tía Isabel. Reina proclamada de Castilla y de León y  reina consorte de Portugal, hubo de renunciar por tratado a todos sus títulos y señoríos, incluso a su calidad de infanta castellana hasta el final de su larga vida consumida en el exilio de Portugal.

Su confrontación con Isabel I, dio origen a una guerra civil en la que se enfrentaban dos visiones del reino: Castilla unida a Portugal o unida a Aragón. Ganó la segunda opción, ganó su tía y Juana tuvo que exiliarse.

Por cierto: no hay ninguna prueba de que Juana I fuera hija de Don Beltrán de la Cueva, pero ¿qué más da eso?

Juana "La Loca"

¿Otra Juana de Castilla? De Castilla y de mucho más: y de Aragón y de Navarra, y señora de Vizcaya. Sobre su cabeza se ceñían más coronas que sobre ninguna otra antes que ella en esta parte del mundo. Tal vez pueda ser considerada la primera Reina de España.

Juana I de Castilla, nunca reinó porque primero su padre, el astuto Fernando el Católico, luego su marido, el insufrible Felipe El Hermoso, y al final su propio hijo, el todopoderoso Emperador Carlos V, se lo impidieron. Más aún, cuando enviudó, su padre y su hijo la mantuvieron encerrada para evitarse problemas.

¿Loca? Eso ha venido diciéndose desde entonces. ¿Cómo un padre y un hijo habrían tratado así a su hija y a su madre si hubiera estado en su sano juicio? 

Pero ¿y si hubo otras razones? Porque sí, era celosa, pero también inteligente, decidida y con un carácter difícil de manejar. Añadan a eso que fue requerida para sumarse a Los Comuneros, que nunca fue religiosa hasta el punto de que su hijo ordenó que le administraran los sacramentos a como diera lugar y concédanle al menos el beneficio de la duda.

Acaso su condición de mujer le salvó la vida. Llega a ser Juan en vez de Juana y su cabeza bien podría haber terminado separada del resto del cuerpo.

- Isabel II

Triste destino el de esta desgraciada. Juguete roto en manos de sus padres, pieza menor de un juego en el que se perdía siempre, llevada contra su voluntad a un matrimonio demencial, acabó siendo actriz de su propio destino. 

Sus errores fueron tantos, tan clamorosos, tan disparatados, que fue clave para que la Monarquía dejara paso a la República. Que este cambio de régimen beneficiara o no a España, no resta importancia al mal hacer de esta Reina que bien pudiera aspirar al título de "Republicana de Honor". Pocos han hecho tanto como ella por el sentimiento republicano.

Sólo un apunte, para cerrar la saga de las Reinas: Los Borbones, en la mejor tradición hispana, sólo aportaron una Reina, la citada Isabel II. Hubo Regentas, Reinas Madres, reinas cuñadas e incluso abejas reinas, pero nada más.


Algunas mujeres notables de tiempos pretéritos

Permítanme una ojeada a páginas sueltas de nuestra historia. Quiero hablar de mujeres que hoy tendrían su sitio entre nosotros por el mero hecho de repetir lo que hicieron hace centurias. 

- La Monja Egeria (o sea, la monja viajera). 

Puede que fuera gallega o berciana, parienta colateral de Teodosio o hermana de la pareja de Prisciliano. Noble, rica y culta, en pleno siglo IV se echó al camino. Lo que vivió lo dejó escrito en su Itinerarium ad Loca Sancta. Hace 1.700 años, esta mujer de cuya muerte se desconoce fecha y lugar, atravesó el sur de La Galiay el norte de Italia; cruzó el Adriático, llegó a Constantinopla, siguió hasta Jerusalén y visitó Jericó, NAzaret y Cafarnaún; partió hacia Egipto, estuvo en Alejandría, Tebas, el mar Rojo y el Sinaí, y acabó yendo a Antioquía, Edesa  Mesopotamia y Siria desde, donde regresó vía Constantinopla. 

No, definitivamente Wagons Lit no fue el inventor del viaje aventura. Cierto que Marco Polo o Ibn Batutta llegaron más lejos y dedicaron más tiempo a sus correrías, pero eran hombres, y lo hicieron casi mil años después.

- Gala Placidia. 

No fue "española" ni en sentido amplísimo, pero la recuerdo citada en mi vieja enciclopedia de Enseñanza Primaria. ("Gala Placidia casó con Ataulfo primer rey Godo de España" ¿España en los años 400? Bueno, eso decía el texto). Nació en Constantinopla hija del emperador Teodosio I y casó con el bárbaro reyezuelo invasor. Tras la muerte violenta de Ataúlfo, fue de mano en mano, de godos a romanos, viceversa y vuelta a empezar, hasta su muerte a mediados del Siglo V.

¿Qué pinta aquí? Nada, salvo recordarme alguna mañana recitando como un loro textos aprendidos de memoria cuando aún no apuntaba la adolescencia.

-María Pacheco.

Nació (Granada en 1496 - Oporto en 1531). María López de Mendoza y Pacheco, fue la esposa del comunero Juan de Padilla. Tras la decapitación de su marido, asumió el mando de la sublevación de las Comunidades de Castilla hasta la capitulación de Toledo ante Carlos I. Ya viuda mantuvo la resistencia nueve meses después de la batalla de Villalar. Una demostración de hasta qué punto el ardor guerrero no depende tanto de la fuerza física como de las convicciones ideológicas y de la fortaleza mental.

Tuvo un final amargo. Perdida toda esperanza, huyó disfrazada en la noche con su hijo de corta edad y se exilió en Portugal Nunca logró el perdón real y vivió en Oporto hasta su muerte a los 35 años de edad. Allí fue enterrada, ante la negativa de Carlos I a que sus restos se trasladasen a Olmedo.

Me pregunto si al hilo de la Ley de Memoria Histórica sus herederos podrían reclamar sus restos.  

- La Princesa de Éboli. 

Cambio de tercio: ésta es la historia de una mujer extraordinaria; una fascinante cortesana, puede que en el doble sentido de la palabra, intrigante, maniobrera, hermosa, inteligente, ambiciosa y… dicen que bastante desinhibida. ¿La imaginan en la cabeza de las manifestaciones del Día de la Mujer? ¿Qué colores llevaría su bandera?

Ana Hurtado de Mendoza de la Cerda y de Silva y Álvarez de Toledo (1540-1592) por apellidos que no quede, era duquesa de Francavilla, princesa de Mélito, condesa de Aliano y Marquesa de Algecilla, por derecho propio, y princesa de Éboli, duquesa de Estremera, duquesa de Pastrana, y marquesa de Diano por su marido Ruy Gómez de Silva, noble portugués y valido de Felipe II. En su juventud dio en creerse monja, fundó un convento del que se hizo nombrar Priora y trató de corregir la regla de Teresa de Jesús a su entera conveniencia. Teresa se llevó a las monjas y ahí terminó la aventura mística. 

El cuarteto Ana Hurtado de Mendoza, Felipe II, Juan de Escobedo y Antonio Pérez, las intrigas, las estocadas, los amores cruzados y los secretos desvelados, que les debemos, son un manantial inagotable de leyendas. 

Encarcelada por orden de un Felipe II vengativo, privada de la tutela de sus hijos y de la administración de sus bienes, acabó sus días recluida de por vida en su Palacio Ducal, en Pastrana donde siguen conociéndola por "La puta". 

Sin lugar a dudas fue la mujer más influyente del Siglo XVII en España.

- La Monja Alférez. 

Y, para terminar, de una Grande de España a una singular aventurera, tal vez transexual, o travestida, o quién sabe qué. En caso de dudas, pregunten a Dª Irene Montero, experta, dicen, en este resbaladizo terreno. 

Catalina de Erauso y Pérez de Galarraga (1585 o 1592 - 1650) monja, militar y escritora fue un personaje legendario y controvertido del XVII. 

Internada en un convento a los 4 años, tuvo que ser trasladada a otro más estricto por su indisciplina. A los 15 años se escapó disfrazada de hombre y anduvo huyendo por toda España hasta que cruzó los mares y siguió sus aventuras en Venezuela, Colombia, Perú, México… 

Su físico nada femenino le ayudaba en su engaño. A su paso, grescas, muertes, robos, duelos, hazañas bélicas, crueldad inusitada con los indígenas, ascensos militares, refugios en sagrado, condenas a muerte eludidas por la alegación "in extremis" de su condición de mujer etc. 

Logró la protección de cierto obispo y fue devuelta a España. La recibió Felipe IV le mantuvo su graduación de Alférez, le permitió emplear su nombre masculino y le concedió una pensión por sus servicios a la Corona. Incluso la recibió Urbano VII que la autorizó para continuar vistiendo de hombre (¿?).

En 1630se instaló definitivamente en México. La tradición cuenta que murió transportando una carga en un bote.  Nada se sabe su verdadera tendencia sexual. De sus memorias no se deduce atracción alguna por hombres ni por mujeres. 


En resumen

Ésta ha sido mi selección para algo más de doce siglos de historia. Podría haber hecho otra lista, más larga, más corta, diferente por completo, pero el resultado sería el mismo: Ya fueran vencedoras o vencidas, heroínas o pícaras, seguiríamos hablando de un pequeño grupo que entraría en ese dicho que jamás he entendido: "la excepción confirma la regla". Yo creo que la excepción sólo demuestra es que la regla no era absoluta.













sábado, 5 de noviembre de 2022

 Populistas y dictadores

Brasil votó

Seis días después de concluido el escrutinio la primera potencia al sur del Río Grande sigue conteniendo el aliento sin saber muy bien qué puede pasar.

Ganó Lula y perdió Bolsonaro. Los resultados, avalados por las máximas instancias judiciales y electorales del país, así lo certifican. Los principales colaboradores del perdedor también lo asumen; de hecho han empezado los trabajos de transmisión del poder. 

Pero… menos de dos puntos de diferencia entre ambos complican la transición en un país dividido. Como ocurrió hace dos años por estas fechas entre Joe Biden y Donald Trump. Márgenes exiguos entre vencedores y vencidos; en ambos casos los derrotados están poco dispuestos a abandonar el poder.

Buena ocasión para poner de manifiesto algunas carencias de buena parte de las democracias occidentales. De todas o de casi todas. ¡Es tan gratificante hablar de repúblicas bananeras y respirar hondo convencidos de que en el primer mundo estamos a salvo de esas taras propias de países en vías de desarrollo!


El populista, un viejo conocido desde los tiempos de Pericles

De lejos viene el modelo. Hace veinticinco siglos se hablaba del demagogo, figura opuesta al político, como el personaje público que anteponía su ambición al bien común. Próximo al tirano pero no su igual, eran figuras expertas en manipular pasiones, emociones y sentimientos hasta hacerse con una masa de enfervorizados seguidores que le llevaban en volandas hasta lo más alto de las instituciones.

Trascienden al tiempo, sobrevuelan las modas, siguen entre nosotros siglo tras siglo. Viven al margen de las ideas que suelen utilizar como disfraz. Sólo cuenta su pasión por el poder. Según soplen los vientos se harán pasar por amigos del pobre o por mandatarios del rico. Unos y otros deberían saber que el buen populista, el "pata negra", cuando llega el momento venderá a su madre por mantener el sillón bajo sus hambrientas posaderas.

Por ceñirme a ejemplos recientes, hablo de tipos de los que todos hemos oído hablar, sujetos que hemos visto en nuestras pantallas, unas veces aplaudidos, otras insultados. Tras ellos hay multitudes que se dejan la piel, a veces literalmente, o por defenderlos o por tirarlos por la ventana.

Jair Bolsonaro, sí, y también Donald Trump y Boris Johnson cómo no, y ; y Antonio Manuel López Obrador y Rodrigo Duterte y Cristina Kirchner y Nicolás Maduro. Unos se dicen conservadores, otros presumen de progresistas, aunque lo que más les gusta es proclamar que ellos no son ni una cosa ni otra, sino patriotas, sobre todo patriotas que están al servicio… Aquí la terminología suele adaptarse al personaje: unos hablan de su país, aunque lo confundan con todo un continente, otros hablan de "la gente", otros de "la clase obrera", otros de las glorias pasadas.

¡Pamplinas! Fíjense en sus obras, analicen su comportamiento y verán cuánta trampa esconden sus ampulosas arengas. 

No es más populista por ser más de derechas o más de izquierdas, sino por el modo y manera en que desarrollan su acción política. Silvio Berlusconi, por ejemplo, está a la izquierda de Giorgia Meloni, pero el populista es él. 

Hasta se encuentran populistas centristas ¿Recuerdan a Alejandro Lerroux? Fundó el Partido Radical Republicano, supuestamente de centro, aunque fue escorando a la derecha, hasta admirar a Franco desde el exilio portugués. No fue ese desplazamiento ideológico lo que le hizo demagogo sino su flagrante contradicción entre sus palabras y sus hechos. 


Por sus actos los conoceréis

Hay quien confunde populistas con dictadores. No son lo mismo. Se les parecen, pero no son iguales. Ya les llegará el turno a los tiranos. De momento hablemos de los viejos demagogos.

  • Discursos encendidos, pasionales, con mensajes directos al sentimiento. ¿Para qué perder el tiempo en arduas construcciones racionales? Recetas sencillas para problemas complejos; mejor si caben en una frase, en un tuit, que en un folio. Frases rotundas que sean fáciles de recordar. Es de hace muy poco tiempo, pero a veces me da por pensar si las redes sociales no son un invento pensado para potenciar la demagogia. ¡Es tan pesado leer trescientas páginas para saber qué pretende tal o cual Partido!
  • Uso sistemático de lo que llaman "verdades alternativas". ¿Verdades alternativas? Sí, amigo: embustes puros y duros, que ahora se hacen llamar fake news. El Whasington Post publicó a toda página la mentira número diez mil encontrada en la cuenta de twiter de Donald Trump. Ningún problema: el señor Presidente despachó el asunto acusando al diario de mentiroso y, cómo no, de anti americano.
  • Juegan con los límites del sistema. Sólo son demócratas hasta cierto punto. Las elecciones valen para ganar, pero se cuestionan cuando corres el riesgo de perder. Por eso se las desacredita desde antes del recuento, no vaya a ser que luego sea tarde. Y si, pese a las trampas, se pierde, se duda del sistema. Urnas trucadas, jueces vendidos, etc., etc. Trump, ahí lo tienen, sigue alimentando el fantasma del fraude, acaso porque sólo la reelección pueda serle garantía de su propia libertad, pero a costa de poner en el alambre el sistema que le ha dado la vida. (Y Bolsonaro, y la Kirchner, y Maduro y AMLO han maniobrado cuanto han podido para poner el sistema a su servicio a costa de lo que sea).

El dictador, o sea el tirano de los griegos

El dictador moderno, que es el viejo tirano griego. Palabras mayores, señores. Comparten algunas características con los que hemos citado, la irracionalidad, el culto a la personalidad, el disfrute maníaco del poder, el desprecio por la legalidad, pero son de otra pasta.

Hitler, Musolini, Franco, Stalin, Ceaucescu, Putin… (añadan los que mejor les cuadren) no eran ni son gentes dadas a sutilezas. No hacen trampas con la democracia: sencillamente, acaban con ella y tratan de que no vuelva a aparecer por sus dominios. En algún caso -recuerden a Hirler- el juego de la democracia puede servir de autopista que te lleve a Palacio, pero ¿después?

El populista puede amargarle la vida al opositor, el dictador acaba con él. Disidencia y delito se convierten en términos sinónimos, castigados ambos cuando es preciso con la horca, el paredón, o el garrote vil. acaban con el opositor y con el cuadro básico de libertades. Ni Partidos, ni Sindicatos, ni Prensa… Salvo su Partido, su Sindicato y sus órganos de expresión.

El dictador se hace pasar por el intérprete privilegiado de su pueblo. A veces es la quintaesencia de la raza, otras asume la esencia del proletariado, incluso puede ser que el mismo Dios le haya encargado salvar a la patria.

Todos ponen a trabajar a su servicio, magníficos, tremendos vocablos, Patria, Pueblo, Familia, Libertad, Justicia, Pan, Dios…

Sólo excepcionalmente abandonan el poder por su propia voluntad. En múltiples ocasiones, sea a la brava o por causas naturales, pierden poder y vida al mismo tiempo. Y, lo que es peor, no pocas veces, se marchan dejando tras de sí muerte, desolación y ruina.  


Volvamos a Brasil

El problema es que puede tardarse un tiempo en saber si estamos ante un populista o ante un dictador. Quizás porque muchos de los primeros sueñan con ser como los segundos. ¿Se quedan en populistas por temor a fracasar o porque son solo unos charlatanes de poca monta?

Ahora mismo, cuando Jair Bolsonaro dice que acatará la Constitución pero anima a sus seguidores a manifestarse ¿en qué está pensando? ¿Es el canto del cisne de un perdedor o espera acontecimientos por si el ejército hace caso de sus seguidores e impide a Lula recuperar la Presidencia?