sábado, 25 de noviembre de 2023

 La ropa sucia se lava en casa

Bruselas y su Parlamento

 Conocida apenas la letra de la proposición de Ley de Amnistía, convocadas que fueron manifestaciones diarias ante la sede del Partido Socialista, contabilizada la interminable relación de organizaciones políticas, judiciales y profesionales que se manifestaron contrarios a la iniciativa, al empeño opositor le faltaba la guinda del pastel: buscar la condena comunitaria.

Así que los de la vieja foto de Colón, representados en este caso por los doce eurodiputados del Partido Popular, los siete de Ciudadanos y los tres de Vox logran apadrinar un debate en el Parlamento Europeo buscando una descalificación rotunda de la proyectada amnistía.

Nada que objetar desde el punto de vista formal: para eso están los Parlamentos, para hablar. Si, además, la materia entra dentro de las competencias del organismo, como digo, ninguna objeción.

No obstante, permítanme algunas divagaciones:

  • El debate podría resultar llamativamente extemporáneo: la Ley no ha sido aprobada y no lo será antes de tres meses como poco. Un debate sobre un, digamos, borrador para entendernos, puede ser interesante si se plantea en términos filosóficos pero no esperemos de él más sustancia que la de suministrar titulares a la prensa.
  • Como suele ser históricamente demostrable, la derecha se comporta de forma más disciplinada y pragmática que la izquierda. De manera que el grupo popular europeo en bloque se ha alineado con los tres Partidos españoles, que bien podrían ser sólo dos si se tomara en consideración el número de diputados más senadores de Ciudadanos en la actual legislatura. No hay caso: sus siete eurodiputados siguen contando hasta que haya nuevas elecciones, allá por la primavera el 2024.
  • Para que no haya dudas sobre qué pretendo en este post: abomino de la ley de amnistía. Es peligrosa por la confrontación que acarrea, dudosamente constitucional en el mejor de los casos, al menos hasta que el TC se pronuncie, y provocadora de confrontación ideológica y social más que de pacificación territorial. En definitiva, es lo que todos sabemos que es: las Horcas Caudinas bajo las que ha tenido que pasar Pedro Sánchez para mantener el poder.
  • Y, sin embargo, igual que acabo de dejar claro que no todo vale para acceder al poder, no todo vale para echar de él a quien ha llegado a la Presidencia del Gobierno de acuerdo con lo que establece la Constitución. (Quedan eximidos de aceptar este párrafo los que se identifiquen con uno de los pareados más siniestros que se han oído en la calle Ferraz las anochecidas de estas dos últimas semanas: "La Constitución, destruye la nación").

El fondo la forma y los medios

Por tanto, bueno sería para España que, cuanto antes, todos, y antes que nadie la clase política, entendiéramos que la primera de nuestras obligaciones es compartirr una serie de conceptos prepolíticos, sin cuya asunción las llamadas recurrentes a la democracia son una farsa infame.

  • En España, como en Moldavia o en Dinamarca hay muchas formas de interpretar qué es bueno para la nación. Cada ciudadano, cada Partido tiene derecho a su propia forma de ver lo problemas comunes y sus soluciones.
  • No hay ningún poder superior a la soberanía popular, así lo dice le Constitución, y así lo aceptamos por abrumadora mayoría los ciudadanos. Si llega el caso, pueden volver a replantearse cualquiera de los principios que en su día consagramos con nuestros votos, desde la unidad territorial, a la Monarquía parlamentaria, o la organización del Estado basada en las Comunidades Autónomas. Se puede disentir de cualquiera de ellos, pero para cambiarlos hay que recurrir al modo previsto en la misma Constitución que se pretende cambiar. No hay atajos.
  • No hay ninguna ideología, ni ninguna clase social, ni ninguna organización política propietaria del Poder. Éste es del pueblo y se lo encarga, previa consulta electoral, a quien le da la gana. Y el que no reúne los apoyos parlamentarios suficientes, puede hacer muchas cosas como oposición al Gobierno, pero su primera obligación es asumir que, por el momento, le toca esperar. ¿Hasta cuándo? Hasta que las urnas cambien su veredicto, ni un día antes.  

Lo que cabía esperar del debate en Bruselas

  • Parece que eso depende del diario que uno lea o del telediario que conecte, pero no: el Parlamento europeo, con una asistencia ridícula de diputados, ha hablado, ha escuchado, los argumentos a favor y en contra de la Ley de Amnistía. Con un proyecto de Ley como único material disponible a tener en cuenta, sólo puede concluir que el asunto de si Cataluña se va o se queda, le guste o le disguste a cada cual, es un problema interno de España. Hay países que lo admitirían y otros que no. 
  • UK, cuando era socio de la UE, admitió referéndum sobre la secesión de Escocia; Alemania Federal, hoy por hoy, ni prevé esa posibilidad ni la consiente ¿Alguien duda de la calidad de la democracia en ambos países?
  • Claro está, El Parlamento Europeo "seguirá atentamente la evolución…" Cuando llegue el momento ¿qué creen que podrán hacer? ¿Cesar a Pedro Sánchez? ¿Qué han hecho hasta ahora ante asaltos reales a los principios democráticos en Polonia o Hungría?
  • El Estado Español cuenta con un Parlamento y un Senado elegidos impecablemente, con una estructura de tribunales ordinarios capaces, por ejemplo, de continuar con las instrucción de causas por terrorismo a quienes en este momento se da por cierto que serán amnistiados, y, al final, con un Tribunal Constitucional que unas veces cuenta con más Magistrados conservadores que progresistas y otras veces al revés. Argumentar sobre el contenido de sentencias futuras en casos que aún no se han planteado en razón de la supuesta manera de pensar de los vocales actuales ¿De verdad alguien cree que puede ser tomado en serio en Europa?

Nuestros representantes pusieron a España a caer de un burro.

Todos los que subieron a la tribuna, unos más que otros, se ensañaron con España. Trataban de buscar aliados para tumbar al gran diablo, a Pedro Sánchez, o intentaban demostrar que los que le atacaban eran unos desalmados, o querían dejar claro que España les importaba un pimiento porque ellos no se sentían epañoles.

Incluso los que decían defender la identidad de España, su condición de democracia avanzada, fueron incapaces de sustraerse a la tentación de enfangarse en discusiones propias de cualquier asamblea de comunidad de vecinos.

Como les amparaba la libertad de expresión, la inmunidad parlamentaria y su falta absoluta de capacidad para distinguir lo esencial y lo provinciano, llegaron a decir cosas que, en verdad, no iban dirigidas a oídos europeos sino a incendiar los ánimos de sus incondicionales o las páginas de sus panfletos. Por fortuna para nosotros, la audiencia el hemiciclo de Bruselas era meramente testimonial.

Ninguno de los que allí hablaron lo admitirá, pero cuando los oyes te das cuenta de que rojos, azules y descoloridos son mucho más parecidos entre si de lo que les gustaría; y es que ese rimero de oradores, incluso los que se escandalizarían si estas líneas llegaran a sus manos, son todos españoles. Quiero decir, que como tantas otras veces, no se trataba de ganar, sino de que perdiera el otro. Anticomunstas frente a antifascistas ¿les suena?, porque el odio al contrario motiva más, digan lo que digan, que el amor por los tuyos.


Algunos ejemplos:

  • Jorge Buxadé, en nombre de Vox dijo que "la Ley de amnistía es un golpe de Estado". Los probados conocimientos jurídicos de este señor descartan la posibilidad de un error. Miente, exagera y enciende al oyente a sabiendas de lo que dice. Repite lo dicho por su jefe, Santiago Abascal, y seguirán repitiéndolo el suficiente número de veces hasta que para muchos se convierta en un axioma. Lo dirán en el Parlamento, en la calle, en sus medios de comunicación afines y no les pasará nada, porque, por suerte para ellos, España sigue siendo una democracia.
  • Carles Puigdemont, atención líderes de la derecha, abandonó el Parlamento apenas habló su portavoz: el prófugo por antonomasia califica el debate como "un gran circo", cuyo único resultado palpable, comentó alborozado, es algo que siempre buscó: "la internacionalización del conflicto". 
  • González Pons sostuvo este miércoles que “la Unión Europea cree que el Estado de derecho está en riesgo en España”. Él sabe que no es cierto, que países gobernados por gentes de la cuerda de Vox han sido amenazados, pero no castigados, por comportamientos que sí han saltado rayas rojas de lo que, incluso, se alardea. Otra vez más, los que quieren irse de España y los que desconfían de seguir en Europa, olvidan que el futuro de España volverá a jugarse aquí, no lejos de nuestras fronteras. 

En resumen

  • Los que con tanto desparpajo se desgañitan en la capital belga, poniendo a España, no sólo a su Gobierno, en dificultades, es evidente que no le hacen ascos a la catástrofe, si con ello logran que Sánchez deje el cargo.
  • Se acercan los Reyes. En mi carta les pediré que, si está en sus manos, carguen en sus camellos cantidades industriales de cordura, educación y capacidad de diálogo para nuestros sedicentes representantes. 
  • Me gustaría que no se repitieran hirientes carcajadas sanchistas ni gracias castizas más próximas a la taberna que a la cortesía parlamentaria. 

sábado, 18 de noviembre de 2023

 Legislatura nueva

A partir de ahora

Pedro Sánchez juró ayer su cargo ante el Rey. 

Comienza una nueva legislatura, colofón constitucional inexcusable dado el resultado de la votación que se llevó a cabo el jueves.


El día de antes…

  • Como era de esperar el Tribunal Supremo desestimaba la petición de Vox de suspender la sesión de investidura hasta que el alto tribunal fallara sobre el fondo del asunto planteado en la querella contra Sánchez. Me pregunto si los amplios conocimientos jurídicos que le doy por supuestos al Sr. Buxadé no fueron suficientes para disuadir de su empeño al Sr. Abascal, o si se trataba de proveerse de munición para cuando también hubiera que tachar al TS de la cada vez más corta lista de instituciones constitucionales dignas de respeto.
  • La oposición, los Partidos que desde hoy son ya "oposición" sin que nadie les discuta el título y unas cuantas bandas de pescadores de aguas revueltas, convenientemente jaleadas y animadas por algunas de las figuras de Vox y del PP, dieron en cercar la sede del PSOE cada atardecida. A veces merodeaban por los alrededores del Congreso, y en ocasiones hicieron gala de su exquisita educación y, visto el tenor de sus pareados, de su monumental incongruencia política. Una antología de sus lemas sonrojaría a la mayoría de los asistentes que se limitaban a ejercer su derecho a no comulgar con las tesis de Sánchez, pero así suelen ser estas cosas: queda el recuerdo de los escandalosos (y las caras de los que nadie esperaba ver en tales compañías).
  • Dicen los líderes de los manifestantes (don Alberto lo ha dicho y repetido) que las concentraciones continuarán hasta que Sánchez convoque elecciones anticipadas. ¿Seguro? ¿Han caído en la cuenta de que sólo él puede hacerlo y que tratará de evitarlo por cualquier medio a su alcance? ¿Saben que están hablando de, posiblemente, más de mil cuatrocientos días? Muy largo me lo fía usted, don Alberto, pero, en fin, está usted en su derecho.


El esperado mano a mano y los sobresalientes


  • El candidato y el que lo fue hace unas semanas, se emplearon a fondo en el debate. Empezó don Pedro, como es de rigor. Casi un tercio de su largo parlamento estuvo dedicado a criticar a la oposición, como era de temer. Ni fu, ni fa, hasta que le llegó el turno de réplica. Ahí, lo siento por sus incondicionales, se excedió en el sarcasmo y en las risas, aunque ganara en eficacia dialéctica. Habría esperado de él, el vencedor, un punto más de elegancia. Saber ganar también cuenta.
  • Don Alberto, encendido, brilló. Se fue calentando, elevó el diapasón y alcanzó altura suficiente para encandilar a los suyos y reivindicar, como la noche del debate electoral, su capacidad oratoria. Fallaron las asistencias, le llevaron al error y pusieron en bandeja el contraataque de Sánchez, con un texto de Antonio Machado como ring. 
  • ¿El Sr Abascal? Suspenso en cortesía parlamentaria. Su status le garantiza el derecho a decir casi, casi lo que quiera sin que pase nada (si acaso que, al final, sus disparates no figuren en el diario de sesiones, por decisión de la Presidenta del Congreso). Él sabe muy bien que decir que estamos ante un golpe de Estado, salir del recinto sin que le esté esperando una pareja de la policía política y asistir con su cohorte de pretorianos a la enésima concentración de protesta precisamente ante la sede del Partido que según él acaba de inaugurar una dictadura, es una contradicción flagrante pero ¿qué más da? Al día siguiente y durante una semana por lo menos sus fieles lo recordarán alborozados.
  • En cuanto a doña Yolanda, estuvo en su línea: clara, militante y combativa aunque debería moderar su ardor y, tratar de cambiar las reprimendas por el uso de la ironía. Se cansaría menos y conseguiría más. No obstante, si ha logrado neutralizar de por vida (vida política, se entiende) a la pareja Montelarra, por lo que a mí respecta, puede disfrutar de un cierto margen de tolerancia.
  • Y los demás… Pues lo que cabía esperar: Junts, en bilingüe, atravesados en cualquiera de las dos lenguas de las que tan mal uso hacen. Sus veladas amenazas al candidato que acabaron votando (¿Qué otra cosa podían hacer?) me suenan a rabieta, o acaso a canto del cisne o a maniobra preelectoral. Bien, ahí tienen registrado ya el proyecto de Ley de Amnistía. El proyecto, no el texto ¿Cuánto más esperan conseguir, ahora que Sánchez ya está donde quería? ¿Cuál es su margen real de maniobra si, a partir de ahora, las cosas no salen como ellos quisieran? ¿Volverse a Waterloo o seguir molestando desde el Ampurdán o desde El Liceo?)
  • Y PNV y ERC y Bildu y los gallegos y la canaria y el navarro… La mayoría, salvo UPN tienen en común su aversión a la posible pareja alternativa de baile gubernamental PP/Vox. Mientras coalición canaria es, por el momento, el único caso de un Partido que vota sucesivamente a favor de la investidura de dos antagonistas encarnizados.

No puedo terminar este epígrafe sin una mención atónita a la simpar Dª Isabel que sin ser candidata ni votante logró cazar cámara y capitalizar una buen cuota de pantalla. ¿Cómo lo hizo? Insultando a Pedro Sánchez, a quién sino. Horas después, conseguida la atención de los medios cerró la faena en la Asamblea de Madrid con un monólogo de su invención, descarado, divertido y provocador… (¿No queréis caldo? ¡Pues ahí van tres tazas!) Fíjense ¡Dª Isabel ha conseguido llamar la atención con un insulto clásico, HIJO DE PUTA, en un escenario en el que el destinatario de la invectiva había sido llamado traidor, felón, dictador, ilegal, mentiroso, tramposo, golpista y otra docena de cosas que no recuerdo. Alguien poco sagaz podría pensar que al lado del calibre de los otros insultos, el de la Emperatriz de Lavapiés era… No, no se esfuercen: los otros eran insultos políticos, mientras que el suyo era propio de corrala, o de taberna. Pues claro, pero el que ha llamado la atención ha sido el suyo. 


Nueva legislatura

A falta de conocer el nuevo Gobierno, cuántos y quiénes, apenas apagados los ecos de las últimas intervenciones, el comentario que ya se ha vuelto tópico es que "a Sánchez le espera un mandato lindante con lo imposible". Cierto, pero permítanme unos apuntes.

  • En su favor hay que apuntar que me parece más sencilla de gestionar la nueva coalición que la anterior. Tener fuera del Consejo a Iglesias o a sus fieles monaguillas es un factor de confort. Y creo, por otra parte, que la capacidad de intriga y de distorsión de las citadas y de su mentor, también terminó con el juramento del cargo de ayer en La Zarzuela.
  • Mirando hacia atrás, es un hecho que los principales obstáculos con que ha tenido que lidiar Sánchez estos cuatro años pasados no han tenido nada que ver ni con sus ideas ni con su peculiar forma de gobernar: han sido acontecimientos externos, la pandemia (ni en Vox le consideran creador del virus), la crisis energética, la  guerra de Ucrania y ahora, el inconcecible laberinto palestino-israelí. Espero que sean pocos los que le deseen escollos parecidos en el tiempo por venir, con tal de hacer inviable el tercer Gobierno Sánchez, porque lo pagaríamos los españoles en su conjunto.
  • Dicen algunos tertulianos que barruntan un cuatrienio con escasa producción legislativa debido al complejo tablero parlamentario. Es posible, pero por una parte, no conviene confundir el Poder Legislativo con el Ejecutivo: la acción de gobernar, de administrar es mucho más rica y no se agota en redactar proyectos de Ley. Por otra, con dar cumplido desarrollo reglamentario a la baraúnda de Leyes del período anterior, no creo que vayan a tener tiempo de aburrirse: Ley de la Vivienda, Ley de Bienestar Animal, Ley del "sólo sí es sí", por ejemplo.
  • "Tendrá que lidiar con la ofensiva popular en Bruselas a propósito de la Ley de amnistía". Sí, es posible, y tal como yo lo veo, podría darse la paradoja de que los populares acabaran echando una mano al prófugo de Waterloo que tanto ha clamado por la internacionalización del conflicto, ahora que estaba a punto volver a casa por Navidad. ¿Saben? Este vicio de pedir auxilio a los de fuera que tiene el pensamiento conservador español, me trae a la memoria la llegada a España de Los Cien Mil Hijos de San Luis para acabar con el constitucionalismo.
  • "Va a tener enfrente al poder autonómico y al municipal". Recuerdo un dicho antiguo "mucho miedo le tiene el obispo a los sacristanes". ¿Qué creen más difícil, lidiar con independentistas o con castellanos viejos? ¿Quién puede hacer más por quién, la Presidenta de Extremadura por el Ministerio de Hacienda o al revés? 
  • "Será un rehén de los independentistas" O no. La capacidad de influencia de un sujeto como Puigdemont ha sido formidable hasta que terminó el recuento de votos. Sin duda alguna ¿Recuerdan a Sánchez contestando a la portavoz de Junts, sumiso, sin mirarla a la cara? Ahora estamos en otro capítulo. En otro mundo, si me permiten la exageración. Jurado el cargo ¿Qué puede hacer Junts si los tiempos del Gobierno no casan con sus calendarios? ¿Cambiar de aliados? ¿Qué recambio se les ocurre? ¿Conocen alguno que no sea votar a favor de una moción de censura provocada por PP/Vox? ¿O hay otra? 


Para terminar

  • Le deseo al Presiente la mejor e las suertes, como se la habría deseado a don Alberto si hubiera resultado elegido en su día.
  • Al Presidente del Gobierno de España, sea el que fuere. Y me gustaría que fuéramos legión los que pensáramos así, porque hay un tiempo par el debate y otro para la calma, un tiempo para la ideología y otro para los intereses de los ciudadanos, sean cuales fueran sus preferencias políticas. 
  • Porque si el talante demócrata se prueba aceptando el resultado electoral, lo contrario es igualmente cierto: excluir al perdedor tampoco sería de recibo.



sábado, 11 de noviembre de 2023

 Fumata blanca  (¿o es negra)

¿Fin del camino o comienzo de lo desconocido?

El pasado jueves 9 de noviembre, fiesta en Madrid, se hizo oficial el acuerdo entre Junts y el Partido Socialista. El documento establece las bases para que el fugitivo de la justicia y sus seguidores permitan a Pedro Sánchez no sólo ser investido Presidente de Gobierno sino, bajo ciertas condiciones exigidas por Junts, mantenerse en La Moncloa los próximos cuatro años.

Me consta que no es más que un desahogo inútil, pero quiero que me devuelvan mi voto. Cuando este verano acudí a votar, creía que la posición del Presidente de Gobierno estaba muy clara. Una y otra vez había asegurado en prensa, radio y televisión, y lo habían repetido sus hombres de confianza, que la amnistía, mucho menos un referendum de autodeterminación, no cabía en la Constitución. En base a esta confianza traicionada, quiero que me devuelvan mi voto, que lo descuenten de los que apuntaron en la cuenta de Pedro Sánchez. Que se sepa, en resumen, que en ningún caso me representa, aunque esta ingenua manifestación no haya modo de articularla.

Retomo el hilo: el texto, cuatro folios cuyo contenido está al alcance de cualquiera que lo busque, es una construcción cuyo examen pormenorizado dejo para las docenas de tertulianos que ya están en ello. Más adelante comentaré los aspectos que a mí más me han escandalizado.


Fin de una semana convulsa

Lo que parecía al alcance de la mano, la firma del documento de marras, entró en pausa a partir de la escenificación del acuerdo previo con ERC. La satisfacción evidente de Oriol Junqueras por lo conseguido del PSOE llevó al ánimo del prófugo de Waterloo la convicción de que que necesitaba su propia puesta en escena, que , al fin y al cabo, las elecciones catalanas se acercan.  

Ha sido una semana en la que han ocurrido otras cosas dignas de mención. 

En nuestro más próximo vecino, la policía judicial lleva a cabo, entre otros registros, uno en el domicilio del Primer Ministro buscando pruebas de su posible implicación en un turbio asunto de corrupción. Unas horas después Antonio Acosta dimite. No sé que me provoca más envidia, si la evidencia de la independencia del Poder Judicial  portugués, (¿imaginan a nuestra Policía registrando La Moncloa?) o la reacción del Primer Ministro luso dimitiendo de inmediato. (El cargo de primer ministro no es compatible con la "sospecha de la práctica de cualquier acto criminal", dijo en una entrevista televisada. ¿Recuerdan algún caso parecido por estos pagos?).

Una marea creciente de manifestantes cerca cada anochecida la sede del Partido Socialista. No seré yo quien ponga en cuestión el derecho de la ciudadanía a mostrar su entusiasmo o su desesperación por las decisiones de sus representantes, ni mi rechazo a la frecuente conversión de un derecho en un abuso, por muy minoritario que éste sea. Verifico que, una vez más, los manifestantes contra lo que sea suelen coincidir en quejarse de "la brutalidad policial". No importa que sea el mismo cuerpo policial, sometido a la misma cadena de mando, cuando se enfrentan a manifestantes que han saltado los límites, siempre son "brutales", aunque resulte que en el recuento de daños se hable de 42 heridos, 39 de los cuales fueran agentes de la Ley.


Los cuatro folios ¿Concordia o discordia?

Traten de leer el documento del que hablo como si fuera un acuerdo entre independentistas y gobernantes lituanos, por ejemplo. Puede ser un buena manera de valorarlo sin entusiasmos, terrores ni bramidos de ira.

Hay más detalles, pero estos son los que más me han llamado la atención

  • El relato histórico. Una especie de exposición de motivos, una fundamentación de la necesidad del acuerdo basado en causas recientes. No tiene valor jurídico pero sí político: es evidente que el PSOE da por bueno el discurso de Junts, así es que si el culpable es el Estado, con especial referencia al papel del PP y al Tribunal Constitucional, si ambos firmantes comparten la visión de una Cataluña sometida, perseguida y humillada, se quiera o no, las peticiones de Junts amplían la base de sus argumentos. Desde mi punto de vista ni el relato es cierto, ni era imprescindible suscribirlo. ¿Por qué entrega esa baza el PSOE?
  • Cuestiones económicas: no hay acuerdo pero queda constancia de cuál será alguna de las las exigencias de Junts: la gestión de la totalidad de los impuestos recaudados en territorio catalán, por ejemplo. ¿Solidaridad entre todas las CC.AA.? En absoluto, o, lo que es lo mismo, las Comunidades pobres, seguirán siendo cada vez más pobres. Lógico desde el punto de vista de quien quiere ser Estado independiente, pero inexplicable en un Partido que dice ser de izquierdas.
  • Mesa de Partidos con la presencia de un mediador. Alguien trata de justificarlo en la Carta de la ONU, Puigdemont insiste en que la falta de fiabilidad de su interlocutor lo hace imprescindible. Lo primero no tiene fundamento, porque esa clase de mediadores la Carta de Naciones Unidas los refiere a los conflicto internacionales. Lo segundo, no me extraña, no tanto porque entienda que alguien, aunque sea un prófugo, crea que Sánchez no es fiable, sino porque está en línea con una de los mantras del catecismo Puigdemont: la internacionalización del "procés". ¿Sabían los negociadores de Sánchez lo que hacían? Tiendo a creer que sí, aunque me cueste entenderlo.
  • Amnistía: No sabemos más una mínima parte del contenido del acuerdo. Conoceremos el resto en breve y podremos opinar con conocimiento de causa. Por el momento no hay duda de que cientos, quizás miles de imputados, condenados y prófugos quedarán limpios de cualquier asomo de culpa. Mi modo de pensar me lleva a creer que Pedro Sánchez tenía toda la razón cuando aseguraba que era una medida inconstitucional. Ha siso él quien ha cambiado, el pasado ya no hay modo de hacerlo.
  • "Desjudicialización" de la justicia. Uno de los contenidos más graves e inadmisibles del documento es crear una Comisión Parlamentaria que investigue y tome medidas en los posibles casos de lawfare (utilización del poder judicial como herramienta sometida al ejecutivo para ser empleada en la lucha política contra la oposición). O sea, admitir ¡Admitir! que este ataque frontal a la división de poderes podría haber sido usado durante el período a que se ciñe la amnistía. (Lawfare es un americanismo nacido en el seno de las pseudo democracias sudamericanas) ¿Se comprende que todo el mundo judicial, jueces, fiscales y hasta el caducado CGPJ haya cerrado filas, no importa qué creencias políticas dominen entre los firmantes? ¿Cómo es posible que el máximo representante del ejecutivo asuma este planteamiento? Alguien podría pensar que la simple admisión de esa posibilidad es altamente sospechosa.
  • Referendum de autodeterminación. En cierto modo, por asombroso que parezca, la encuentro la menos preocupante de las concesiones, porque, por una parte, lo que hace Junts es anunciar cuál será su posición durante la negociación, de la misma manera que el Partido Socialista contesta diciendo que su alternativa a contraponer al independentismo el desarrollo del Estatut; y, por otra, porque el Art. 92 de la Constitución no habla de referendum vinculante sino consultivo y, además, se refiere como votantes a "todos los ciudadanos" ¿Dónde está la trampa? Porque barrunto que el fugitivo no suele dar puntada sin hilo.

Por último, quiero señalar que el documento que tanto revuelo está ocasionando, no cierra prácticamente nada, y no porque, como los secesionistas proclaman el final sea la independencia, sino porque la mayor parte de los acuerdos (no el de la amnistía) son meros programas a desarrollar.


De aquellos polvos…

Hoy, sábado, confirmado el acuerdo con el PNV y la ambivalencia canaria cuando se trata de apoyar candidatos dispares, la investidura de Sánchez parece la opción más probable. Es el momento de recordar que pocas actitudes hay más democráticas que asumir el triunfo del rival.

Volviendo a las algaradas de Ferraz: no siempre las palabras se las lleva el viento.

  • Santiago Abascal invita a los miembros de las fuerzas del orden a desobedecer a sus mandos. ¿No es esto atizar la insurrección? (Por el bien de España, claro está).
  • "Felipe, masón, defiende la nación". No sé qué sabrán de la masonería los que así gritan, poco, me temo, pero desde luego del papel constitucional del Rey, no saben nada.
  • "Las lecheras a las fronteras". ¿Alguna pista sobre el papel de los inmigrantes en el conflicto catalán?
  • "España no es de porcelana: ni Sánchez, ni el fugitivo, ni los que se desgañitan cada noche mientras apedrean a los agentes del orden, podrán romperla". Esto no es ningún grito callejero, es, nada más, es mi opinión.