sábado, 2 de marzo de 2024

 Las vueltas que da la vida

El Presidente Sánchezha tenido pocos años buenos

Pedro Sánchez accedió por primera vez a la Presidencia del Gobierno gracias a la corrupción. No a la suya, se entiende, sino a la que, según declararon probado nuestros tribunales, carcomía las entrañas del Partido Popular.

Hace ahora poco menos de seis años, una moción de censura acabó con el Gobierno de Mariano Rajoy. Por muy constitucional que fuera aquella maniobra, que ya antes otros habían intentado sin éxito, gustó tan poco a los perdedores y a sus amigos de Vox que a partir de entonces consideraron a don Pedro un "okupa". 

En enero del 2020, con sus votos y los de una amplia gama de formaciones de izquierdas, nacionalistas e independentistas, mantuvo su puesto de Presidente al frente de un Gobierno de coalición con Unidas Podemos. Es posible que el triunfo hubiera obrado como somnífero y que ya no le quitara el sueño la cohabitación con Pablo Iglesias.

Después, tuvo que hacer frente a los efectos de la pandemia, a las consecuencias de la guerra de Ucrania y a los constantes desplantes de sus socios de gobierno.

Pese a todo, cuando la mayoría de los pronosticadores le daban por perdedor, cuatro años después, logró sacar adelante su investidura con los votos de lo mejor de cada casa. Si al anterior Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba lo llamó "Gobierno Frankenstein", no se me ocurre cómo habría bautizado al actual, con Podemos ya en el Grupo Mixto, sustituido como socio por doña Yolanda y esa formación, "Sumar", que hasta ahora no ha logrado alcanzar los niveles de aceptación popular que llegó a tener Podemos.

La legislatura ha estado pendiente de un hilo desde el primer día. Exactamente desde que se supo que el Presidente, primero que estaba dispuesto a otorgar la amnistía a los implicados en el procés a cambio de sus siete votos, segundo que los términos del acuerdo contenían, en la práctica, una declaración de guerra al Poder Judicial y tercero que, visto el resultado, el prófugo decidió seguir pidiendo y pidiendo, y, como aviso a navegantes, a las primeras de cambio aquellos siete diputados de Junts, votaban contra el Gobierno, nada menos que cuando se trataba aprobar la Ley de Amnistía. Las últimas informaciones dicen que ERC y Junts "acercan posiciones". No se sabe si para aproximarse al PSOE o para alejarse de él.


Y, de pronto… La corrupción ataca de nuevo

Con todas estas cosas, parecía medio olvidado el tufillo a choriceo que tanto y durante tanto tiempo había sido el caldo en el que se cocían los escándalos de tirios y troyanos. Hasta el "y tú más" parecía una cantinela pasada de moda.

¡Ya! No voy a entrar en detalles que la prensa y las pantallas nos suministran. De nuevo hay caso; caso jugoso con primeras figuras implicadas y con la sospecha o la posibilidad de que todavía falten muchas cosas por saber. ¿Habrá también en el caso Koldo un "Míster X"?

En resumen: uno de los más fieles escuderos de Sánchez, alguien que estuvo a su lado cuando se enfrentó a la organización del PSOE y acabó alzándose con el santo y la peana, un hombre que llegó a Secretario de Organización del Partido, el número dos en realidad, y a ser uno de los más poderosos Ministros, estaba relacionado con una trama de corrupción que se extendía por todo tipo de organismos y territorios. (Una trama particularmente odiosa: los implicados habían hecho fortuna con la enfermedad y la muerte de sus compatriotas). 

El Partid le pide el acta de diputado, pero Ábalos planta cara, se exilia al Grupo Mixto (el PSOE, por tanto, pierde un diputado) y empieza a conceder entrevistas a troche y moche. Lo que va diciendo no es tan sustancial como lo que deja entre líneas: un aviso a los que están al tanto de lo que tiene que saber alguien como él.


La corrupción no es pecado original consustancial con ninguna ideología en concreto

Supongo que don Pedro estará recordando a diario por qué puerta llegó él la primera vez a La Moncloa. Haría bien en no equivocarse ahora.

  • Por una parte, lo creo convencido de que Alberto Núñez Feijoo no está en condiciones, ¡ya le gustaría!, de presentar la correspondiente moción de censura. No por él, sino porque, de momento, la ayuda que recibiría de Vox operaría como un antídoto ¿Qué otros grupos, Unión del Pueblo Navarro aparte, votaría contra él?
  • El riesgo de error que estamos empezando a ver en Sánchez y sus corifeos, es retomar el argumentario de antaño, volver al impresentable "y tú más" del que hablaba antes y no ser conscientes de que los escándalos de corrupción achacables al Partido Popular, "trama Gurtel" y otras zarandajas, ya están amortizados: el precio que pagaron los populares fue la pérdida del Gobierno. Eso es lo que hizo pasar página; eso es lo que no debería olvidarse.
  • Más aún: podría volverse en contra de quien lo use como herramienta de combate, así es que no confundan el valor de una réplica parlamentaria ingeniosa, con la opinión pública.


¿En qué punto nos encontramos?

A mí me parece que las barrabasadas de Koldo y su mariachi no son lo más importante. Su único valor práctico es lo que policial y judicialmente pueda sacarse de la investigación de sus fechorías a la hora de completar la nónima de sinvergünzas. Cuando llegue el momento se sentarán ante los jueces y recibirán  el pago por lo que ellos creían que habían ganado mientras el país temblaba

Los elementos que de verdad cuentan, son otros, por ejemplo

  • Lo que haya estado haciendo José Luis Ábalos antes, durante la pandemia, y ahora, en estos momentos ¿Cuál fue su papel exacto en la pandilla mascarillera? Estamos en presencia de un caso que si atendiéramos sólo a su cuantía es un asunto menor comparado con otros grandes escándalos, pero que, por el contrario, tiene una dimensión política que podría llevarlo a ocupar lugares de privilegio en la historia de la corrupción. Cuenta el momento y cuentan los autores,
  • Me llama la atención la endeblez de los argumentos del exministro para defender su decisión de no entregar el acta de diputado. Más allá del evidente resultado de mantener intacta su condición de aforado, el resto ("equivaldría a una confesión de culpabilidad", "yo no estoy investigado", "no hay nada contra mí") son pamplinas incapaces de contrarrestar el nefasto efecto político que su actitud está teniendo sobre su Partido.
  • ¿Hasta dónde llegarán los contagios? CC. AA. entonces gobernadas por los socialistas, Baleares y en menor medida Canarias, aparecen entre los organismos implicados, ya veremos a título de qué. En el momento en que se produjeron los hechos, Baleares estaba gobernada por Francina Armengol: la tercera autoridad del Estado. 
  • El cese de José Luis Ábalos, posterior a las fechorías de Koldo, nunca fue explicado por Pedro Sánchez. La oposición especula con la posibilidad de que fuera el haber conocido el asunto el Presidente, lo que determinara el cese del ministro. De ser cierto, también Pedro Sánchez estaría en entredicho.
  • Doy por hecho que a nadie le extrañará la fruición con la que los voceros de la oposición se han lanzado sobre la posible presa. Lo que quiero decir es que, para el PP, han sido muchos años oyendo día tras día las lindezas que se decían sobre su facilidad para corromper y ser corrompidos. Que nadie espere ahora benevolencia por su parte.
  • ¿Cuál es la última trinchera que Sánchez puede considerar fiable? ¿Sus propios socios de Gobierno seguirán a su lado? ¿Cabe esperar lealtad de la totalidad de sus apoyos de investidura? ¿También del dúo Montelarra? ¿El inefable profesor Iglesias se resistirá a tomarse la revancha?


Sin carácter de profecía, pese a lo que antes dijera, dudo de si en una hipotética moción de censura  media docena de votos de los que ayudaron a Sánchez a ser Presidente no podrían cambiar ahora de sentido. Repasen, descarten,  sumen y saquen sus conclusiones.

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