sábado, 15 de mayo de 2021

 Lo que tenemos delante

Cerrado el capítulo de las elecciones madrileñas, a la espera de si el fervor popular por el final del estado de alarma nos lleva o no a la quinta ola, con la situación de la pandemia en la incertidumbre de si está o no bajo control, nos enfrentamos a un futuro inquietante a corto y medio plazo.


Un Gobierno entre la espada y la pared

Tal como yo lo veo, el Gobierno afronta un futuro inmediato incierto, en un estado de ánimo próximo a la perplejidad. Acciones que podrían haber proporcionado salidas válidas se han tornando imposibles por la concurrencia de circunstancias adversas.

  • El nada fiable socio minoritario de la coalición, después de la inusitada despedida de Pablo Iglesias, entra en un corredor de incierto final. ¿Bicefalia al modo PNV con Ione Belarra como Secretaria General de UP y Yolanda Díaz como cabecera de cartel electoral? La propuesta parece equilibrada, pero ¿qué dirán las bases, quién las manipulará y, sobre todo, cómo se entenderán las dos aspirantes? Y cuando el dilema se resuelva, ¿Cómo serán las relaciones UP/PSOE?
  • El problema para ambas formaciones es que es el peor momento para plantearse un divorcio ya sea amistoso o bronco: los efectos de las elecciones madrileñas les obligan a aguantarse y hacer como que todo va bien y que la legislatura llegará a su fin en las fechas previstas, sin adelantos que podrían resultarles letales.
  • Por si faltara algún ingrediente, el panorama catalán vuelve a los terrenos de la incertidumbre una vez que el fugado pretende gobernar Cataluña desde Waterloo, con lo que la fiabilidad de ERC como socio de investidura se torna impredecible, salvo que se apostara por la carambola de darle a Illa el trato que le corresponde como candidato más votado en Cataluña.
  • Con un PP al alza a punto de consumar la absorción de los restos de Ciudadanos, solo le faltaba al PSOE entrar ahora en batallitas internas en Andalucía, quizás su territorio más representativo.

¿Qué puede hacer Pedro Sánchez en este complejo tablero? Juega la baza del optimismo: la pandemia está a punto de ser derrotada (me vienen a la memoria los tristes "brotes verdes" de Zapatero), pasó la hora de restricciones y confinamientos, porque ha llegado el gran momento de la vacunación masiva que nos sacará del pozo negro de la desesperanza. ¡Qué más quisiéramos que esta vez acertara!

Hace no demasiado tiempo podría haber intentado la maniobra de adelantar elecciones, deshacerse de su socio cuando aún no se había cortado la coleta, intentar armar una nueva mayoría y seguir adelante. Ahora sería suicida.


Un Partido Popular creciente y crecido


Cada uno es muy dueño de ver la realidad a través del cristal que más le tranquilice, pero la realidad suele terminar por imponerse: guste o disguste, el panorama político español ha cambiado partir de las elecciones madrileñas. Aun así, también es cierto que el futuro aún no esta escrito.

  • El efecto Ayuso está por ver cuánto dura y hasta dónde lleva al Partido. Por el momento ha invertido la tendencia y le ha colocado en cabeza de la intención de voto, según las encuestas. Cierto que estas no dan ni quitan Gobiernos, pero ahora es la izquierda la que dice que lo importante son los resultados electorales.
  • Subsisten algunos interrogantes. ¿El giro al centro que había diseñado Casado y sus fieles se mantiene o ha ido a parar al baúl de los recuerdos? Porque Ayuso, su gurú de cabecera y la FAES lo que están pidiendo es eliminar la frontera con Vox y reconvertir al PP en la casa común de la derecha (que seguirán llamando "centro derecha" como si hubiera algún resto de lo que un día aspiró a decidir quién gobernaba en España)
  • No obstante, salvo que Aznar sea un submarino de Vox, cosa difícil de creer sobre alguien con tan alto concepto de sí mismo y de su misión histórica, bien harían las mentes pensantes del conservadurismo democrático en no confundir la peripecia de Ciudadanos con lo que pueden esperar del hipotético declive de la formación que lidera Abascal. A diferencia de Ciudadanos, las bases teóricas, históricas y sociales de Vox no hacen suponer ninguna tendencia a la sumisión a supuestas mayorías lideradas por alguien que no sean ellos mismos. Unas veces se guardarán las formas y otras no, pero PP y Vox son rivales objetivos a medio plazo.   
  • Mientras tanto, Casado y sus palmeros seguirán aferrados al hueso de la pandemia para complicarle la vida a Pedro Sánchez, algo sencillo porque no ha habido gobernante en el mundo que no haya dado pie a ser criticado. Así que seguiremos viendo al PP pedir lo que tuvo y no quiso, lo que quiso y no tuvo y lo que ni tuvo ni quiso. Siempre, en resumen, lo contrario de lo que decidan los monclovitas.

El remedio de todos los males, que no tendremos


Si fuera un ingenuo tendría  que hablar de la ocasión histórica que se le brinda a los dos grandes de nuestra política: la firma del gran pacto nacional que partiendo del consenso sobre el mejor modo de utilizar el inmenso caudal de los Fondos de Recuperación, y fijada la fecha de elecciones anticipadas, sentara las bases para dejar fuera del debate político durante un largo período, cuestiones tales como la forma de afrontar el reto del secesionismo, el mejor modo de organizar la sanidad pública, la educación, la cobertura de los órganos institucionales pendientes de renovar…

No lo esperen: eso sería una bendición para España, por razones obvias, y para los dos Partidos porque restablecería un bipartidismo que a veces echamos de menos… Pero no garantizaría la llegada a la Moncloa de Pablo Casado ni mucho menos sería un seguro a todo riesgo para la permanencia de Don Pedro al frente del Gobierno.

Así que mucho me temo que nos esperan tiempos dedicados al insulto, la desmesura, la destemplanza utilizando hasta la náusea un argumento que, pese a su grosera formulación suele tener tantos fervientes adoradores como creyentes en el orador había antes de que empezara a hablar: la culpa de todos los males pasados, presentes y futuros la tiene siempre, siempre siempre EL. ¿Quién es EL? El adversario del que brama desde la tribuna, por supuesto.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenta aquí lo que desees